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El Quinto Evangelio.- Sucesos Extraordinarios a la Luz de la Gnosis

SUCESOS EXTRAORDINARIOS A LA LUZ DE LA GNOSIS

  ...En forma enfática sobre el enigma del hombre.

Ciertamente, ha llegado la hora de saber, quiénes somos, de dónde venimos, para dónde vamos, cuál es el objeto de nuestra existencia, por qué existimos, para qué existimos.

El CUERPO FÍSICO no es todo. El cuerpo está formado por órganos y los órganos por células, y las células por moléculas, y las moléculas por átomos; y si nosotros desintegramos un átomo de nuestro cuerpo liberamos energía nuclear. Así, en última síntesis, nuestro cuerpo físico se resume en DISTINTOS TIPOS Y SUBTIPOS DE ENERGÍA.

Con justa razón Einstein dijo: “Energía es igual a masa multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado”. También dijo: “La masa se trasforma en energía, la energía se trasforma en masa”...

Así pues, la VIDA, toda, es ENERGÍA DETERMINADA Y DETERMINADORA; determinada por las antiguas ondulaciones, determinadora de nuevas ondulaciones.

Más allá del cuerpo físico existe, en realidad de verdad, algo que los Rusos han descubierto en estos tiempos modernos. Quiero referirme, en forma evidente, al CUERPO BIOPLÁSTICO.

Existe actualmente en la Unión Soviética, cierto aparato óptico-electrónico muy penetrante, mediante el cual ha sido posible, no solamente percibir el Cuerpo Bioplástico o Asiento Vital de la vida orgánica, sino que además ha permitido fotografiarlo; y esto es algo muy importante.

El Cuerpo Bioplástico es el mismo “CUERPO VITAL” del que nos hablaran los Indostanes, el “LINGA SHARIRA”, la “MUMIA” de Paracelso.

El mismo don Emmanuel Kant, el filósofo de Königsberg, admite un “NEXUS FORMATIVUS” para el cuerpo físico.

Es evidente, que los elementos puramente bioquímicos no explican, por sí solos, la existencia de la vida. Se necesita, repito, un Nexus Formativus. Afortunadamente ya se le ha fotografiado, y se le denomina, repito, Cuerpo Bioplástico.

Pero vayamos un poco más lejos: El Asiento de la vida orgánica y un cuerpo físico, no explican, realmente, todos los procesos psicológicos que existen dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Obviamente, hay muchos fenómenos extraordinarios en lo... ...de nuestra existencia, inex plicables, realmente, para los Físicos.

Nosotros necesitamos analizar ciertos aspectos trascendentales esta noche, con el propósito de inquietarnos en esta cuestión del enigma del hombre...

Hace algún tiempo, en Nápoles, se hicieron experimentos extraordinarios con la médium EUSAPIA PALLADINO. En presencia de esta mujer, algunas mesas se levantaban solas en el aire, violando, totalmente, la Ley de la Gravedad.

Instrumentos musicales eran tocados por manos invisibles: Una mandolina que se hallaba en el suelo del laboratorio, fue levantada por manos invisibles y de ella resonaron melodías extraordinarias. Un instrumento de música, encerrado dentro de una caja de hierro, vibró dulcemente con las más extraordinarias sinfonías. Sin embargo, esa caja estaba cargada de electricidad en alta tensión.

Muchos fenómenos extraordinarios se sucedían en presencia de Eusapia Palladino de Nápoles. Vinieron sabios de toda Europa a estudiar el fenómeno; hombres incrédulos, Materialistas, Ateos, enemigos del Eterno. “Iban –decían ellos– con el propósito de desenmascarar el fraude”, así lo decían, así lo afirmaban en forma enfática.

Empezaron por analizar el organismo físico de la médium: Le analizaron las heces fecales, la orina de la presunta paciente, la sangre, etc. Se le colocó, en las sesiones, sentada en una silla muy segura; de lado y lado había postes de acero, a los cuales era ligada con alambres eléctricos; no había, pues, posibilidades de fraude, además, científicos de lado y lado, la vigilaban detenidamente.

La médium caía en estado de trance y en su presencia sucedían cosas insólitas: Por ejemplo, la MADRE DE BOTAZZI, muerta hacía muchos años, avanzó a través del laboratorio, visible y tangible para todos, y abrazó, naturalmente, a su hijo.

Se le tomaron fotografías, se tomaron moldes en yeso que crearon evidencias ante la fotografía, moldes de manos, de rostros invisibles, etc.

Era, pues, un laboratorio debidamente organizado, como se decía, para estudiar el caso o para desenmascarar, claramente, la posibilidad de cualquier fraude.

El resultado de tales experimentos fue que aquellos Materialistas Ateos, enemigos del Eterno, incrédulos en un ciento por ciento, regresaron a sus países de origen, perfectamente convencidos de esa clase de Fenómenos Psíquicos.

Tengo entendido, que todos esos eventos fueron debidamente registrados por las Sociedades de Investigaciones Psíquicas. Así que vale la pena investigar todas estas cosas.

¿Y qué diremos nosotros de WILLIAM CROOKES? Bien sabemos, que ese hombre fue el primero que presentó la materia radiante en sus tubos de cristal; un gran científico. En presencia de las SEÑORITAS FOX, de Merville, acaecieron insólitos acontecimientos...

Estas señoritas fueron encerradas en dos cámaras debidamente aseguradas con cadenas, con el propósito de evitar cualquier fraude. Ya en estado de catalepsia, acaecieron extraordinarios acontecimientos... Por ejemplo: Se dio el caso maravilloso de KATIE KING, era una joven que había muerto hacía muchísimos años; demostraba una edad de unos 25 años.

Katie King se materializaba físicamente en pleno laboratorio; y materializada físicamente, se dejó someter a toda clase de exámenes rigurosos: Fotografía, peso, análisis de sustancias, etc.

