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Mi Regreso al Tibet: Capitulo 38.- Cáncer

CÁNCER

¿Qué es el cáncer? Responderemos a esta pregunta enfatizando la idea de que es un crecimiento desordenado y anárquico de las células del propio organismo del paciente. ¿El cáncer es contagioso? Los experimentos científicos hechos en el Instituto de Medicina Experimental de la Argentina, resultan concluyentes; los hombres de ciencia, colocaron en una misma jaula ratas sanas y enfermas, es incuestionable que no se descubrió contagio alguno. Dentro de tales experimentos debidamente controlados,, se han puesto ratas de diferentes sexos sin hallarse contagio. Dícese en el mundo científico que ratas, alimentadas con tumor canceroso no fueron contagiadas. Afirmase que ratas inyectadas con sangre de animal enfermo, permanecieron inmunes, sin contagio.

¿Cualquier golpe puede causar un cáncer? Tiene esta pregunta una importancia extraordinaria, desde el punto de vista civil y desde el punto de vista legal, por su atingencia con las indemnizaciones por accidentes del trabajo, cuando se atribuye como causa del cáncer que padece un trabajador cualquiera, a un golpe recibido. Es ostensible que pequeños golpes, repetidos frecuentemente en el mismo sitio pueden ser causa, de esta terrible enfermedad, pero un solo golpe, aunque sea muy fuerte, decididamente no.

Para esta inteligente conclusión científica se tuvieron en cuenta las heridas de balas producidas durante la primera guerra mundial 1914-1918.

¿El cáncer es provocado por un germen? La ciencia oficial afirma que no; enfatiza el concepto de que esta espantosa enfermedad no es causada, por ningún microbio o germen.

El gnosticismo científico revolucionario se permite con todo respeto la libertad de disentir; nosotros los gnósticos afirmamos la existencia del "CANCRO", el microbio o germen del cáncer.

¿El cáncer es transmisible? No obvio que la ciencia oficial después de muchos experimentos contesta con un NO rotundo. Sin embargo existen excepciones: Ejemplo: A una rata mantenida con una dieta pobre en cobre y baja en catalazas se le inoculó cáncer. Resultado: positivo. Resultó contagiada. Es indubitable que siempre que se ha repetido el mismo experimento se ha obtenido el mismo resultado.

El otro experimento opuesto se le inoculó cáncer a una rata que había sido previamente preparada con una dieta muy rica en cobre y catalaza, el resultado fue negativo, la rata no fue contagiada. La ciencia oficial ha descubierto que el Peróxido de Hidrógeno (agua oxigenada) aumenta particularmente la catalaza y protege contra el nada deseable desarrollo del cáncer.

Entiendo que el germen del cáncer, el terrible "cancro", se desarrolla en organismos pobres en cobre y catalazas. Es incuestionable que ni siquiera por medio de los electro-microscopios más potentes se ha podido ver el «cancro», más si esta temible enfermedad puede ser transmitida a organismos pobres en cobre y catalaza, es obvio que tal microbio existe. A todas luces resulta claro comprender que el germen del cáncer se desarrolla y desenvuelve en la cuarta dimensión, haciéndose sentir en el mundo tridimensional por sus efectos destructivos.

Es indubitable que en un futuro mediato se inventarán electro-microscopios más poderosos; entonces el "cancro" será perceptible para los científicos ultra-modernos. Es ostensible que este germen fatal llega al planeta Tierra sumergido entre las corrientes electro-magnéticas de la constelación de cáncer. A todas luces resalta que el cáncer es el KARMA de la fornicación. Los antiguos sabios conocieron a fondo este tipo muy especial de Némesis.

Aquí en Méjico existe un vegetal muy especial que puede curar el cáncer; quiero referirme en forma enfática a cierto arbusto conocido en la región de Ixmiquilpan, Estado de Hidalgo. El nombre de ese arbusto es ARANTO; los antiguos aborígenes le bautizaron con el nombre indígena de AULAGA.

