Los Planetas Metálicos de la Alquimia
SAMAEL AUN WEOR
PRIMERA EDICIÓN – 1974
PROEMIO
Cuentan las Escrituras Sagradas que el Patriarca Noé, al conocer la proximidad del diluvio universal que hundiría bajo sus aguas a toda la raza, comenzó a construir el Arca y anunciar a sus hermanos la inminencia de la gran catástrofe. En aquella ocasión, la humanidad hizo caso omiso de todas las predicaciones y anuncios y los hombres continuaron ocupados en sus negocios, en sus placeres y en sus vicios.
En nuestra época moderna, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, Avatara de la Era de Acuario, igual que Noé, lleva ya una larga lista de obras escritas, todas llenas de profunda sabiduría y conocimientos esotéricos, en las que anuncia la gran catástrofe que se avecina y que acabará con la raza actual. Nos da, en todas ellas, la Tabla de Salvación, el Arca Santa para que no nos veamos envueltos y perezcamos en el momento del gran cataclismo.
Sin embargo a la humanidad estas predicaciones del Venerable Maestro, le parecen fuera de lugar porque se vive con demasiada comodidad y hay tanto deseo de disfrutar la vida, rodeados de tantos adelantos científicos e inventos, que el hombre se figura que es indestructible.
Pero la hora llegará con puntualidad de novia a la cita, como llegó lentamente el momento angustioso y terrible del diluvio universal que sepultó bajo sus aguas turbulentas todo cuanto ser viviente había sobre la tierra. Sólo el Arca quedó flotando majestuosamente sobre un infinito mar, envuelta en un inmenso silencio... ya no existía la humanidad.
En este opúsculo que estamos presentando a la consideración del lector, el Venerable Maestro se dirige a las juventudes con uno de los temas más fascinantes y difíciles como es la influencia planetaria en los individuos, las edades que abarcan estas influencias y sus consecuencias.
Saturno y la Luna, Júpiter y Mercurio, Marte y Venus y por último el Sol que da vida a todos los planetas, nos los presenta formando pares trascendentales y que a lo largo de nuestra vida se unen dentro de nosotros, en nuestro propio laboratorio interior, para darnos todas sus similitudes que asombran al gnóstico.
Las edades que abarcan estas influencias planetarias cubren toda la vida del hombre sobre la tierra. Pero sin la castidad científica es imposible la percepción de estas maravillosas influencias y sus consecuencias portentosas en la vida.
De este modo, el Venerable Maestro Samael Aun Weor, en el presente opúsculo, de la misma manera que Noé, trata de salvar a la humanidad una vez más de la gran catástrofe que tenemos casi a las puertas.
JOSÉ RAMÍREZ CARRILLO
San Salvador, octubre de 1.974