William Crookes no era ningún charlatán. William Crookes era un sabio, que solamente quería investigar estas cuestiones. Katie King permaneció físicamente materializada en un laboratorio durante tres años...

Así sucedió, pues, que Katie King permaneció con los científicos departiendo con todos sus conocimientos; obviamente, hablaba maravillas.

Todas los que concurrieron a las sesiones aquéllas, en pleno laboratorio, eran tipos escépticos, incrédulos en un ciento por ciento, y sin embargo, tuvieron que convencerse de este realismo.

A los tres años, Katie King dijo: “Bueno, ya he cumplido la misión que traía: Convencer a los científicos de que existe algo que está más allá del cuerpo físico; de que sí, continúa uno viviendo en el más allá, creo que les he dado pruebas suficientes. Me despido, pero antes de despedirme les voy a dejar un bucle de cabello materializado”. Ciertamente, dejó el bucle sobre la mesa, materializado, como testimonio de que ellos no habían sido víctimas de ninguna alucinación durante tres años, y se fue desmaterializando, poco a poco, en presencia de las cámaras fotográficas. Entre llantos, todos la despidieron.

Katie King era una de esas Almas grandes, que vino, pues, del Más Allá, para dar pruebas evidentes de la existencia de ultratumba. Se despidió Katie King en presencia de todos los científicos. Su desmaterialización fue lenta y suave, maravillosa, extraordinaria, y todo quedó registrado en las cámaras fotográficas.

Después de experimentos de esta clase, no sé como puede todavía existir Materialismo en el mundo. Esto es algo que verdaderamente, parece que, dijéramos, cuestión insólita. Los experimentos estos fueron a toda prueba; no fueron experimentos a la ligera, fueron en presencia de eminentes sabios. Así que bien vale la pena que luego nosotros estudiemos estas cosas.

En cuanto a lo que mí se refiere, también he sido testigo presencial de insólitos experimentos: Conocí una vez un hombre que por donde quiera que andaba llevaba una CAJITA de madera. En esa cajita se veía siempre una CRUZ NEGRA pintada...

Aquel hombre era un buen amigo (un gran “cuate”, como a veces nosotros decimos), pero nunca abría su cajita. Para mí, siempre ésta era un enigma en sí misma...

Un día de esos tantos me invitó a su rancho; yo fui, claro, y fuimos otros amigos. Allí, a media noche, el hombre abrió su caja después de hacer algunas plegarias bastante exóticas, y sacó de la misma (para nuestro asombro), un cráneo. Decía él que “tal cráneo era de un indígena”, de un indio, muy sabio...

Bueno, aguardamos nosotros a ver qué pasaba, pues. En esos instantes el cielo se llenó de negros nubarrones y empezaron a caer rayos; los truenos eran espantosos; el hombre continuaba con sus plegarias...

La mesa se mecía enfrente nosotros, ¿Qué hacía levantada sobre el piso? ¡Cosa rara, una mesa violando la Ley de la Gravedad! Y nosotros no estábamos fascinados, ni locos, ni lunáticos, ni “briagos”, ni hipnotizados, estábamos en completo uso de nuestras facultades; y la mesa suspendida, sin embargo, sobre el piso...

El cráneo, que estaba sobre aquella mesa, avanzó hacia mí; frenó de golpe y luego se posó sobre mis brazos. No tuve yo el más insignificante temor...

En esos momentos entró, pues, en la casa, en el rancho, un extraño fantasma (entiendo que era el difunto mismo, el dueño de aquél cráneo). Pasó junto a mí; yo no sentí ningún temor, pues estoy acostumbrado a todas estas clases de investigaciones. Pero seguía lloviendo espantosamente; los rayos se hacían cada vez más fuertes; los truenos espantaban a la muerte...

Con gran asombro vi que mi amigo (que era el invocador), palidecía de terror, y dijo de pronto: “Imposible, no debemos continuar con esto, es peligroso; la noche está pavorosa”...

Le vi orar, orar muchísimo, lleno de infinito terror. El cráneo se posó nuevamente sobre la mesa; pronunció nuevas oraciones, y al fin y al cabo, guardó su cráneo dentro de la cajita otra vez, le echó un candado y dijo: “¡Basta, terminó la sesión!”...

Éstos son asuntos que a mí me constan, y si doy testimonio de esto es para bien de todos ustedes. Porque me parece que cuando un hombre descubre algo debe compartirlo con sus semejantes.

La posición egoísta, ciertamente, no es la más indicada. Yo siento un placer, dijéramos, en platicar con todos ustedes aquí; ustedes han venido para escucharme y yo estoy aquí para hablarles, por lo tanto, debo dar testimonio de lo que he visto y oído.

Conocí otro caso también, que me apareció bastante interesante: Llegué en alguna ocasión a cierta casa. Me habían llamado allí para informarme que HABÍAN DESCUBIERTO UN TESORO; que cierta dama (cuyo nombre no menciono), veía a una difunta y que ésta le indicaba un lugar donde existía el tesoro.

Llegué a la casa aquella; si bien no pude menos que sorprenderme, al ver que habían hecho un tremendo agujero en el piso, y que aquéllas gentes aguardaban de mí algo decisivo sobre la cuestión. Bueno, lo curioso de todo esto fue que había una dama allí muy burlona, que reía y reía incesantemente a medida que explicaba estas cosas. Naturalmente, su burla no era sino un poquito molesta; más tuve paciencia...

De pronto me dije a mí mismo algo que realmente me asombró a mí mismo: “Voy a hipnotizar a esta burlona, a ver si se le quita de una vez su burlita, pues, ya está acabando con mi paciencia”.

  ...Mirándola fijamente e hice un esfuerzo decidido para que entrara el TRANCE HIPNÓTICO. Sus familiares estaban perplejos mirando a ver qué sucedía, pues nunca la había hipnotizado nadie en la vida, pero francamente cayó en trance, profundamente dormida. Y ya en ese estado, pues, percibió a la difunta, la que se decía ser dueña de un rico tesoro, que lo había dejado enterrado hacía mucho tiempo, etc., etc., etc...

