Capítulo 85
Sucedió entonces cuando Jesús concluyó de pronunciar estas palabras a sus discípulos, que María Magdalena se adelantó y dijo: "Mi Señor, no te enfades conmigo si os interrogo, pues nosotros te interrogamos con exactitud con respecto a todo."
Y Jesús contestó diciéndole a María: "Pregunta lo que desees preguntar, que yo os lo revelaré abiertamente y sin semejanzas, y todo lo concerniente a lo que preguntes os lo diré con exactitud y certeza. Yo os perfeccionaré en todo poder y toda plenitud, desde el interior de los interiores hasta el exterior de los exteriores, desde el Inefable hasta la tiniebla de las tinieblas, así serás llamada "la plenitud perfeccionada en toda Gnosis." Ahora por consiguiente María, pregunta lo que más quieras preguntar que yo os lo revelaré con gran júbilo y gran regocijo."
Capítulo 86
Y Jesús contestó y dijo a María: "Finalmente por cierto preguntas a todo lo concerniente con exactitud y certeza. Pero escucha con atención María, que puedo hablarte acerca de la consumación del Aeón y la ascensión del universo. Este no se realizará todavía; sin embargo os he dicho: 'Si os conduzco a la región de las herencias de aquéllos que recibirán el misterio de la Luz, el Tesoro de la Luz, la región de las emanaciones, será considerada entonces por vosotros como una mácula de escombros única y como la luz del sol de día.'
Capítulo 87
María interpreta el discurso con las escrituras.
Sucedió entonces cuando Jesús finalizó de decir estas palabras que María Magdalena encaminó sus pasos adelantándose y dijo:
"Mi Señor, mi morador de Luz tiene oídos y yo comprendo cada palabra de lo que has dicho. Por consiguiente Mi Señor, con respecto a la palabra sobre la que has dicho: 'Todas las almas de las razas de los hombres que recibirán los misterios de la Luz, irán a la herencia de la Luz antes que todos los regidores que se arrepientan y antes que aquéllos de toda la región de la Derecha y antes que toda la región del Tesoro de la Luz.' - Por este motivo mi Señor, tú nos has dicho en otro tiempo: 'Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros' - es decir, los últimos son todas las razas de los hombres que entrarán en el reino de la Luz más pronto que todos los de la región de las Alturas, que son los "primeros". Por tanto Mi Señor, tú nos has dicho: 'El que tenga oídos para oír, que oiga.' - ése es vuestro deseo de saber si comprendimos cada palabra de lo que has dicho. Esto por consiguiente, es la palabra Mi Señor."
Capítulo 88
Sucedió entonces después de todas estas palabras que Jesús continuó en su discurso diciendo a sus discípulos: "Escuchad con atención que debo hablar con vosotros de la gloria de los de las Alturas, cómo son, de acuerdo a la forma en que hablé con vosotros este día."
El último Auxiliar es en realidad Adhi-Buddha.
Obviamente, Adhi-Buddha es el Padre del Padre; el Inmanifestado e Incognoscible. Incuestionablemente el Incognoscible-Inmanifestado es el Buddha del Buddha. El Anciano de los Días, al entrar en el seno del Absoluto, debe integrarse con Ädhi- Buddha.
Capítulo 89
María interroga a Jesús.
Sucedió entonces, cuando María oyó al Salvador decir estas palabras, qu se regocijó con gran júbilo y se alegró grandemente diciendo a Jesús: "Mi Señor, ¿de cuánta grandeza es el segundo Auxiliar más que el primero? ¿A qué distancia está uno del otro, o mejor dicho, cuántas veces brilla más uno del otro?"
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