Capítulo 57
Y Jesús continuó en su discurso diciendo a sus discípulos:
"Sucedió luego que Pistis Sophía me gritó de nuevo diciendo:
"Oh Luz de luces, he traspasado los doce aeones, he descendido de ellos y por tal motivo he expresado doce arrepentimientos, uno por cada aeón. Ahora y por tanto, Oh! luz de luces, perdona mi transgresión, que es muy grande, puesto que he abandonado las regiones de la altura y he venido a morar en las regiones del caos".
Cuando Pistis Sophía dijo esto, continuó con su treceavo arrepentimiento diciendo:
Cristo es la Luz de las luces, el cual, en sí mismo, es uno con el Padre.
El Cristo Intimo o Chistus- Vishnú es la Luz de las Luces.
Brahma, Vishnú, Shiva, Padre, Hijo, Espíritu Santo, es la luz de las luces.
Los doce arrepentimientos de Pistis Sophía guardan relación con las doce horas de Apolonius, los doce trabajos de Hércules, los doce Aeones.
En éstos entran la calificación de las ocho grandes Iniciaciones del Fuego y cuatro trabajos más después de la Resurrección del Cristo Intimo dentro del Bodhisattva.
Es claro que todo Bodhisattva caído desciende del Aeón Trece y cae en el Caos.
Indudablemente, Pistis Sophía debe trabajar en el Caos para reascender al Aeón Trece.
El treceavo arrepentimiento de Pistis Sophía pertenece al Aeón Trece.
Incuestionablemente, el Iniciado debe trabajar en cada uno de los Trece Aeones si es que quiere la liberación final.
El Primer Aeón es Malkuth, aquí y en el Abismo soterrado.
El segundo Aeón es Jesod, en nuestros órganos sexuales y en la cuarta dimensión dentro de la cual está el Paraíso terrenal, el mundo etérico.
El Tercer Aeón es el mundo astral. El sephira Hod.
El Cuarto Aeón es Netzach, el mundo mental.
El Quinto Aeón es Tiphereth, el mundo causal.
El Sexto Aeón es Geburah, el mundo Búddhico o intuicional.
El Séptimo Aeón es el mundo del Atman el Inefable, la región de Chesed o Gedulah.
El Aeón Octavo es Binah, la región del Espíritu Santo, el mundo de Shiva, el Tercer Logos.
El Aeón Noveno es Chokmah, la región del Logos, del Cristo Cósmico.
El Aeón Décimo es Kether, la región del Anciano de los Días.
El Aeón Once es la región de Ain Soph Aur, tercer gran aspecto del Absoluto.
El Aeón Doce es la región del Ain Soph, segundo aspecto del Absoluto.
El Aeón Trece es la región de Ain, Absoluto Inmanifestado.
Cada uno de los trece Aeones debe ser auto- realizado en nosotros.
Pistis Sophía debe auto- realizarse en los trece Aeones a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios.
Treceavo arrepentimento de Pistis Sophía.
1. - Escucha mi canto de alabanza a ti, Oh! Luz de luces, oye mi arrepentimiento por el treceavo aeón, la región fuera de la cual he estado, a fin de que el treceavo arrepentimiento del treceavo aeon se cumpla - el treceavo de aquéllos aeones que traspasé -y fuera de los caules he estado.
2. - Ahora y por tanto, Oh! Luz de luces, escucha mi canto de alabanzas a ti en el treceavo aeón, mi región, fuera de la cual me encuentro.
3. - Sálvame, Oh! Luz, en tu gran misterio, y perdona mi pecado en tu perdón.
4. - Dame el bautismo y perdona mis pecados, y purifícame de mi transgresión.
5. - Mi pecado es el rostro de León, que nunca estará oculto de ti; pues debido a él yo he descendido al caos.
6. - Y yo sola entre los invisibles en cuyas regiones estuve, he pecado y descendido al caos. Más aún, he pecado y que tu mandamiento se cumpla."
