LA RUNA AR
Vienen a mi memoria encantos inefables, poemas de amor y cosas imposibles de describir con palabras.
Lo que he conocido, lo que he visto, lo que he palpado en la casa de mi PADRE y en todas ésas moradas resplandecientes de esa GRAN CIUDAD LUZ conocida como la VÍA LÁCTEA, ciertamente solo puede ser parlado con el verbo de oro, en el orto purísimo de la Divina Lengua.
Erase una noche tachonada de estrellas, los rayos de la Luna proyectados, penetraban en mi estancia fingiendo chal de plata. El azul profundo del cielo parecía más bien un océano infinito donde titilaban los luceros.
Y así meditando penetré en el éxtasis y abandoné la forma densa, no existe placer más grande que aquel de sentirse el alma desprendida, entonces el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora.
Y lleno de una deliciosa voluptuosidad espiritual, inenarrable, indefinible, me llegué ante las puertas del templo impulsado por la fuerza misteriosa del anhelo.
La puerta del SANTUARIO estaba sellada por una GRAN PIEDRA que impedía el paso a los profanos.
No te detengas corazón ante las cosas del misterio. ¡Ábrete Sésamo! Fue mi exclamación y la PIEDRA se abrió para que yo entrara.
Y cuando algunos intrusos quisieron hacer lo mismo, hube de empuñar la espada flamígera y gritar con todas las fuerzas de mi alma: ¡atrás los profanos y los profanadores!
Había penetrado en el GRAN TEMPLO de la VÍA LÁCTEA, el SANTUARIO CENTRAL de esta gigantesca Galaxia, la IGLESIA TRASCENDIDA.
En este venerando lugar reina el terror de amor y ley. Ante el ARA sagrada de ese templo terriblemente divino, sólo pueden prosternarse los DIOSES siderales.
Dichoso avancé ante el lugar de las postraciones y adoraciones. Aquí y allá por todos los lugares benditos del templo, iban y venían multitud de hombres humildes y sencillos, parecían más bien sumisos y obedientes campesinos.
Estos eran los BODHISATTVAS de los DIOSES; HOMBRES en el sentido completo de la palabra, criaturas que gozan del CONOCIMIENTO OBJETIVO; AUTO-CONSCIENTES en un ciento por ciento.
Fuera de toda duda pude evidenciar hasta la saciedad que no existía ya en estas humanas criaturas, nada que pudiera llamarse YO, MI MISMO, SÍ MISMO, realmente estos hombres están bien muertos.
No vi en ellos el deseo de resaltar, subir, trepar al tope de la escalera, hacerse sentir, etc.; a estas criaturas no les interesa existir, sólo quieren la muerte absoluta, perderse en el SER y eso es todo.
¡Qué feliz me sentía! Avanzando por el centro del templo hasta el ARA SACRA; marchaba ciertamente altivo, enérgico, con paso triunfal. De pronto uno de esos humildes "proletarios de pico y pala" se atraviesa en mi camino; por un momento quise seguir adelante, altanero, arrogante, desdeñoso.
Mas ¡Oh Dios mío!, un rayo INTUICIONAL me fulminó de muerte y recordé entonces vivamente que otrora, en un remoto pasado, había cometido el mismo error en presencia de este pobre campesino, ese error pasado se hizo claro en mi mente y con pavor, terror y espanto rememoré el instante terrible en que fui arrojado del templo, las voces terroríficas que salieron del ARA SACRA entre relámpagos, rayos y truenos.
Todo ese pasado revivió en mi mente en milésimas de segundo, entonces arrepentido detuve mi altanera y orgullosa marcha y contrito, pesaroso y compungido de corazón, me prosterné ante ese "aldeano" modesto y sumiso. Besé sus pies exclamando: "Tú eres un gran Maestro, un gran sabio", pero aquella criatura en vez de sentirse satisfecha por mis palabras, contestó: "YO nada sé, yo no soy nadie". SI —repliqué— tú eres el BODHISATTVA de uno de los GRANDES DIOSES gobernador de varias constelaciones.
Fue grande mi dicha cuando aquel HOMBRE AUTENTICO nos bendijo. Sentí como si hubiese sido perdonado y dichoso continúe mi camino hacia el ARA SACRA, luego regresé al cuerpo físico.
Han pasado muchos años y jamás he podido olvidar aquel templo sellado con la piedra sagrada.
"He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa". "Y el que creyere en ella, no será avergonzado".
"La piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo". "Piedra de tropiezo y roca de escándalo".
Los viejos ALKIMISTAS medioevales buscaron siempre la PIEDRA FILOSOFAL y algunos realizaron con pleno éxito la GRAN OBRA.
Hablando con plena franqueza es nuestro deber afirmar enfáticamente que esa PIEDRA es el SEXO.
PEDRO, discípulo de JESÚS el CRISTO, es el ALADINO, el intérprete maravilloso, autorizado para alzar la PIEDRA que cierra el Santuario de los grandes Misterios.
El nombre original de Pedro es PATAR con sus tres consonantes P.T.R, que son radicales.
P. Viene a recordarnos con entera claridad a los PADRES de los DIOSES, a nuestro PADRE que está en secreto, a los PHITARAS.
T. Esta es la TAU, la Cruz, el Hermafrodita Divino, el LINGAM negro embutido en el YONI.
R. Es fundamental en el fuego, es el RA EGIPCIO. La R es RADICAL para el poderoso Mantram INRI (IGNIS NATURA RENOVATUR INTEGRAM).
Dentro de la PIEDRA se encuentra latente el FUEGO y los antiguos hacían saltar la chispa de entre el seno viviente del duro pedernal.
Vienen a mi memoria las PIEDRAS del rayo, las Galactitas Órficas, la Ostrita Esculapiana, la PIEDRA con que MAHCAON curase, PHILOCTETES, el BETILO Mágico de todos los países; las PIEDRAS AULLADORAS, oscilantes, rúnicas y parlantes de los SERAFINES.
EL CÁLIZ de la mente Cristificada tiene por base la PIEDRA VIVA, el ARA SACRA.
PRACTICA
EL MANTRAM ARIO prepara a los GNÓSTICOS para el advenimiento del FUEGO SAGRADO.
Cántese todas las mañanas este MANTRAM dividiéndolo en tres sílabas: A... RI... O... alárguese el sonido de cada letra. Es aconsejable diez minutos diarios con esta práctica.