Quetzalcoatl
SAMAEL AUN WEOR
EL AGUILA Y LA SERPIENTE COMO UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA, ORIGINAN LOS SOLES, LAS PLUMAS, LOS TIGRES Y LOS RITMOS DEL UNIVERSO.
Incuestionablemente, el tema de la obra "Quetzalcoatl" es trascendental. Merece ser reflexionado profundamente.
Ante todo, he de decir, en forma enfática, con entera claridad, que Quetzalcoatl no es un mito. Incuestionablemente, Quetzalcoatl es el Verbo, es la Gran Palabra, es el Logos Platónico, el Demiurgo Arquitecto del Universo, el Creador.
Cuando estudiarnos a Quetzalcoatl, descubrimos que en él existe el mismo drama cósmico de Jeshua Ben Pandirá, Jesús el Cristo. Quetzalcoatl cargando la cruz a cuestas nos recuerda, precisamente, al Mártir del Calvario.
Así, en realidad, Quetzalcoatl es el Logos, es lo que es, lo que siempre ha sido, y lo que siempre será; es la vida que palpita en cada sol. Antes de que el Universo existiera, Quetzalcoatl existía.
No sería posible aceptar en modo alguno, una mecánica sin mecánico, como cree la Antropología materialista, nosotros no debernos dejar de comprender que detrás de toda mecánica tiene que haber principios inteligentes; Quetzalcoatl es la Unidad Múltiple Perfecta, es el Cristo.
Cuando estudiemos a Quetzalcoatl no lo vamos a hacer desde un punto de vista literal, debemos analizarle juiciosamente a la luz de las más diversas teogonías. Quetzalcoatl que se expresa en todo lo que es, ha sido y será, es el fuego que radica en todo el núcleo universal.
No podrían ser comprendidos los Quetzalcoatls, los Deucaliones, los Hermes Trismegisto, los Budhas, sin conocerse previamente los Misterios Crísticos. Quetzalcoatl en realidad de verdad es semilla de remotos lugares... es fuerza de rumbos desconocidos para la humanidad actual, “Germen vivo del Superhombre".
Eso es Quetzalcoatl. Como principio inteligente puede ligar al Macrocosmos y al Microcosmos dentro del corazón del hombre.
El Árbol del Universo incuestionablemente es altamente simbólico, recordemos la "Erótica Griega". No hay duda que el ectais formal (-útero femenino) debidamente conectado con el falus vertical (-falo masculino) hacen cruz, las cuatro puntas de la cruz son: La Ciencia, la Filosofía, el Arte y la Mística.
Solamente mediante los misterios del Lingam-Yoni y Pudenda es posible conectar el alma con el espíritu, lo Macrocósmico con lo Microcósmico.
En tanto nosotros ignoremos los misterios de los Aztecas, los Zapotecas, los Toltecas, etc., será imposible lograr en nosotros, realmente, la fusión integral del espíritu con el alma. Los misterios del sexo son trascendentes y están en al cruz, repito: la inserción del Lingam vertical con el ectais formal forma Cruz y los misterios del sexo fueron enseñados por nuestro Señor Quetzalcoatl encarnado realmente, convertido en hombre vivo y no en simple personaje histórico.
El Cristo Cósmico, el Lagos Platónico, el Demiurgo griego, es Unidad Múltiple Perfecta.
Incuestionablemente, Quetzalcoatl, el Cristo es: I-N-R-I, analizando significa: I = Ignis, N = Natura, R = Renovatur, I = Integram. El fuego renueva incesantemente la naturaleza. El fuego Quetzalcoatliano se encuentra en el centro de toda Unidad Cósmica que surge a la vida, en el centro de toda constelación viviente, en el centro de todo Planeta, de todos los Soles, por eso es que Quetzalcoatl no ha perecido, nunca perecerá, existe antes de que el Universo existiera y seguirá existiendo a través de la eternidad.