Bueno, de acuerdo con las indicaciones se pusieron todos, pues, a trabajar; sin embargo, yo pude a través del análisis psicológico y del sentido de Autoobservación Íntima, es decir, utilizando mi poder Clarividente, darme cuenta, pues, de que ella percibía (en ese estado de trance hipnótico), únicamente las FORMAS MENTALES de los asistentes: Todos pensaban que allí había realmente un tesoro, y esas formas mentales eran percibidas por la dama aquélla.

En cuanto a la difunta realmente sí era realidad, sí existía, lo pude verificar con la Clarividencia. Luego, les dije a todos: “Lo que esta dama en estado de trance hipnótico percibe, son únicamente las formas mentales de ustedes. No les aconsejo, en modo alguno, continuar con las excavaciones. El hueco que ustedes están haciendo es tan grande, que si continúan ustedes con ese hueco, pronto manará agua, y entonces las paredes de esta casa se derrumbarán. Más vale que ustedes renuncien a esta cuestión, pues no tiene seriedad alguna”...

Haciendo después grandes esfuerzos logré despertar a la dama, sacarla del trance hipnótico en que se encontraba... Éste es otro asunto que también experimenté por mí mismo, y del cual vengo a dar testimonio aquí, ante ustedes.

Un tercer asunto que me pareció bastante interesante fue el de un herrero: Este hombre herraba caballos, era un hombre muy fuerte...

Un día de esos tantos, hablamos sobre asuntos psíquicos y me manifestó que él era MÉDIUM DE ESPIRITISMO, y hasta me invitó a una sesión...

Asistí, claro está; quería verla, ver aquello, a ver en qué paraba; quería observar fenómenos con el propósito de investigar, de analizar, porque uno tiene que verificar, claramente, todas esas cosas.

Así que, en plena sesión, después de muchas plegarias, aquél hombre entró en trance hipnótico espiritista. Era de admirarse y verse el estado en que había quedado esta criatura: Ese hombre temblaba, movía los brazos, las piernas, gritaba. De pronto se transformó su rostro totalmente, y alguien habló con voz cavernosa a través de su laringe. Nosotros le interrogamos:

– ¿Quién es usted que ha venido a tomar este cuerpo físico, esta materia? Respuesta:

– Soy Belcebú, Príncipe de los Demonios, ¿qué queréis de mí? Luego tomó la mano de aquel médium, agarró una pluma y escribió una frase terrible, dijo: “Bel tengo mental la petra y que a el le anduve sedra, vao genizar le des”. Luego firmó (la firma de Belcebú, Príncipe de los Demonios)...

Tuvimos nosotros que hacer supremos esfuerzos para conjurar al Tenebroso que se ensañaba con el pobre médium: lo lanzaba contra las bardas, contra el techo, lo estaba golpeando terrible-mente...

Nosotros hacíamos esfuerzos suprahumanos, orábamos, suplicábamos, y algunos hasta lloraban, pues, contemplando la escena dantesca. Fueron grandes los esfuerzos hasta poder sacar al Tenebroso de entre el cuerpo de ese médium. Esto fue algo costoso. Al fin, logramos el triunfo...

Muy de mañana fui a buscarlo a su herrería. ¡Caray, como había quedado este pobre hombre! Le encontré lleno de grandes manchas negras en todo su cuerpo, terriblemente abatido, golpeado y adolorido. Y muy arrepentido me dijo: “Yo no vuelvo a meterme en estas cosas, estas son Entidades Tenebrosas”. Bueno, me despedí de aquel hombre, no volví a saber de él...

Estoy hablándoles a ustedes de hechos, porque es lo que nos interesa: Los hechos, hechos concretos, claros y definitivos.

Obviamente los Fenómenos Psíquicos pueden ser explicados... ...uno se propone experi mentar, hay fenómenos que resaltan a simple vista; eso es obvio

Por ahí hay un dicho vulgar que dice que “no hay que creer en BRUJAS, pero que las hay, las hay”. Sobre eso también yo pude evidenciar ciertos casos interesantísimos: Conocí un caso, sobre todo único en su especie: Un extraño pajarraco que había en una casa se posaba sobre el árbol del jardín. La dueña de aquella casa decía: “Bueno, yo sé bien quien es ese pajarraco”...

Aquel pajarraco lanzaba extraños sonidos desde el tejado. Un día dijo la dueña: “Un día me las vas a pagar”...

Puso unas tijeras en cruz, en el suelo, regó un poco de mostaza negra alrededor de las tales tijeras. Para colmo de los colmos, aquel pajarraco cayó sobre las tijeras transformado en una mujer desnuda, absolutamente desnuda...

La dueña no tuvo ningún inconveniente en azotarla; le dio tremendos azotes y luego sin más ni más la lanzó a la calle. Una vecina se compadeció de la infeliz mujer y la vistió. Éste es un caso concreto, extraordinario.

Casos de estos hay muchos y la gente, sin embargo, se muestra escéptica. Pero vale la pena dejar de ser escépticos aunque sea por cinco minutos, e INVESTIGAR ESTAS COSAS, porque todas ellas, de una u otra forma, están relacionadas con nuestra propia existencia; se relacionan con el enigma del hombre, lo que somos, etc.

En la Literatura Ocultista se habla mucho del CUERPO ASTRAL. Por ahí PAPUS, hace una narración de un aristócrata, de un caso relacionado, precisamente, con una bruja del aquelarre.

Nos dice el Conde Papus, Dr. Encausse (que fuera médico de cabecera del Zar Nicolás de Rusia), que él fue testigo de lo siguiente: Este señor llegó a un pueblo por allá, en Europa, y allí se puso en contacto, pues, con muchas personas. Más de pronto, en un campo donde él estaba de visita, un perro vino furioso a morderle; un sargento enfurecido, un paciente... ...salvó al Doctor Encausse... ...de esa familia campesina que fue testigo de la cuestión, mas otro se pone... ...dándole patadas...

