LAS SIETE CUEVAS CELESTES
Para bien de la Gran Causa no está de más empezar este tratado, transcribiendo algo maravilloso.
Quiero referirme en forma enfática a cierto relato consignado por Fray Diego Durán en su notabilísima obra titulada: "HISTORIA DE MÉXICO" (Véase el Texto de don Mario Roso de Luna: "EL LIBRO QUE MATA A LA MUERTE". Páginas de la 126 a la 134).
Como quiera que no me gusta adornarme con plumas ajenas, pondremos cada párrafo entre comillas:
“Cuenta dicha Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, de Fray Diego Durán - hermoso libro escrito a raíz de la colonización española de tan vasto Imperio- que viéndose el emperador Montezuma en la plenitud de sus riquezas y gloria, se creyó poco menos que un Dios. Los magos o sacerdotes del reino, mucho más sabios que él y más ricos, puesto que dominaban todos sus deseos inferiores, hubieron de decirle”: "¡Oh, nuestro rey y señor! No te envanezcas por nada de cuanto obedece a tus órdenes. Tus antepasados, los emperadores que tú crees muertos, te superan allá en su mundo tanto como la luz del Sol supera a la de cualquier luciérnaga..."