Los datos concretos que nos entrega nuestro querido hermano gnóstico Alfonso Silva, son muy interesantes:

El señor Mario Aponte, jefe de la oficina de la antigua compañía de luz y fuerza de la república mejicana en Mixquiahuala, Hidalgo, se vio atacado de una enfermedad en las encías; Es obvio que no supo reconocerla.

Viajó entonces a la Ciudad de Méjico con el sano propósito de consultar a los facultativos del sindicato de electricistas; éstos diagnosticaron cáncer en la boca.

Inconforme con tal diagnóstico, el mencionado caballero consultó a otros doctores, pero el concepto de éstos últimos fue el mismo.

El señor Aponte muy afligido regresó a Mixquiahuala, es obvio que no debía permanecer por mucho tiempo ausente de su oficina.

Cuenta el citado caballero que una viejecita del lugar se comprometió a curarle con un té vegetal que ella misma se lo haría beber en su presencia, pues dudaba la anciana, temía que su paciente no se tomara el remedio.

El resultado fue extraordinario; en el término de ocho días el señor Aponte estaba radicalmente curado.

Empero continuó tomando el té de la anciana, ya no fue indispensable que esta se lo diera o que le rogara beberlo; el citado señor lo buscaba diariamente.

Un mes después, los doctores de la ciudad capital de Méjico, asombrados tuvieron que aceptar que el cáncer había desaparecido.

Continúa el fraternal hermano gnóstico Alfonso Silva diciendo:

Hasta la fecha, de las personas a las que les he obsequiado el ARANTO o AULAGA, recuerdo el nombre, de la señora Luisa Lara de Barroeta, cuñada mía que estuvo a punto de ser operada de un tumor canceroso en el Instituto del Seguro Social. Se trataba de un tumor de ese tipo en la matriz, algo demasiado grave, eso es obvio. Bebiendo infusiones de ARANTO sanó radicalmente la enferma y hasta la fecha vive completamente curada.

Prosigue el frater Silva diciéndonos:

La esposa, del señor Agustín Uribe (nos reservamos sus datos domiciliarios), fue operada por los facultativos con el propósito de extraerle un tumor del hígado, más al evidenciar que se trataba de algo canceroso, la volvieron a coser inmediatamente declarándola caso perdido. No era para menos, los doctores hallaron la cavidad abdominal llena de tumores cancerosos. La citada enferma sanó definitivamente con el ARANTO y todavía vive gracias a las asombrosas virtudes de este arbusto.

El distinguido facultativo doctor en medicina. Jacinto Juárez Parra, de la Universidad Nacional de Méjico, probó el poder de este arbusto en una enferma cancerosa de último grado y ya desahuciada; en este caso sí la cosa fue muy difícil y no fue posible salvar la vida de la enferma. Pienso que ya estando el organismo completamente destruido por la enfermedad, todo remedio falla.

Opina, el doctor Juárez que se puede y debe hacer un estudio con microscopio electrónico de la planta integra y después, separar por centrifugación los núcleos, los lisosomas, los ribosomas y el microsoma, haciendo un análisis ESPECTRO-FOTOMÉTRICO de cada una de las partes de la planta con el inteligente propósito de descubrir sus coloides, enzimas y sus elementos huella u oligoelementos.

Hay que investigar —dice el doctor Juárez—, que porciones intracelulares del citado vegetal actúan efectivamente sobre el cáncer.

Todo canceroso —continúa diciendo el mencionado facultativo— diagnosticado por citología esfoliativa y biopsia, así como dosificación de catalaza y cobre, se le administrará el ARANTO y después se dosificará sobre estos datos de nuevo. En los cancerosos está baja la catalaza y el cobre; eso está ya completamente demostrado. Es india pensable investigar el contenido de catalaza sanguíneo y la dosificación del cobre en el plasma. Cualquier organismo pobre en catalaza y cobre es terreno apropiada par» el pleno desarrollo del temible "CANCRO".