Mas había allí una mujer muy delicada, de ojos verdes, penetrantes. Ella miró fijamente al sargento, sin parpadear. En su mirada, obviamente había ira, ira terrible (eso cuenta el Doctor Encausse, Papus)...

Pero, ya en la noche, hubieron hechos que dejaron perplejo a aquél sargento: Comenzó, ya acostado en su cama, a oír extraños ruidos en la puerta. Alguien trataba de golpear la puerta, y al fin, el sargento enfurecido se levantó, vio una figura de mujer fosforescente, y lleno de tremenda ira porque le había despertado de su sueño, no tuvo inconveniente alguno en descargar su sable sobre la cabeza de la infeliz. El fantasma aquél desapareció como por encanto...

Mas al otro día, y el doctor Papus, que se puso en contacto con el sargento, recibió la información. Y ambos (sargento y el médico de cabecera del Zar Nicolás), se trasladaron, directamente, a la casa de campo donde vivía aquella mujer...

Cual no sería su asombro cuando al llegar la encontraron ya muerta, con tremenda herida en la cabeza. ¿Cómo explicaría la Ciencia Materialista esto? ¿Qué explicación podría darle a sucesos de esta clase? Son hechos, hechos evidentes y ante los hechos tenemos que rendirnos; no hay la menor duda.

Así que esta noche nos hemos reunido aquí con el propósito de inquirir sobre todo eso, de investigar, de saber algo más de lo común.

Todos ustedes habrán visto, o por lo menos algunos de ustedes habrán visto la película aquélla titulada “EL CONDE DRÁCULA”. Lo de Drácula es... ...es real, eso puedo asegurárselos.

La misma Maestra Helena Petronila Blavatsky, en su obra titulada “Isis sin Velo”, habla del Conde Drácula. Sucedió el caso más extraordinario, pues, en la antigua ciudad de San Petersburgo, que más tarde se llamara Stalingrado...

Bueno, había un alcalde en aquél lugar, una autoridad cruel y... ...un hombre muy cruel que azotaba a su mujer constantemente. Bueno, aquél hombre murió de la noche a la mañana; le dieron cristiana sepultura, etc., etc., etc...

Mas después de muerto, el Conde Drácula se presentaba siempre en su casa a azotar a la mujer, y era visible y tangible para su mujer. Y no solamente hacía eso el Conde Drácula, sino que también dejaba víctimas por doquiera, pues, se decía él, que era un vampiro, que mordía, pues, la aorta y se chupaba la sangre de las víctimas...

Los casos se multiplicaban incesantemente, y al fin el clero (obispos, arzobispos, sacerdotes) resolvieron aguardarle a media noche en un puente, porque todos los vecinos aseguraban que del panteón salía un carruaje conducido por el Conde Drácula y que pasaba por aquél puente...

El clero aguardo así, con sus exorcismos, sus cruces, etc., y en verdad apareció el carruaje del Conde Drácula, pero los sacerdotes del clero fueron arrollados por el mismo...

Las cosas se ponían siempre de mal en peor, hasta que algunos sacerdotes muy sabios consultaron viejos pergaminos. Se fueron entonces al lugar donde estaba la sepultura, abrieron aquélla, encontraron el ataúd; abrieron el ataúd y encontraron el cadáver del Conde Drácula perfectamente conservado.

Y aquélla caja estaba llena de sangre humana; miraron los pies y estaban llenos de lodo (lo indicaba, pues, que aquel cadáver se escapaba por la noche). Los sacerdotes sacaron el cadáver fuera de la sepultura y le clavaron una estaca exactamente en el corazón... ...Luego fue quemado el cadáver, y así se libró todo el vecindario de las impertinencias de aquél vampiro.

Así pues, eso tiene realismo, eso está en los anales históricos de la misma Rusia Soviética, que no se puede jamás ignorar. ¿Cómo haría para escaparse aquel difunto del sepulcro? Sería utilizando la CUARTA VERTICAL, la Cuarta Coordenada; sólo así podría esto tener una explicación lógica; pero el hecho sucedía, son acontecimientos; hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos.

Continuando por ese camino de las investigaciones... ...Obviamente, existe algo más, algo que está más allá de la muerte, esto no lo podemos negar en modo alguno, sería absurdo, ¿verdad?

Yo mismo fui testigo presencial de acontecimientos, dijéramos, de ultratumba. Por allá, cuando estaba muchacho, tal vez tendría unas 18 primaveras, tuve por ahí una noviecita; no la amaba realmente, podría decirle a ustedes que estaba únicamente con el propósito de pasar el tiempo.

Cualquier día de esos tantos, resolví alejarme sin despedirme. Llegué aun pueblo, pues, y me dieron posada en una casa (una casa que... ). La dueña de aquélla casa era una ancianita bastante entrada en años, mas ella, pues, me dio la posada.

A media noche dormía yo muy tranquilo, pues, en mi cama. Tenía un pabellón como para que no se metiesen los insectos. De pronto, muy tranquilo, todavía despierto, sin haber conciliado el sueño, sentí tres golpes acompasados en la puerta; me senté... ...con el propósito, pues, de abrir, dijera, pues estaban tocando en la puerta...

Mas en el instante en que así lo intenté, dos manos se pasaron, prácticamente, a través de aquel pabellón y se unieron con mis hombros; luego apareció todo el cuerpo de una mujer; pude ver, obviamente aquella novia. Lloraba amargamente y me acariciaba el rostro, me besaba; en fin, se quejaba de que yo me había ido sin despedirme; me calificaba de hombre ingrato. Quise decir algo, pero, francamente les digo a ustedes, se me trabó la lengua... La cuestión estaba bastante espantosa...