El misterio de las almas gemelas es extraordinario y esto lo viene a poner de relieve sobre la faz, el gemelo Quetzalcoatl. Incuestionablemente la esencia purísima de nuestra propia alma puede manifestarse en cualquier otro organismo aparte del personal. He aquí el misterio de las almas gemelas, uno de los misterios más grandes y más sublimes del Amor.
Cuando un hombre encuentra a su compañera gemela incuestionablemente ha hallado la felicidad. Dichoso el hombre que encuentra a la mujer amada, sólo recordemos que el amor comienza como un destello de simpatía, se sustancializa con las fuerzas del cariño y se sintetiza en la adoración.
Un matrimonio perfecto es la unión de dos seres, uno que ama más y otro que ama mejor. El amor es la mejor religión.
No son los astros, en realidad de verdad, lo que preocupaba tanto a Quetzalcoatl, son los “Hombres”. Obviamente, los seres humanos estamos sometidos a la Ley del Péndulo; cuando hoy deseamos algo, mañana en realidad de verdad, le despreciamos.
Nuestra mente, nuestro corazón, están sometidos a la Ley del Péndulo. Las Naciones mismas se mueven de acuerdo con la Ley del Péndulo.
Naciones que en otra Era fueron profundamente religiosas, al cambiar el Péndulo, al situarse en vía opuesta, se volvieron materialistas. Al retornar el péndulo a su estado original primitivo se tornaron nuevamente religiosas. Ese es el caso de la Rusia actual. La mayor productividad de Parapsicología, según los cálculos que se han hecho y que nos vienen de Rusia, señalan que la espiritualidad comienza a brotar en Rusia, así sucederá algún día también en China, se cumplirán las palabras de Quetzalcoatl.
Cuando el péndulo retorne a su punto original primitivo, una nueva espiritualidad se mantendrá entre los chinos, entonces cambiará su historia.
Quetzalcoatl en vísperas de ser juzgado, condenado a muerte -dice el Presidente en su magistral y diamantina obra Quetzalcoatl-, cayó en la tentación de volverse inmortal. Eso merece una profunda reflexión, es mediante el amor, mediante la mujer, mediante el sexo, que nosotros podemos en verdad transformamos y convertimos en seres inmortales y poderosos.
Cuando se juzga a Quetzalcoatl, cuando se le señala injustamente y se dice de él, que no quiere a Tula, que no quiere a los Toltecas se le calumnia, cuando se afirma en forma enfática que Quetzalcoatl quiere a los hombres pero que los hombres todavía no existen, es algo que merece realmente ser reflexionado, obviamente nosotros necesitamos crear al hombre dentro de sí mismos, incuestionablemente llevamos dentro de nuestras mismas glándulas endocrinas los gérmenes del Hombre.
Ha llegado la hora en que nosotros conozcamos los misterios Quetzalcoatlianos, que conozcamos los misterios del Árbol del Universo, que conozcamos los misterios del sexo, que los estudiemos profundamente para transformamos radicalmente y convertirnos, en hombres y más tarde en "superhombres"
¡Tula termina, dicen los Toltecas! ¡Quetzalcoatl, Tula se acaba!
Sí, se acabó; se acabó el Edén perdido, la lejana Tula se volvió cenizas, el Jardín Edénico, el Jardín de las Esperides, se volvió polvareda cósmica. El hombre perdió sus facultades trascendentales y se convirtió en un mendigo, abandonó la sabiduría antigua, degeneró totalmente; y ahora solamente la gloria de Quetzalcoatl, en este Universo, puede transformarnos radicalmente y convertirnos en Superhombres...
¡Los Dioses se volvieron demonios! ¿ Quién lo negaría? ¿Qué se hicieron los grandes Hierofantes del pasado: los Moisés bíblicos, los Hermes Trimegisto, aquellos que gobernaban la Naturaleza entera? ¿Dónde están? ¡Cayeron los Dioses! Como dice Quetzalcoatl y se convirtieron en demonios, los Reyes en vasallos y los esclavos en nada.
