LAS BODAS DE CANAÁN
El primer milagro que hizo Jesús fue transmutar el agua en vino, este es el primer milagro que tienen qué hacer nuestros discípulos, por ahí se entra en la iniciación; este milagro lo hizo Jesús en Bodas.
Es también muy cierto que dentro del matrimonio, a través del contacto sexual tenemos que transmutar el agua en vino, tenemos que transmutar el agua (semen) en el vino de Luz del Alquimista; la magia sexual es el camino.
El Cristo Jesús al abrir la senda de la iniciación públicamente para toda la humanidad doliente, empezó por enseñarnos la transmutación sexual, la magia sexual. El Cristo Jesús representó en carne y hueso todo el drama de la iniciación el cual comienza con la transmutación sexual; con la magia sexual nos convertimos en Dioses. Cuando los cónyuges se levantan al estado de Dioses, solo entonces pueden ya gozar de las delicias del amor sin contacto sexual, eso ya es cosa de Dioses.
Cuando estudiamos los anales Akáshicos de la naturaleza, vemos un gran palacio de madera. Las bodas de Canaán fueron fastuosas; La prometida era una joven aristócrata de aquel viejo palacio, rostro trigueño, nariz roma, labio superior saliente, cuerpo de mediana estatura; vestía el blanco traje nupcial y en su cabeza una corona de flores; la fiesta fue solemne y Jesús asistió a ella. De pronto se terminó el vino y todos se miraron entre sí como diciendo: esto ha terminado; Jesús atravesó el salón y se dirigió a un rincón del fastuoso palacio, allí había un tonel lleno de agua pura, era cuadrado y sobre el agua flotaban algunas hojas de oliva; El Cristo Jesús extendió su mano derecha sobre aquella agua pura de vida y transmutó entonces el agua en vino, todos se regocijaron y continuó la fiesta.
Con este milagro enseño públicamente la magia sexual; tenemos que transmutar el agua de vida (semen) en vino de Luz del Alkimista, así despierta el fuego sagrado, así se desarrollan nuestros fuegos espinales.
No olvidemos que dentro de toda semilla vegetal, animal y humana reside el Cristo Cósmico.