Capítulo 143
De otros tres ritos místicos.
Posteriormente sus discípulos le dijeron: "Rabí, revélanos el misterio de la Luz de tu Padre, ya que te escuchamos decir: "Existe un bautismo de fuego y existe un bautismo del Espírutu Santo de la Luz y existe una unción espiritual. Estos son los que guían a las almas hacia el Tesoro de la Luz." Dinos pues su misterio, para que podamos heredar el reino de tu Padre."
De los misterios mayores y el nombre supremo.
Y Jesús les dijo: "No hay misterios que sean superiores a estos misterios sobre los cuales interrogáis; por cuanto éstos conducirán vuestras almas hacia la Luz de las Luces, hacia las regiones de la Verdad y de la bondad, hacia la región santa de todas las santidades, hacia la región donde no existe lo femenino ni lo masculino, ni las formas, sino sólo la luz perpetua e indescriptible."
"Con excepción del misterio de las siete Voces y sus cuarenta y nueve potestades con sus cifras, no hay nada mas inefable que estos misterios sobre los cuales interrogáis. Y no existe nombre que sea más sobresaliente en el que estén contenidos todos los nombres y todas las luces y todas las fuerzas."
De la eficacia de ese nombre.
"El que conozca ese nombre, cuando haya salido del cuerpo de materia, no podrá detenerlo ningún humo, ni obscuridad, ni autoridad, ni arconte de la esfera del Destino, ni ángel, ni potestad. Pero si sale del mundo y pronuncia ese nombre al fuego, éste se apaga y las tinieblas se retiran."
"Y si éste es pronunciado a los demonios y a los receptores de las tinieblas exteriores, a sus arcontes, sus autoridades y sus potestades, todos caerán y su llama se consumirá. Entonces exclamarán: "Santo, santo, tú eres el más santo de todos los santos."
"Y si se pronuncia ese nombre en esas regiones a los receptores de los castigos malignos y a sus autoridades y todas sus potestades, así como a Barbelo y a la Divinidad Invisible y a los dioses de Tres Triples Poderes, de inmediato caerán todos, serán deshechos y destruídos y exclamarán diciendo: "Oh! Luz de todas las Luces, que estáis en las infinitas luces, ténnos en cuenta y purifícanos."
Y cuando Jesús concluyó de pronunciar estas palabras, todos sus discípulos exclamaron sollozando en voz alta diciendo: . . .