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Ejercicios de Lamasería: Capitulo 6.- El Maestro Habla de los Habitantes del Sol Sirio

EL MAESTRO HABLA DE LOS HABITANTES DEL SOL SIRIO

Yo consideraba muy oportuno aprovechar esta magnifica oportunidad para aprender muchas cosas y salir de muchas dudas, salir de muchas incógnitas que jamás hubiera podido despejar sino hubiera estado al lado del Maestro recibiendo enseñanza día y noche.

Fue así como de inmediato le pregunté: Venerable Maestro, usted nos ha dicho en sus libros que existe el Sol Central Sirio y que es millones de veces más grande que el Sol que nos alumbra, yo quisiera preguntarle Maestro, ¿usted conoce ese Sol? Nos puede decir si existe vida en ese inmenso mundo y ¿cómo sería la vida allá?.

“Bueno, Sirio es la capital, dijéramos, de toda esta galaxia en que vivimos. Esta galaxia, la Vía Láctea, el Macrocosmos, tiene muchos millones de sistemas solares y todos los soles y planetas giran alrededor del Sol Central Sirio.

Se trata de un sol millones de veces más grande que el sol que nos alumbra y tiene un hermano gemelo que es una Luna, 5,000 veces más densa que el plomo. Esa Luna gira alrededor de Sirio en forma incesante; Sirio es, pues, una estrella doble.

Resulta muy interesante saber que el núcleo mismo de esta gran galaxia esté debidamente polarizado.

De Sirio mismo devienen todas esas irradiaciones que gobiernan a todos los supra-cielos de los diversos mundos que componen la galaxia y de su hermano gemelo, esa Luna tan pesada, 5,000 veces más densa que el plomo, devienen todas esas influencias negativas, tenebrosas que caracterizan a cada uno de los satélites lunas que giran alrededor de sus mundos; radiaciones fatales, siniestras, que gobiernan los infra-infiernos.

Hay una tercera fuerza que llamaríamos neutra, la cual permite cierto equilibrio entre los poderes positivos y negativos. Vean ustedes cómo la galaxia está debidamente equilibrada entre la luz y las tinieblas, entre los positivo y lo negativo.

Sirio en sí mismo es un mundo gigantesco que tiene rica vida mineral, vegetal, animal y humana. Sus habitantes son de muy poca estatura, no alcanzan a tener ni siquiera un metro de alto, yo creo que tienen como medio metro; delgados de cuerpo y con hermosa presencia, son verdaderos Adeptos de la Blanca Hermandad.

En Sirio no puede reencarnarse nadie que no haya alcanzado la estatura de un Kumará; allí aquellos hombres son verdaderos dioses. Viven humildemente en los campos y a nadie se le ocurre construir ciudades; eso de hacer ciudades es propio de gente no inteligente. Los habitantes de Sirio jamás caerían en semejante error.

Tienen humildes casas, usan túnicas tejidas sencillamente. Cada casa tiene su huerta donde el siriano cultiva sus alimentos y sus jardines donde cultivan sus flores. Viven en paz y armonía todos, unos con otros.

A nadie se le ocurriría hacer allí guerras ni nada por el estilo, pues todo eso es bárbaro y salvaje. Los sirianos son gente muy culta, verdaderos hombres iluminados en el sentido más trascendental de la palabra.

Allí está la Iglesia Trascendida, uno se asombra cuando penetra a ese templo de maravillas. Allí ofician los grandes iniciados de la galaxia; yo he asistido varias veces a los ritos.

Constantemente se hace pasar o se vive allí el Drama Cósmico, la vida, pasión y muerte del Cristo, pues como ya hemos dicho, ese drama es completamente cósmico.

En el templo corazón de aquel mundo gigantesco, de aquel sol extraordinario, encontramos al dios Sirio y con él a todos sus iniciados, sus discípulos. Realmente Sirio es la capital de la gran galaxia en que vivimos.

Es pues extraordinario, maravilloso; hasta aquí por ahora”.