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La Transformación Social de la Humanidad: Capítulo 51.- Las Ganancias

LAS GANANCIAS

Cuando la ganancia producida por la fuerza de trabajo de los trabajadores es totalmente tomada por los capitalistas en forma absoluta, existe entonces robo.

Los trabajadores reciben un miserable salario como pago por su jornada de ocho o más horas de trabajo, pero producen mercancías que valen millones de Dólares, es claro entonces que el capitalista les roba y explota miserablemente.

Cuando las utilidades sobre el CAPITAL de las empresas sean repartidas justamente entre los trabajadores, no habrá robo y si habrá equilibrio y justicia distributiva.

Existe el Capital constante y el capital variable, el capital constante está constituido por los medios de producción; el capital variable está constituido por la fuerza de trabajo de los trabajadores.

La fuerza viviente del trabajo produce las ganancias y por ello los trabajadores tienen pleno y justo derecho a ellas.

Robarle las utilidades sobre el capital a los trabajadores es robo, las utilidades son de los trabajadores porque ellos las producen.

EL capitalista divide realmente el capital en la siguiente forma: 1ª. Construcciones y máquinas. 2ª. Materias primas y salarios. La primera es capital fijo. La segunda es capital circundante.

Los trabajadores son los que producen las utilidades sobre el capital porque ellos son los que fabrican las mercancías.

El Capital constante no agrega sino su propio valor a los nuevos productos.

Si los trabajadores producen las utilidades sobre el capital es lógico que las utilidades son de los trabajadores.

La explotación del hombre por el hombre es criminal ciento por ciento, enriquecerse con la fuerza de trabajo de los trabajadores es de hecho un delito.

El salario que se paga a los trabajadores no es jamás el equivalente exacto a esa FUERZA DE TRABAJO que viene a producir ricas utilidades.

Si comparamos el miserable salario que se le paga a los trabajadores con las ricas utilidades sobre el capital, es claro que el trabajador viene a ser entonces un esclavo hambriento y miserable.

Un trabajador que produce mercancías que valen millones y solo recibe un salario de veinte o treinta pesos diarios, es de hecho una victima de la explotación.

Si los trabajadores reciben un salario más lo que les corresponde en las utilidades sobre el capital, se ha hecho justicia.

Los Capitalistas suponen equivocadamente que LAS GANANCIAS, las utilidades sobre el capital, son el resultado de sus propias habilidades, olvidando por completo la fuerza de trabajo del trabajador.

Los Capitalistas piensan en los elementos del capital introducidos en la producción, construcciones, maquinarias, materias primas, salarios etc., y suponen que todo eso les cuesta dinero, pero se olvidan de que se están robando la fuerza de trabajo, no quieren pensar en el sobre trabajo, no quieren comprender que las mercancías producidas por los pobres trabajadores valen millones de veces más que los infelices salarios de hambre con que se les paga.

Hombres, máquinas, materias primas, construcciones, etc., solo tienen un solo objetivo para el capitalista, producir ricas utilidades sobre el capital que jamás estará dispuesto a compartir con los trabajadores.

Las mercancías tienen en si mismas utilidades monetarias que solo se realizan poco a poco durante el proceso de circulación comercial.

Las utilidades líquidas sobre el capital se hallan contenidas en la mercancía pero vienen a convertirse en monedas y billetes cuando entran en circulación comercial.

Las mercancías se venden, se revenden etc., y en todo eso hay procesos de desarrollo económico.

El comercio en sí mismo no puede jamás producir mercancías, las mercancías las producen los trabajadores.

El precio de costo de las mercancías es igual al capital constante, más el capital variable.

El Capitalista agrega al precio de costo, un beneficio, que se divide en ganancias para el empresario y en interés para el capital colocado.

El precio de costo, más el beneficio, constituyen el precio de producción tal como lo establecen y entienden los amos del capital.

El Capitalista cree equivocadamente que las utilidades son el producto honrado de todos los elementos del capital introducidos inteligentemente en el proceso de la producción, no quiere darse cuenta el capitalista de que no habría utilidades sin la fuerza de trabajo de los trabajadores.

No quieren entender los capitalistas que es imposible obtener un beneficio si no existen ganancias y que estas ultimas se hallan de hecho contenidas en las mercancías.

Los trabajadores producen mercancías y estas se convierten en dinero con buenas GANANCIAS que el capitalista se roba.

Sin trabajadores no hay ganancias y sin ganancias no hay utilidades liquidas sobre el capital.

El proletariado debe organizarse para la lucha contra el capitalismo, solo a base de paros totales, huelgas de brazos caídos, tortuguismo, etc., es posible lograr la justicia social.