¡Estamos en una Edad Negra terrible! Necesitamos regenerarnos, necesitamos estudiar a fondo los Misterios Quetzalcoatlianos, y llevar este mensaje de nuestro Señor. Quetzalcoatl por toda la América, para que arda la América con la llamarada de la gloria maravillosa de Quetzalcoatl.
Se cerró un ciclo. ¡La Serpiente se mordió la cola! Los Edenes de los tiempos antiguos quedaron perdidos y ahora el hombre encorvado, sufriendo, marcha por este doloroso camino, lejos, muy lejos, de la sabiduría Quetzalcoaltiana. Necesitamos regresar a la antigua sabiduría y hacer resplandecer los Misterios de Anahuac sobre la faz de la Tierra.
¡Se fue Quetzalcoatl a través de su cruz! ¡Sí! Por que en la cruz se encuentran los Misterios del Lingam-Yoni y Pudenda; porque la cruz es un instrumento de redención y de transformación. Se fue Quetzalcoatl, pero debe vivir en nuestro corazón, debe nacer en cada uno de nosotros. ¡Se fue, sí! Como se iban las almas de los difuntos en el viejo Egipto navegando en la barca de Ra, rumbo al sol inefable. Se fue Quetzalcoatl, pero debemos llamarlo con todo nuestro corazón, debemos invocarlo, y debemos eliminar de sí mismos esos defectos que cargamos dentro y que nos alejan de nuestro Señor Quetzalcoatl.
La obra maravillosa de nuestro señor presidente, licenciado José López Portillo, debe ser cincelada en oro, sobre mármoles divinos...
“Amigos, ha llegado la hora en que nosotros debemos revolucionarnos contra nosotros mismos, ha llegado la hora en que debemos transformarnos, ha llegado el momento en que debemos abrir los viejos códices de Anahuac y conocer la sabiduría serpentina de nuestro Señor Quetzalcoatl.
"¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!"
"EL SECRETO DE QUETZALCOATL"
Amigos, hemos asistido a un evento extraordinario, ciertamente el drama de Quetzalcoatl resplandece en la noche aterradora de todas las edades, es el mismo drama que representaran en loS misterios de Eleusis, los Mistos, los Iniciados; es el mismo drama que representara públicamente, sobre las calzadas de Jerusalén, el Gran Kabir JESÚS.
No podía faltar en México, la tierra sagrada de los tiempos antiguos, el drama cósmico que se ha bosquejado aquí en forma extraordinaria. Obviamente Quetzalcoatl resplandece en el Cosmos inefable, es el Logos, unidad múltiple perfecta.
Quetzalcoatl es también Mitra, es Hermes Trimegisto el tres veces grande, Dios Ibis de Thot, es en realidad de verdad el Sol Espiritual. Quetzalcoatl es la serpiente emplumada, la serpiente mística de los misterios Órficos y de los misterios de Egipto y de los misterios de los Cambires y de los misterios del glorioso México Antiguo y Arcaico.
No es Quetzalcoatl un personaje meramente mitológico, como suponen los ignorantes ilustrados, no, Quetzalcoatl es el mismo Principio Cósmico que puso en existencia el Universo, es la Palabra, es el Verbo de Juan; con justa razón dijo Juan: "En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios, por él todas las cosas fueron hechas y sin él nada de lo que es hecho hubiera sido hecho".
Quetzalcoatl es el Verbo mismo, la palabra encantada, antes de que el Universo existiera, Quetzalcoatl existía. Quetzalcoatl es la serpiente emplumada que se revolvía entre la polvareda cósmica, en el Omeyocan, cuando apenas comenzaba a amanecer la Vida sobre este Sistema Solar. Quetzalcoatl es en sí mismo el Logos Platónico, el Crestos Hebraico, el Vishnú Indostánico.
