INTRODUCCIÓN AL TRATADO DE ALQUIMIA SEXUAL
TRATADO DE ALQUIMIA SEXUAL
AUN WEOR
Arzobispo de la Santa Iglesia Gnóstica
Buddha-Avatar de la nueva era de Acuario
PRIMERA EDICIÓN, Calarcá, Caldas, Colombia - 1954
YO AUN WEOR, el BUDDHA AVATAR de la nueva Era Acuaria, he escrito este libro para el tipo de la Nueva era.
Realmente la Humanidad de este siglo XX no está todavía preparada para entender los Misterios del FUEGO.
Esta clase de enseñanzas están totalmente avanzadas para esta época.
Los grandes Misterios del SEXO solamente los podemos entender los bravos soldados del Movimiento Gnóstico.
La Humanidad de este siglo de Piscis que esta terminando, nos crucificará y nos apedreará, porque la historia siempre se repite.
El Movimiento Gnóstico está formado por la vanguardia de la evolución humana, y solo los Gnósticos podrán entender los grandes Misterios del SEXO.
LOS SIETE PANES
1- El victorioso sobrestante del palacio, NU, dice: "No como lo que es abominable para mí. Lo abominable para mí es la inmundicia, lo abominable para mí; que no lo coma en vez de los pasteles sepulcrales ofrecidos a los KAS. Así no sea destruido, ni deba cogerlo con las manos, ni andar sobre ello con mis sandalias" (Capítulo LV de: «El Libro de los Muertos»).
2- "Nu, victorioso sobrestante del palacio y canciller en jefe, dice:
"No coma lo que es abominable para mí, lo que es abominable para mí. Lo abominable para mí es la inmundicia, lo abominable para mí; que no lo coma en lugar de los pasteles ofrecidos a los KAS. No se pose en mi cuerpo, ni deba tomarlo con las manos, ni andar sobre ello con mis sandalias. ¿De qué vivirán, entonces, en presencia de los Dioses? Reciba alimento del lugar en que se deposita, y viva en los siete panes que se ofrendan a Horus, y del pan que se presenta a Thoth. Diríanme los Dioses: ¿Qué genero de manjares reclamas? Y responderé: "Dejadme comer bajo el sicómoro de mi señora, la Diosa Hathor, y discurra mi tiempo entre los Divinos Seres que allí reposan. Dadme poder para cuidar mis campos en Tattu y criar rebaños en Annu. Dejadme vivir de pan de amasada cebada blanca, y de cerveza hecha de grano rojo y así se me concedan las personas de mi padre y de mi madre como guardianes a mi puerta y de la disposición de mis posesiones. Hacedme sano y fuerte, otorgadme una gran mansión y, que pueda establecerme en donde me plazca" (Cap. LVI, de «El Libro de los Muertos»).
SPECULUM ALCHEMLE
1- Los principios de todos Los metales son: la Sal, el Mercurio y el Azufre.
2- El Mercurio solo, o el Azufre, o la Sal sola, no podrían dar origen a los metales, pero unidos dan nacimiento a diversos metales minerales.
3- Es, pues, lógico, que nuestra Piedra Filosofal debe tener inevitablemente estos tres principios.
4- El FUEGO es el Azufre de la Alquimia; el Mercurio es el Espíritu de la Alquimia; la Sal es la maestría de la Alquimia.
5- Para elaborar el Elixir Rojo y el Elixir Blanco, necesitamos inevitablemente de una sustancia donde la Sal, el Azufre y el Mercurio se hallen totalmente puros y perfectos, porque la impureza y la imperfección de los compuestos se vuelve a encontrar en el compuesto.
EL FUEGO
1- Con la materia de la Piedra bendita vamos a trabajar, con el fin de perfeccionar nuestros cuerpos internos.
2- En las minas vemos como los elementos groseros se van transformando con el calor, hasta convertirse en Mercurio.
3- Vemos en las minas el Fuego, transformando las grasas de tierra, en azufre.
4- El calor, actuando sobre estos dos principios, engendra, según su pureza o impureza, todos los metales de la Tierra.
5- Por medio de la cocción incesante, la Naturaleza produce y perfecciona todos los metales de nuestro planeta Tierra.
EL HORNILLO Y EL RECIPIENTE
1- Aristóteles dice en «Luz de las Luces», que el Mercurio debe ser cocido en un triple recipiente de vidrio muy duro.
2- El recipiente debe ser redondo, con un pequeño cuello.
3- Este recipiente es el miembro viril. Dentro de nuestros órganos sexuales está el semen, que es la materia prima de la Gran Obra.
4- El recipiente debe cerrarse herméticamente con una tapa, es decir, hay que tapar bien nuestros órganos sexuales para impedir que la materia prima de la Gran Obra se derrame.
5- Nuestro vaso debe ser colocado entre otra vasija cerrada tan herméticamente como la primera, en forma tal, que el calor actúe sobre la materia prima de la Gran Obra, por arriba, por abajo, y por todos lados.
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