Esto fue lo que Pistis Sophía dijera. Ahora y por tanto, que aquél cuyo espíritu le urja a entender sus palabras, venga aquí y proclame su pensamiento".
Martha se adelantó y dijo: "Mi Señor, mi espíritu me urge a proclamar la solución a lo expresado por Pistis Sophía; tu poder lo profetizó antes, a través de David en su Salmo Cincuenta, diciendo:
El Misterio de la Luz es el Misterio del Cristo Intimo.
Sólo el Misterio del Cristo puede salvarnos.
El Cristo Intimo, como Rector de la Luz, debe eliminar todos los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior llevamos, sólo así el Misterio de la Luz podrá consumarse en nosotros.
El Bautismo es un pacto de Magia Sexual.
Si alguien recibe el Bautismo y no cumple con este pacto fracasa totalmente.
Sólo el Cristo Intimo puede perdonar los pecados.
El Señor también otorga ese poder a la "Mujer- Serpiente".
El Poder Rostro de León es la Ley del Karma en acción castigando a Pistis Sophia.
No solamente se paga Karma por el mal que se hace sino por el bien que se deja de hacer pudiéndose hacer.
Al león de la Ley se le combate con la balanza.
Cuando una ley inferior es trascendida por una ley superior, la ley superior lava a la ley inferior.
Haz buenas obras para que pagues tus deudas.
Cuando tenemos con que pagar salimos bien en los negocios, mas cuando no tenemos, debemos pagar con dolor.
Se puede solicitar créditos a los Leones de la Ley, éstos últimos deben ser pagados con buenas obras o con supremo dolor.
Necesitamos libertarnos, emanciparnos de la ley de Causación.
Sólo despertando y desarrollando la Conciencia podremos dar el gran salto.
Es necesario que el Bodhisitta, es decir, el Embrión Aureo, la Conciencia despierta, caiga en el Vacío Iluminador.
Sólo así podrá el Bodhisitta liberarse del mundo de la relatividad.
El mundo de la relatividad es el mundo de las combinaciones y de la dualidad.
La máquina universal de la relatividad se fundamenta en la Ley de Causación Cósmica.
La Ley de Causación Cósmica es la misma Ley del Karma.
La Ley de Causación es la misma Ley de acción y consecuencia.
Mediante "El Gran Salto" podremos sumergirnos en el "Vacío Iluminador".
Así y sólo así podremos libertarnos de la Ley del Karma.
El mundo de la relatividad se basa en el dualismo constante, y por ende, en la cadena de causa y efectos.
Debemos romper cadenas para sumergirnos en el Vacío Iluminador.
Obviamente, el Vacío Iluminador es tan sólo la antesala de la Talidad, esto es, la Gran Realidad.
El camino que conduce a la Gran Realidad es absolutamente sexual.
Existen muchos grados de intuición, empero el grado más alto es sólo para filósofos místicos o religiosos.
Sólo gente así, con la intuición "Prajna-Paramita, puede experimentar la Talidad.
El Poder Rostro de León gobierna en el mundo de la relatividad, mas no en el Vacío Iluminador, ni tampoco en la Gran Realidad.
Martha interpreta el Treceavo Arrepentimiento con el Salmo L.
1. - Sé bondadoso conmigo, Oh! Dios, por tu gran bondad. Por tu gran piedad borra mi pecado.
2. - Lávame totalmente de mi iniquidad.
3. - Y que mi pecado, jamás esté presente ante ti.
4. - Sedme justo al juzgarme y que tus palabras prevalezcan cuando sea juzgado.
Esta es la solución a las palabras expresadas por Pistis Sophía."
Y Jesús le dijo: "Bien has hablado, Martha bendita."
El Cristo Intimo puede borrar pecados mediante el perdón de los mismos.
El Cristo Intimo, al perdonar pecados y desintegrar agregados psíquicos nos lava de toda iniquidad.
Todo pecado, al ser desintegrado, ya no está presente delante del Señor.
Las palabras del Cristo Intimo, prevaleciendo en justo juicio, nos liberan radicalmente.