Quien no conocen la sabiduría hermética, quienes nunca en realidad de verdad han hecho un estudio sobre Cosmogénesis, quienes nunca estudiaron Antropología Gnóstica, esos que creen que saben demasiado, cuando en realidad de verdad, ignoran la religión sabiduría de los tiempos arcaicos, piensan que Quetzalcoatl es un mito, un ídolo y hasta lo miran con desdén.
Ha llegado el momento en que nosotros pasemos por una gran revalorización de principios, ha llegado el instante en que nosotros entendamos claramente que Quetzalcoatl nos indica lo que debemos hacer. Si nosotros queremos en verdad transformarnos, tenemos un prototipo extraordinario, ¡Quetzalcoatl! Quetzalcoatl como Logos es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será, es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol, es la Palabra.
Incuestionablemente, Quetzalcoatl es el Cristo Mexicano, es el centro fundamental de todo este drama. En realidad de verdad mis queridos amigos, ha llegado el momento para nosotros grandioso, se ha abierto en nuestra inteligencia la primera llamada de la comprensión.
Empezamos a creer que el Logos puede ser visto de distintas maneras: ya desde el ángulo hebraico o desde el ángulo egipcio, como también podemos estudiarlo a la luz del México Arcaico. Quetzalcoatl como Crestos, como Vishnú, como Logos, es el Verbo.
La palabra fue la que dio a este Universo la vida, la palabra sostiene a este Universo, el Logos suena, el Logos es música, la música también es esférica y fluye en todo el panorama cósmico. Dentro de nosotros está latente Quetzalcoatl, dentro de cada uno de nosotros existe la posibilidad de encarnarlo.
El hombre que está en la lejana Tula, el hombre que cae en tentación, que se embriaga con el vino, que fornica y pierde todos los poderes, el hombre que abandona sus palacios maravillosos, que se dirige a la Tierra Roja, a la Tierra de los Mayores. El hombre que se ve en el espejo y dice: “estoy muy viejo", el hombre que sufre y llora y anda por estos caminos del mundo con la cruz a cuestas, ése es Quetzalcoatl.
Resucita entre los muertos, resplandece gloriosamente en el infinito espacio inconmensurable, es gloria, es luz, es sapiencia.
Nosotros también como Quetzalcoatl, un día lejano perdimos el Edén maravilloso del que nos habla el Génesis hebraico, salimos del Jordán de las Esperides, abandonamos los Campos Elíseos, cuando caímos en la fornicación animal. Mas ante nuestra vista hay un guía, un guía extraordinario y maravilloso, que nos indica el camino de la liberación. Ese guía es ¡Quetzalcoatl!
Amigos, la cruz que carga Quetzalcoatl es formidable, esa cruz formidable ese Árbol del Universo, contiene el secreto mismo de la doctrina de Quetzalcoatl. Pensemos un momento en el Lingam Vertical y el Yoni horizontal incuestionablemente la inserción del Phalus vertical dentro del Ecteis formal, hacen cruz, la cruz que carga sobre sus hombros Quetzalcoatl, la cruz que carga el Gran Kabir Jesús también rumbo al Calvario, la cruz espléndida de todas las edades.
Amigos, incuestionablemente, si la cruz es el instrumento de tortura y de martirio, también en verdad, la cruz es el instrumento de la liberación. En los tiempos antiguos de la Lemuria se conoció la llave del Arca de la Ciencia; entonces los hombres y mujeres que aún no habían perdido la inocencia edénica, se reunían en los Templos de Misterios para reproducirse; mas no se reproducían como se reproducen los hombres verdaderos, se reproducían como se reproducen los superhombres. Entonces se aceptaba claramente el don de "Kriya-shakti", hombres y mujeres se unían para crear y volver nuevamente a crear. Mas nunca derramaban el Vaso de Hermes Trimegisto, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, y como secuencia o corolario, la serpiente sagrada ascendía por la espina dorsal de aquellos hombres sagrados; y tenían aquellas criaturas poder sobre el fuego, sobre los aires, sobre las aguas y sobre la perfumada tierra.