Apelé entonces a la mente, y mentalmente le dije al FANTASMA:

– ¡Retírate, vete de aquí!

– Me voy –respondió el fantasma– sí, me voy. ¡Ingrato!... ...yo que te estaba queriendo tanto... ...de su cariño, le dije:

– ¡Largo, largo, fuera de aquí!

El fantasma, entre suspiros y congojas ,se dirigió hacia la puerta de entrada; de pronto me asalta una idea tremenda, dije: “Sí, éste es precisamente el momento que aguardaba, ahora es cuando yo puedo saber qué hay de cierto en estas cosas de tales fantasmas, si existen, si no existen; en fin, éste es el momento preciso”...

Con sólo pensar así, se me disipó el temor; y disipado el temor, pues, pude articular palabra. Exclamé:

¡No temáis, regrésate!...

Bueno, me regreso –dijo el fantasma–.

Sí, me interesa que te regreses...

Me senté en la cama, encendí la luz de aquella sala, e investigué primeramente mis propios sentidos para saber en qué condiciones estaban. Revisé mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi olfato, mi tacto, dije: “No estoy borracho, no estoy hipnotizado, no estoy loco, estoy en pleno uso de mis cinco sentidos, soy un hombre cabal”...

Entonces, revisados mis propios sentidos para asegurar no ser víctima de alguna alucinación, procedí pidiéndole al fantasma que me diera la mano. El fantasma me la dio... ...de esa mano. Le tomé el pulso; vi que tenía las pulsaciones normales. En cuanto... ...una Materia que no pertene cía al Mundo Tridimensional, pero era Materia, eso sí; MATERIA, dijéramos, SUPRADIMENSIONAL (una Materia extraña que estoy seguro no la conocen los Materialistas). De manera que la Materia tiene muchos niveles, muchas formas que la Ciencia desconoce.

Toqué su corazón a ver si palpitaba, y sí, funcionaba; a ver si tenía un hígado, y sí, lo tenía; un bazo, lo tenía. Parecía que tenía toda la anatomía completa... ...para ver qué tenía de real.

Perfectamente convencido de la realidad de aquel fantasma. Después de múltiples análisis, le dije:

¡Bueno, muchachita, retírese! Estoy totalmente satisfecho con la investigación que le he hecho.

Bueno, me voy –dijo– ¡Ingrato!... Y se fue.

Anoté día y hora del acontecimiento. Más tarde, unos cuatro meses después, cuando me encontré con aquélla dama, le conté lo sucedido. Ella hizo memoria y se limitó a decirme que lo único que recordaba era que ella se había soñado conmigo ese día y a esa hora, que había visto en un lugar que era cálido, que yo me había levantado de una cama, pues, y tenía... ...tal como era, etc.; que era lo único que ella recordaba, nada más.

Entonces yo, con eso, me pude explicar a mí mismo todo el fenómeno: Obviamente, aquella dama se acostó concentrada en mí, y el Ego o el Yo (como queramos llamarle), resultado de una fuerza... ...vino a mí y se materializó físicamente.

Lo interesante de esta cosa fue que tiempo después murió aquélla dama; sí murió... ...La pobre... ...se fue para el otro lado. Pero ahí no pararon los fenómenos. Después de muerta, yo muy tranquilo estaba acostado (cualquier día), cuando alguien se mete en mi cama: “¡La dama otra

vez! ¡Vaya por Dios y Santa María! –dije– ¡Otra vez la dama y ya está muerta!”. Bueno, esta vez la cosa se me estaba poniendo “color de hormiga”, no me quedó más remedio que recitarle la “Letanía Mayor”...

¿Ustedes saben cuál es la “Letanía Mayor”? Pues bien, con un poco de palabras duras que le dije, y con eso fue suficiente para alejar al fantasma para siempre.

Éstos son hechos que a mí me constan; si ustedes me lo creen está bien, si no lo creen está bien; yo cumplo con dar testimonio y eso es todo. Porque me parece que uno debe compartir sus conocimientos con la humanidad, con el prójimo, con su gente. Así pues, yo considero que no estoy haciendo mal al dar testimonio de todos estos asuntos vívidos.

Hay algo dentro de cada uno de nosotros que vale la pena investigar, sólo así podremos saber a cabalidad, qué es lo que nos aguarda allá en el otro lado, después de la muerte.

Incuestionablemente más allá del cuerpo físico con su correspondiente Asiento Vital existe el Yo de la Psicología. Pero ESTE YO ES UNA PLURALIDAD, quiero decir, que el Yo existe dentro de nosotros en forma plu-ra-li-za-da. Entonces no es un Yo sino muchos Yoes.

Un poquito duro parece pensar... ¿Cuando iba uno a pensar que existen muchos Yoes? Pero existen. Cuando uno golpea una puerta contestan de adentro: “¿Quién es?”, y uno responde: “Yo”. Bien, pero ¿qué es ese Yo? Bueno, eso es lo que vamos a ver esta noche.

El Yo es una multiplicidad de Yoes. Hemos llegado esta noche a la DOCTRINA DE LOS MUCHOS; y así, es. Sucede que el Yo es una multiplicidad...

En alguna ocasión investigando esos fenómenos relacionados con el Mediumnismo, Espiritismo, etc., encontré a un médium muy curioso.

Se expresaba a través de ese médium “JUAN HURTADO EL MAYOR”. Este Juan Hurtado decía que podía dominar hasta 1.500 materias, que podía hablar a través de 1.500 médiums que estaban en trance; y aquéllos Espiritistas, naturalmente, le rendían culto. Juan Hurtado el Mayor se consideraba un “Dios”.

Pasaron los tiempos y yo investigué más y más la cuestión esta de Juan Hurtado el Mayor, un difunto que podía hablar a través de más de 1.000 personas o médiums.

