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Mi Regreso al Tibet: Capitulo 36.- El Demonio Neb

EL DEMONIO NEB

El infinito y yo quedamos frente a frente, Y era como un tropel de informes canes persiguiendo una nube de titanes, las nubes divinales del poniente. En el fondo de púrpura escarlata, se vieron cosas inefables. De repente se iluminó de sol el friso oscuro, y el oro interno y delicado, sideral y puro, rompió en deslumbramientos exquisitos con misteriosa palidez, de Luna y muy lentamente se deshizo en una apacible visión de ópalo y plata... Entonces abandoné el cuerpo denso y vestido con el traje de bodas del alma, entré en los mundos superiores; lo que sucedió en esas regiones milanuchescas, bien lo saben los dioses...

Me vi acostado deliciosamente en regia cámara, nupcial; era la hora del amor: todas las olas de los ríos, de las fuentes y los mares, en un coro inefable preludiaban un ritmo del cantar de los cantares. El incienso bendito del perfume exhalado de todas las flores, flotaba como un encanto irradiando en los céfiros que el rumor de sus alas ensayaban un concierto de besos y suspiros... Era la hora nupcial. Naturaleza de salir del caos aún deslumbrada, ebria de juventud y de belleza, virginal y sagrada, velándose en misterio sonría... Bésame amor mío me decía la Eva de la mitología hebraica, Kundrigia, Herodías, la mujer del símbolo... Te besaré con ósculo sagrado como a una hermana, aborrezco la pasión animal, tú lo sabes...

El denso bosque presintiendo el día poblaba su arboleda de rumores; El agua alegre y juguetona huía entre cañas y juncos tembladores, el ángel de las brumas sacudía las gotas milagrosas de sus alas en las flores... Era la hora nupcial. Dormía la Tierra de las mil y una noches, como una virgen deliciosa bajo el casto velo y el divino sol al sorprenderla amante, para besarla santamente iluminaba el cielo... Bañado en esplendor, lleno de aurora abandoné la regia cámara nupcial y salí con ella... Caminamos despacito... despacito, hasta la orilla de un viejo precipicio.

¡Cuidado! Exclama la doncella-esposa ¡no temas! Respondí, el peligro no esta aquí: ya este pasó y estuvo allá adentro; en la cámara nupcial...

No es al final al que debes tú temer, sino al principio, cuyo resultado viene a ser este abismo. Dichas estas palabras con una voz que me asombró a mí mismo, la doncella-amante de la delicia prueba desapareció como por encanto... Y vino entonces a mí el BIENAMADO (ATMAN), mi real SER, el INTIMO, el Maestro secreto... El bienaventurado avanzó dichoso hacia mi como para enseñarme y felicitarme a la vez...

Venía el venerable ataviado con el sagrado traje de los principados... sus pasos eran precedidos por (BUDDHI) mi alma espiritual, la cual estaba ataviada también con la misma vestidura... Yo, la pobre alma humana, (el causal o Manas superior de la Teosofía), dichoso abracé a mi hermana gemela (El BUDDHI).

El Bienaventurado nos miraba y sonreía.

¡Ah! Me dije a mí mismo, debo eliminar de mi naturaleza interior al espantoso demonio, de la mala voluntad, al horripilante NEB de los misterios egipcios; Sólo así podré ganar el derecho a usar la sagrada vestidura que veo en mi hermana y en mi BIENAMADO.

"Los dioses me concedan tu trono, ¡Oh RA! Así como tu cuerpo glorioso".

"Tu ruta, yo la recorro; y al alba rechazo al demonio NEB que llega disimulado detrás de una cortina de llamas (pasionales) y, en el estrecho y largo corredor —de las pruebas esotéricas—, me ataca de improviso...".

"En verdad, yo he sido prevenido de antemano en lo que respecta a los peligros que me esperaban".

"He aquí que tomo asiento en la barca de RA, y que recibo las ofrendas que me son debidas".

(Esto es textual del libro de los Muertos del antiguo Egipto)

Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad...

Si las gentes entendieran lo que esto significa; sí aprendieran a hacer la voluntad del Padre. Si disolvieran intencionalmente al demonio NEB, el diablo de la mala voluntad. Entonces la Tierra se convertiría en un EDÉN; cada cual aprendería a respetar el libre albedrío de sus semejantes.

Pero, ¡ay! Todo en este mundo está perdido; todos los seres humanos quieren dominar a sus semejantes, subir, trepar al tope de la escalera, hacerse sentir. El abominable demonio NEB reina poderoso sobre la faz de la Tierra.

Por aquellos inquietantes días de intensivo trabajo esotérico, hube de estudiar muy a fondo a ese siniestro demonio de la mala voluntad; quiero referirme al terrible NEB. Escrito está que cualquier intelectual lleva dentro al horrendo Caifás, el tercer traidor de Hiram Abiff. Sí Judas, el pavoroso demonio del deseo, el abominable APOPI es tan depravado; Si Pilatos el tenebroso de la mente, el espeluznante diablo de Hai, nos causa tanto dolor con sus indignas justificaciones y lavatorios de manos... ¿Qué diremos del horrendo Caifás? Yo vi subir al mío de grada en grada por la escalinata de mi morada; es incuestionable que tenía un aspecto cesáreo, imponente, terrible.

Sólo con el poder de la divina Madre Kundalini, la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, es posible reducir a polvareda cósmica al perverso demonio de la mala voluntad. Es indubitable que me fue necesario estudiar minuciosamente todas estas concomitancias ocultas. Es ostensible que me fue urgente penetrar muchas veces en la región de las causas naturales —en el mundo de la voluntad conciente—, con el evidente propósito de investigar misterios. Y navegué entre las profundas aguas caóticas del espacio infinito; y vi, y oí cosas extraordinarias que a los pobres animales racionales no les es dable comprender; Es claro que en estado de perfecta lucidez recibí información directa sobre el trabajo. Comprendí en forma íntegra el disgusto de muchas gentes, esas están enojadas conmigo injustamente dizque porque no acepto sus teorías; ¡pobres criaturas!

En Shamadi muy hondo, vi muchas barcas de blancas velas, adornadas con múltiples símbolos de diamante. Cruces, rosas, estrellas diamantinas adornando las místicas naves del océano profundo. Barcas solares; Mahatmas; Almas-Diamante, Jivanmukta, Mahatmas; navegad entre las aguas del caos.

Cuando uno está muy cerca a Dios debe ser muy prudente. Quien elimine al tercer traidor de Hiram Abiff, se convierte en ALMA-DIAMANTE.

El libro egipcio de la MORADA OCULTA dice: "Yo OSIRIS, tengo en jaque las tempestades del cielo. Yo rodeo con vendas y fortifico a HORUS, (mediante el trabajo esotérico), el Dios bueno, continuamente".

"Yo, cuyas formas son diversas y múltiples, recibo mis ofrendas en las horas fijadas por el destino. Las tempestades inmovilizadas son ante mi rostro. He aquí que RA (EL LOGOS), llega acompañado de cuatro divinidades superiores. Todos recorren el cielo en la BARCA SOLAR. Yo, OSIRIS, yo parto para mis viajes la hora fijada por el destino. Subido sobre el cordaje de la barca solar (o de Diamante) empiezo mi nueva existencia".