MONOGRAFÍA Nº 2
LO QUE ENSEÑABAN LOS NAHUAS EN SUS TEMPLOS SECRETOS
QUETZALCOATL, dios tolteca de los vientos, tercer hijo de la pareja divina Ometecuhtli y Omecihuatl, Señor y Señora de la dualidad, se lo representaba con vestido plateado como los rayos de Selene, con media luna en el pecho, cubierto con la máscara sagrada; en la mano izquierda, el chimalli, en el cual se dibuja el símbolo de la estrella de la mañana; en la mano derecha, el macuahutl para la lucha.
En otra de sus representaciones, esta deidad aparece en medio de las nubes como el lucero del amanecer. Lleva un solo ceñidor en la cintura y en la espalda un lienzo con dos cruces de brazos iguales, y en uno de sus jeroglíficos aparece con la cabeza y las orejeras de discos, bozote de disco en la nariz, y en los carrillos, triples discos en medio de los cuales se dibujan dos cruces de malta.
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MONOGRAFÍA Nº 3
EL DECAPITADO
En el museo de Antropología e Historia de la ciudad de México se encuentra un monolito fálico que representa a un hombre decapitado. La cabeza ha sido reemplazada por siete serpientes que se levantan con las fauces abiertas y de las cuales salen bífidas lenguas simbolizando a la luz; el hombre tiene el falo en erección. De su columna vertebral salen rayos de luz a los cuales señala con una de sus manos. (Observe el grabado de la Monografía)
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MONOGRAFÍA Nº 4
EL TEMPLO SECRETO DEL CERRO DE CHAPULTEPEC
Chapultepec viene de dos raíces aztecas "Chapul" y "Tepec". "Chapul" o chapulín significa grillo; "Tepec", cerro; puede, pues, definirse este nombre azteca como "cerro del grillo".
En la antigua Roma de los césares los grillos se vendían en jaulas de oro a muy alto precio. En el museo de Antropología e Historia de la ciudad de México se halla un cuadro muy interesante relacionado con las enseñanzas que se impartían a los nobles y sacerdotes aztecas en sus templos secretos.
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MONOGRAFÍA Nº 4A
EL CHAC-MOOL EN LAS CULTURAS AZTECAS Y EGIPCIA.
En el museo de Antropología e Historia de la ciudad de México existe la figura de un hombre en piedra, semi-acostado, en decúbito dorsal. Las plantas de sus pies se posan en su lecho, las rodillas en alto, las piernas medio flexionadas contra los muslos, el torso arqueado en actitud de primer impulso para levantarse, con la cara hacia la izquierda y la mirada en el horizonte; en sus manos un recipiente a la altura del plexo solar. (Obsérvese el grabado adjunto.)
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