Con el tiempo pude evidenciar lo que pasaba con Juan Hurtado el Mayor: Se expresaba así, porque era un Ego, un Yo, y el Yo es una multiplicidad, es decir, los distintos Yoes de Juan Hurtado el Mayor podían expresarse a través de distintos médiums, para hablar en forma distinta a través de cada cual. Así que ese era todo el misterio de Juan Hurtado el Mayor...

“La MUERTE en sí misma es una resta de quebrados”; cuando llega la hora de la muerte, todo lo que continúa en el Más Allá es un montón de Yoes. Alguien dijo en una forma muy franca y dura: “Lo que continúa después de la muerte es un montón de Diablos”... Ese alguien tenía razón...

Tres cosas van al sepulcro cuando uno se muere:

  Primero, el CUERPO FÍSICO en el ataúd; segundo, el CUERPO VITAL, que flota cerca al sepulcro y que se va descomponiendo, lentamente, a medida que el cadáver se va descomponiendo; tercero, la EXPERSONALIDAD del muerto.

Nadie nace con una Personalidad, hay que crearla. Se crea con las costumbres, con los hábitos, con lo que uno aprende en la escuela, en la calle, con lo que... ...Se crea durante los primeros siete años de la infancia, se robustece con el tiempo y las experiencias.

Esta Personalidad después de la muerte continúa dentro del sepulcro; sale a recibir a los parientes cuando le llevan flores... ...pero, poco a poco se va desintegrando, lentamente.

Ésta es la causa por la cual nuestros antepasados de ANÁHUAC ponían en los sepulcros de sus difuntos queridos, todo aquello que al difunto le gustaba: Sus alimentos, su ropa, etc. Sabían ellos que la Personalidad del difunto se sentiría así más cómoda en el sepulcro.

Pero no todo va al panteón: El Yo de la Psicología, el Yo que estudian los Psicólogos, continúa en la Eternidad, en el ESPACIO PSICOLÓGICO. Este Yo, ya dije y repito, no es algo permanente, es una multiplicidad. Esto quiere decir, que lo que cargamos nosotros adentro es al Yo Pluralizado. Cada uno de los Yoes constituyen al Yo en sí mismo, cada uno de los Yoes personifica algún error.

Cuentan que María Magdalena fue al Maestro Jesús con toda humildad, entonces el Maestro sacó de ella SIETE DEMONIOS. He ahí los SIETE PECADOS CAPITALES: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula. Pero cada uno de estos siete se multiplica por otros siete, y así sucesivamente; porque a cada uno de los siete estados... ...Legión

Cuando al poseso en el Evangelio Crístico se le interroga: “¿Cuál es tu nombre?”, responde: “mi nombre es Legión”. Cada uno de nosotros, pues, carga dentro de sí mismo millones de Yoes, puesto que cada Yo personifica algún defecto; podemos decir, en forma enfática, que cada uno de estos Yoes es...

Mas hay algo en nosotros, algo más... ...me refiero a la ESENCIA, al Alma, a los Principios Anímicos que existen en el fondo de nosotros mismos. Esta Esencia Anímica está enfrascada, desgraciadamente, entre todos esos demonios que constituyen el “mí mismo”, el “yo mismo”, el “sí mismo”.

La Esencia, en sí, HA VENIDO de arriba, DE LAS ESTRELLAS, DE URANIA, DE LA VÍA LÁCTEA. Ella atravesó al Sol con la nota Sol, que vibra en el Infinito, y pasó entre los mundos del Sistema Solar con la nota Fa, y por último, penetró en nuestro organismo con la nota Mi. Pero, desgraciadamente, está enfrascada entre los múltiples elementos inhumanos que constituyen el Yo, el mí mismo, el sí mismo.

Tenemos que libertarla completamente de entre todos estos múltiples Yoes, si es que en verdad se quiere regresar a las Estrellas, a la Galaxia de donde vino.

Necesita la Esencia hacer un viaje... ...de la Personalidad...

Desgraciadamente, nosotros tenemos, dijéramos nuestro CENTRO MAGNÉTICO, nuestro Centro de Gravedad, exclusivamente en la Personalidad. Necesitamos extraer ese Centro Magnético de nosotros mismos, de nuestra vida, sacarlo de la Personalidad y establecerlo firmemente EN LA ESENCIA.

Cuando la Esencia Anímica, el Alma, recibe este Centro, puede REGRESAR feliz A LA “ESTRELLA que siempre le ha sonreído”. A su regreso... ...hasta la Estrellas resulta duro, difícil. La Esencia tiene que empezar por zafarse de entre todos esos Yoes donde está metida.

Cada uno de esos Yoes parece una verdadera persona, tiene los Centros Intelectual, Emocional y Motor debidamente establecidos. Cada uno de esos Yoes tiene sus propio criterio, sus propias ideas, sus propios pensamientos, etc. Cada uno de esos Yoes es una persona dentro de nuestra persona.

Si decimos que DENTRO DE NUESTRA PERSONA HAY MUCHAS PERSONAS, no estamos mintiendo, es verdad... ...dentro de nosotros riñen por la supremacía, se pelean por el botín; cada uno de esos Yoes quiere ser el amo, el señor.

El Yo que hoy jura, por ejemplo, amor eterno a una mujer, es desplazado más tarde por otro que no tiene “velas en el entierro”, que jamás ha prestado tal juramento. Entonces, el sujeto se retira dejando a la dama completamente decepcionada, confundida.

El Yo que hoy jura amor eterno a una causa, es más tarde desplazado por otro que no tiene que ver nada con el juramento. Cuando esto sucede, la persona se retira y todos sus amigos quedan verdaderamente confundidos.

Así es, que nosotros no tenemos sentido de verdadera responsabilidad moral, porque hoy estamos afirmando una cosa, más tarde estamos afirmando otra, etc.

Si nosotros pensamos que una persona es la misma siquiera durante media hora, pues, cometeríamos un abuso, no solamente contra la persona, sino contra nosotros mismos. En realidad de verdad, uno cambia a cada instante.