Mucho más tarde en el tiempo, los seres humanos cayeron en la generación animal y como secuencia o corolario derramaron el Vaso de Hermes, perdieron todos sus poderes.
Cayó Quetzalcoatl, sí cayó, pero ahora todos nosotros podemos dirigimos hacia la Tierra Roja, hacia la Tierra de nuestros antepasados, hacia la Tierra de nuestros Mayores, para lograr nuevamente la luz del esplendor. Solamente llegando hacia esa Tierra bendita lograremos la Resurrección y aparecerá entonces la figura de Quetzalcoatl dentro de nosotros mismos aquí y ahora; nos cubriremos de gloria, nos cubriremos de esplendores, tendremos poder para dominar los aires, el fuego, a la tierra y a todos los elementos de Naturaleza en general.
Día llegará en que los que sigan la Doctrina de la Gnosis podrán provocar cambios en la naturaleza, día llegará en que aquellos que sigan la doctrina de la Gnosis, lograrán la resurrección del Quetzalcoatl dentro de sí mismos, aquí y ahora.
Nosotros los gnósticos tenemos la clave de todos los imperios y la llave de todos los poderes, podemos hacer temblar la tierra y mover los huracanes, porque conocemos el secreto de Quetzalcoatl, y ese secreto lo ignoran los cerdos del Materialismo, ese secreto es el ¡Gran Arcano!
REFLEXIONES SOBRE QUETZALCOATL
Quetzalcoatl, es el prototipo divinal de todos los tiempos, es el Logos Platónico, la unidad múltiple perfecta.
Quetzalcoatl, es la Gran Palabra, es el verbo que fecunda a la materia caótica para que surja la vida.
En modo alguno sería posible el nacimiento del Universo, si excluyéramos a nuestro Señor Quetzalcoatl.
En cuestiones de Cosmogénesis, el pensamiento Quetzalcoatliano resulta matemático como una tabla pitagórica.
El verbo Quetzalcoatliano, hace fecundo al Omeyocan para que surja la vida en la aurora de la creación.
Incuestionablemente sólo hay viento y tinieblas en el Omeyocan, antes de que la palabra fecunde a la materia caótica.
En el Yoalli Ehecatl, donde se arremolina la quietud infinita, la vida aguarda latente el instante de ser despertada a una nueva actividad.
Ostensiblemente, la geometría Quetzalcoatliana es el fundamento de cualquier Cosmogénesis.
Indudablemente el fuego Quetzalcoatliano es el centro fundamental de toda unidad cósmica.
Sería inconcebible excluir al "INRI", al fuego viviente y filosofal de cualquier obra creativa universal.
En el amanecer de la vida la serpiente emplumada se retuerce amenazadora entre la polvareda cósmica.
Ostensiblemente la geometría Quetzalcoatliana estructura los arquetipos determinativos de la naturaleza y del cosmos. Todo en el Universo se desarrolla de acuerdo con la ley de número, medida y peso.
Quetzalcoatl, como Demiurgo arquitecto del universo, da forma matemática y geométrica a todo lo que ha sido, es y será.
En el ombligo del mundo, donde surgen las formas determinativas y arquetípicas de este gran Universo, el pensamiento Quetzalcoatliano es el fundamento matemático.
La gran creación surgida dentro del seno del negro Tezcatlipoca es fecundada, gobernada y dirigida por la serpiente emplumada.
El águila y la serpiente, como unidad múltiple perfecta, origina, los soles, las plumas, los tigres y los ritmos de Universo.
Modelo diamantino y precioso del pensamiento Quetzalcoatliano es la Magna Obra titulada "Quetzalcoatl", del Señor Presidente de México, Lic. José López Portillo, insigne expositor de la sabiduría de Anahuac.