MARZO 8 DE 1952
Hoy fui visitado por un "campesino" de la Sierra Nevada de Santa Marta. Estuve conversando con ese hombre humilde, y me alegró inmensamente la sencillez y comprensión de ese campesino; el hombre conoce nuestra obra titulada; «La Revolución de Bel» y la ha entendido muy bien.
Es un humilde campesino, pero supera completamente a tantos y tantos loros, que leen y leen, y no realizan nada.
La Sierra Nevada de Santa Marta es un verdadero baluarte del espiritualismo colombiano.
Una Hermana espiritualista comentaba hoy algo sobre la transmutación del plomo en oro. En Barranquilla hubo algunos ingenuos que creyeron al pie de la letra en un determinado caballero. Dicho señor, "dizque" era un alquimista que sabía hacer oro... Lo curioso del caso es que algunos mentecatos le creyeron a pie puntillas todo lo que él decía... pero se quedaron aguardando el codiciado metal... ¡Esa es la humanidad!
En la Sierra Nevada de Santa Marta, detrás de la cuchilla de los páramos, si existen algunos "indios" "Iniciados" que saben hacer oro... pero ese secreto lo tienen muy bien guardado en sus misterios "mayas", y jamás lo sabrán los profanos. Ellos elaboran el oro con una planta; mezclan las hojas de la planta con saliva, y así elaboran oro puro, con el cual hacen imágenes sagradas.
En la Sierra Nevada existe una gran Logia Blanca del rayo Maya, a la cual pertenecen los grandes Maestros indígenas.
Todas estas cosas las conversaba hoy con una Hermana espiritualista, hasta el instante en que el humilde campesino de la Sierra golpeó en mi puerta.