Aún... ...entraron todos ustedes aquí, sentados me están escuchando. Pero estoy seguro que el Yo que entró y se sentó, ya no está aquí; ahora hay otro Yo que me está escuchando y que está viendo las cosas en forma diferente.

Cuando estaban sentados pensaban de una forma. Ahora que ha pasado un rato de plática, estoy absolutamente seguro que están pensando en otra forma. ¿Por qué? Porque ya el Yo que se sentó cambió; ahora es otro Yo el que está escuchando.

Así que estamos LLENOS DE TERRIBLES CONTRADICCIONES. Si pudiéramos vernos en un espejo, tal cual somos, quedaríamos verdaderamente horrorizados de nosotros mismos. Dentro cargamos una gran cantidad de Yoes; dentro de nuestra persona viven muchísimas personas.

La CONCIENCIA de cada uno de nosotros está DORMIDA por un sólo motivo: Porque se encuentra embotellada entre todos esos Yoes.

De todos los Fenómenos Físicos que acaecen a nuestro alrededor, tan sólo percibimos una millonésima parte. Estoy absolutamente seguro de que no percibimos más. Cuando uno despierta Conciencia puede percibir todos los fenómenos que se suceden a nuestro alrededor.

Hay múltiples FENÓMENOS FÍSICOS que están acaeciendo a nuestro alrededor y que nunca hemos visto, y son físicos (no les estoy hablando de Fenómenos Psíquicos, sino Físicos), sin embargo, pasan desapercibidos, no solamente para ustedes, sino hasta para los mismos científicos, porque la Conciencia de cada uno está dormida.

Así que urge despertarla. Pero para despertar hay que destruir a todos esos Yoes que viven en nuestro interior. Necesitamos PASAR POR LA ANIQUILACIÓN BUDISTA.

Ahora bien, si pensamos en que cada uno de esos Yoes representa a un determinado defecto psicológico, tenemos miles de defectos. Con justa razón dijo un gran poeta, creo que fue Virgilio el poeta de Mantua: “Si tuviésemos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerar todos nuestros defectos cabalmente”...   ...Necesitamos destruirlos, aniquilarlos, si es que queremos el despertar de la Conciencia. Habríamos de...

Es, precisamente, en relación con nuestros semejantes, como nosotros podemos aniquilar a todos esos Yoes que en nuestro interior cargamos. En relación con nuestros familiares en la casa, en relación con las gentes en la calle o en el trabajo o en el campo, etc., los defectos que llevamos escondidos afloran, y si estamos alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra entonces los vemos.

DEFECTO DESCUBIERTO debe ser sometido a un ANÁLISIS RIGUROSO. Defecto descubierto debe ser COMPRENDIDO por medio de la TÉCNICA DE LA MEDITACIÓN. Cuando uno, a través de la reflexión y de la Meditación, ha comprendido un defecto, puede darse el lujo de ANIQUILARLO.

La aniquilación de cualquier defecto es muy exigente, porque LA MENTE por sí misma NO PUEDE alterar fundamentalmente ningún defecto. Puede rotularlo con distintos nombres, pasarlo de un Departamento a otro del intelecto, esconderlo de sí misma o de los demás, pero jamás aniquilarlo. Necesitamos apelar a un Poder que sea superior a la Mente.

Afortunadamente, ese Poder existe en el fondo de cada uno de nosotros. Quiero referirme en forma enfática a DIOS-MADRE, a “DEVI KUNDALINI” como dijeran los Orientales, a la Tonantzin de nuestros antepasados de Anáhuac, a la Isis del viejo Egipto de los Faraones, a la Casta Diana de los Griegos, a la Divina María, Maia de los Cristianos, Marah, etc.

Incuestionablemente, ese Principio Femenino Divinal existe en el fondo de nuestro Ser. Dios-Madre es una realidad en el fondo de nuestro Ser.

Si nosotros apelamos a Dios-Madre, a nuestra “Divina Madre Kundalini” como dicen los Indostanes, podemos desintegrar cualquier Yo-defecto. En todo caso, necesitaríamos de la súplica a Devi Kundalini, a DIOS-MADRE, para que ella por sí misma DESINTEGRARA EL YO QUE HEMOS COMPRENDIDO profundamente.

Cuando un Yo se desintegra, SE LIBERA CONCIENCIA; la Conciencia que se libera, despierta, y cuando la Conciencia despierta conocemos entonces, por sí mismos, directamente, los Misterios de la Vida y de la Muerte. Sabemos entonces quiénes somos, de dónde venimos, para dónde vamos, cuál es el objeto de nuestra existencia

En el mundo, al escuchar una plática de éstas, encontramos, naturalmente, distintas gentes y distintos criterios: Hay quienes creen en estas cosas, hay quien no creen, etc.

En realidad de verdad, el asunto no está en creer o en no creer; hay que ir más lejos. Un hombre puede decir que cree en el Sol, ¿y qué? O puede no creer en el Sol, ¿y qué? ¿Por eso se va a cambiar el curso del Universo? ¿Por eso va a dejar de existir el Sol? Así pues, la cuestión no esté en creer lo que estamos diciendo o en no creer.

Jesús el Cristo nos advierte para que nos cuidemos de las DOCTRINA DE LOS SADUCEOS Y DE LOS FARISEOS. ¿Cuál es la Doctrina de los Saduceos?: Vamos a ver:

Existen TRES MENTES en el ser humano. La primera es la MENTE SENSUAL, ésta únicamente funciona con los datos que aportan los cinco sentidos, por lo tanto nada puede saber sobre la Realidad, sobre lo Verdad, sobre Dios, etc. Ésta únicamente sabe del mundo sensorial externo.

Elabora sus conceptos de contenido con las Percepciones Sensoriales Externas.

