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A los Mil Llegamos pero a los Dos Mil No: El problema religioso

EL PROBLEMA RELIGIOSO

Nosotros respetamos a todos los credos y religiones, amamos profundamente a todas las religiones porque todas son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la divinidad. Todas ellas trabajan por una misma causa y conservan los mismos principios eternos. Por eso queremos ayudar a todas las personas de todas las religiones, sin distinción de clase, sexo, color o posición, enseñándoles la sabiduría de Dios en misterio, la humanidad necesita ayuda especial de nuestras religiones y las religiones necesitan también sistemas y conocimientos científicos acordes con las necesidades de la época. Las religiones deben prepararse científicamente, espiritualmente, para cumplir en forma efectiva su misión.

Pero es necesario que abandonemos el odio religioso, el celo religioso, el rencor, todo esto perjudica y perturba la buena marcha de nuestras religiones. Es necesario unirnos todas las religiones, en una verdadera confederación religiosa, fraternal y de colaboración recíproca, en torno al Cristo, para estudiar conjuntamente los sistemas científicos y didácticos que proporcionen bienestar paz, regeneración, conocimientos y defensas contra la muerte segunda de las almas de millones de personas que van rumbo al abismo, dentro de su religión o creencia equivocada. Es urgente que los dirigentes religiosos reciban instrucción científica, espiritual y divina, para que no dogmaticen a una humanidad entera y la suman en la ignorancia dogmática, en el fanatismo religioso, en el odio y el rencor contra los hermanos de otras religiones.

Es urgente para bien de la humanidad, que nuestras religiones, salgan de ese estancamiento rutinario de teorías huecas y vacías de Cristo y de verdad, y enseñen sistemas, didácticos prácticos, científicos y efectivos, que permitan, al hombre una transformación radical y total, física, psíquica, social y espiritual que permitan al hombre su Cristificación, la iluminación, el conocimiento de la sabiduría por medio de la practica del amor al prójimo, por medio del conocimiento científico de las Sagradas Escrituras interpretadas con sabiduría del Espíritu de Dios y no como acostumbran en la actualidad, lectura y más lectura, pero interpretada la Biblia a la letra muerta y con sabiduría de hombres, sin fuego y sin luz.

Dios no necesita dinero, Dios solo quiere que nosotros cumplamos sus mandamientos, sus leyes y nos transformemos de hombres malos en hombres buenos y que por medio de la santidad y el perfeccionamiento logremos entrar al Reino de los cielos. Pero es necesario dejar las teorías y estudiar prácticamente la ciencia Gnóstica que encierra en sí, los conocimientos, mas elevados entregados por el Cristo, para beneficio y salvación de la humanidad, mediante la revolución de la conciencia y otros estudios sencillos. Estos estudios son para todas las gentes sencillas, que de verdad quieren escapar para siempre de este valle de lágrimas y de dolor, hacia el Reino maravilloso de Dios.