Ya Don Emmanuel Kant, el filósofo de Königsberg, escribió sobre esta Mente en la “Crítica de la Razón Pura”, y llega a la conclusión lógica, de que la Mente Sensual, por sí misma, no puede saber nada sobre la Verdad. He ahí la Doctrina de los Saduceos.

En la tierra santa existió, precisamente en tiempos de Jesús de Nazareth, la Casta de los Saduceos INCRÉDULOS y MATERIALISTAS. Pero los Saduceos Materialistas incrédulos no sola-mente existieron en aquélla época en Jerusalén, también los hay ahora: Bien sabemos... ...la incredulidad mundial y la más...

La Primera Mente, pues, nada puede saber sobre la Verdad, puesto que se nutre exclusivamente con los datos que aportan los cinco sentidos. Ahí está la Levadura de los Saduceos.

¿Qué diremos de la Segunda Mente, donde está la Levadura de los Fariseos? La Mente Sensual no cree; la MENTE INTERMEDIA, donde está la Levadura de los Fariseos, sí cree. De manera que hay dos Mentes en nosotros, la que no cree y la que sí cree.

Algunas gentes se encuentran embotelladas en la Mente que no cree, es decir, están atrapadas por la Levadura de los Saduceos. Otras, las que creen, están atrapadas por la Levadura de los Fariseos. La Mente Intermedia es la Mente de los que sí creen.

Jesús el Cristo nos advierte contra las dos Mentes, dice: “Cuidaos de la Levadura de los Saduceos y de la Levadura de los Fariseos”. Es decir, que el asunto no está en no creer o en creer; ahí no está el asunto, hay que ir más lejos.

En la Mente que cree, es decir en la Mente Intermedia, donde está la Levadura de los Fariseos encontramos distintas religiones y creencias, gentes que VAN A SU RITO, que se presentan ante el público para que otras personas las vean... ...etc., PERO NUNCA TRABAJAN SOBRE SÍ MISMAS, que jamás se preocupan POR LA DISOLUCIÓN DEL EGO; están contentas así como son, que no quiere cambiar, que no desean pues libertar su Conciencia, despertar.

Éstos son los “Fariseos hipócritas”, contra los cuales se pronuncia el Divino Rabí de Galilea cuando dice: “Hipócritas Fariseos, sepulcros blanqueados, perversa civilización de víboras, que lo exterior del vaso y del plato limpiáis pero por dentro estáis llenos de toda clase de podredumbre y de huesos de muertos”, etc., etc., etc. Palabras duras, pero son verdad. Así pues, no se trata de no creer ni de creer.

Necesitamos abrir la Tercera Mente, que es la MENTE INTERIOR. La Mente Interior es maravillosa. Cuando uno abre la Mente Interior puede VER, OIR, TOCAR y PALPAR LAS REALIDADES DE LA VIDA Y DE LA MUERTE. Cuando uno abre la Mente Interior puede ver eso que se llama el “Más Allá”, puede tocarlo, puede palparlo a su gusto, a sus anchas; puede saber qué hay más allá del sepulcro, no porque se lo digan, si no por sí mismo, directamente; verlo, como se está viendo esta mesa, como se está viendo esta casa, estos vasos de agua, etc.

Pero para abrir esta Mente Interior (que sí puede VER, CONOCER LA VERDAD directamente, sin que se lo estén diciendo), se necesita, inevitablemente, destruir a todos los Yoes que llevamos dentro. Destruyéndolos despierta la Conciencia, y despertando la Conciencia se abre la Mente Interior.

Entonces DEVIENE LA FE. La Fe Verdadera, no la Fe del carbonero; la Fe que conoce, la Fe que sabe. Porque cuando la Mente Interior se abre uno puede conocer los Misterios de la Vida y de la Muerte. Que les dicen que hay Ángeles, pues, poder verlos, tocarlos; que les hablan sobre Dios, pues poder ver la realidad divinal de Dios.

Ya no dependen de creencias, ya no dependen de lo que los demás les digan, se ha convertido en un Sabio verdadero. Hasta aquí, pues, nuestra disquisición.

Nuestra Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Culturales quiere, de forma clara, que cada uno de ustedes se transforme, que llegue un día a DESPERTAR CONCIENCIA para abrir la Mente Interior.

Esta Mente Interior funciona con los resortes de la Conciencia. La Conciencia capta los Misterios de la Vida y de la Muerte, capta la realidad de los fenómenos, transmite sus datos a la Mente Interior y ésta funciona.

Así pues, lo que importa es DESCUBRIR LA VERDAD, cueste lo que cueste. A eso he venido esta noche. Yo quiero que todos ustedes concurran a nuestras disquisiciones... ¡Paz Inverencial!...

...Todos esos elementos inhumanos que en su interior carga con el propósito evidente de despertar Conciencia, para regresar a las Estrellas de donde ha venido; puede hacerlo, indubitable-mente, en una sola existencia trabajando intensivamente sobre sí mismo, aquí y ahora. [...]

 ...Que la Gnosis tiene suficientes enseñanzas científicas como para poder, dijéramos, procrear hijos geniales. Mediante la Gnosis es posible, naturalmente, darle al mundo hijos inteligentes y sabios. Tenemos la Doctrina, los fundamentos científicos para hacer eso.

Discípulo.

Maestro. Bueno, ante todo debo aclarar, que lo que va al sepulcro no es la totalidad, sino la parte. Al sepulcro, repito, van tres cosas: primero, el cuerpo físico; segundo, el Cuerpo Vital, que se va desintegrando lentamente a medida que el cuerpo físico se va también desintegrando, suele verse en los panteones con una luz fosforescente; tercero, la Expersonalidad del muerto. Nadie nace con una Personalidad, hay que fabricarla.

La Personalidad es hija de su tiempo, nace en su tiempo, muere en su tiempo, y al llegar la defunción pasa al sepulcro. Esa Personalidad, por medio de la... ...por ejemplo, da...