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El Quinto Evangelio.- El Auténtico Simbolismo de la Navidad

EL AUTÉNTICO SIMBOLISMO DE LA NAVIDAD

navidad

  Esta noche platicaremos sobre el simbolismo de la Navidad. Es claro que éste es un evento maravilloso sobre el cual urge meditar profundamente.

El Sol, cada año, realiza un viaje elíptico que comienza desde el 25 de Diciembre en adelante. Luego, regresa otra vez hacia el Polo Sur, hacia la zona donde está la Antártida. Por eso, precisamente, vale que reflexionemos en su honda significación.

Por estos tiempos comienza el frío aquí en el Norte, debido, precisamente, a que el Sol se está alejando hacia las regiones australes, y el 24 de Diciembre el Sol habrá llegado al máximum, en su viaje hacia el Sur. Si no fuera porque el Sol avanza hacia el Norte, desde el 25 de Diciembre en adelante, moriríamos de frío, la Tierra entera se convertía en una mole de hielo y perecería, realmente, toda criatura, todo aquello que tenga vida. Así pues, bien vale la pena que reflexionemos en el acontecimiento de Navidad...

EL CRISTO-SOL debe avanzar para darnos su vida, y en el Equinoccio de la Primavera se crucifica en la Tierra; entonces madura la uva y el trigo. Y es precisamente en la Primavera, cuando debe el Señor pasar por su vida, pasión, muerte..., para luego resucitar (la SEMANA SANTA es en PRIMAVERA)...

El Sol físico no es más que un símbolo del SOL ESPIRITUAL, del Cristo-Sol. Cuando los antiguos adoraban al Sol, cuando le rendían culto, no se referían propiamente al Sol físico, no; se le rendía culto al Sol Espiritual, al SOL DE LA MEDIA NOCHE, al Cristo-Sol.

Incuestionablemente, es el Cristo-Sol quien debe guiarnos en los Mundos Superiores de Conciencia Cósmica. Todo místico que aprende a funcionar fuera del cuerpo físico a voluntad, es guiado por el Sol de la Media Noche, por el CRISTO CÓSMICO.

Es necesario aprender a conocer los movimientos simbólicos del Sol de la Media Noche. Él es quien guía siempre al Iniciado, él es quien nos orienta, él es quien nos indica lo que debemos y no debemos hacer.

Estoy hablando, pues, en el sentido esotérico más profundo; teniendo en cuenta que todo Iniciado sabe salir del cuerpo físico a voluntad (porque eso de no saber salir a voluntad, eso es propio del principiantes, o de gentes que hasta ahora están dando los primeros pasos en esto estudios).

Desde que uno, pues, está en la Senda, tiene que saber guiarse por el Sol de la Media Noche, por el Cristo-Sol; aprender a CONOCER SUS SEÑALES, sus movimientos: si uno lo ve, por ejemplo, hundirse allá en el ocaso, ¿qué nos está indicando? Sencillamente, que algo debe morir en nosotros. Si uno lo ve surgir por el Oriente, ¿qué nos dice eso? Que algo debe nacer en nosotros... Cuando salimos bien en las Pruebas Esotéricas, él brilla en toda su plenitud en el horizonte. El Señor nos orienta en los Mundos Superiores, y uno tiene que aprender, pues, a conocer sus señales.

Dubui, y muchos otros, han estudiado el maravilloso acontecimiento de la Navidad. No hay duda (y eso lo reconoce Dubui) de que todas las Religiones de la antigüedad celebraron la Navidad...

Así como el Sol físico avanza hacia el Norte, para dar vida a toda la creación, así también el Sol de la Media Noche, el Sol del Espíritu, el Cristo-Sol, nos da vida si nosotros aprendemos a cumplir con sus mandamientos.

En las Sagradas Escrituras, obviamente, se habla del “Acontecimiento Solar” (y hay que saber-lo entender entrelíneas). Cada año se vive, en el Macrocosmos, todo el DRAMA CÓSMICO DEL SOL (cada año, repito). Téngase en cuenta que el Cristo-Sol debe crucificarse cada año en el mundo, vivir todo su drama de la vida, pasión y muerte, para luego resucitar en todo lo que es, ha sido y será, es decir, en todo lo creado. Así es cómo todos recibimos la vida del Cristo-Sol.

También es cierto que cada año, el Sol, al alejarse por las regiones australes, nos deja (aquí en el Norte) tristes, pues él va a dar la vida a otras partes. Las noches largas de Invierno son fuertes; en tiempo de Navidad, los días son cortos y las noches largas...

Vamos reflexionando en todo esto, y conviene que entendamos lo que es, ciertamente, el DRAMA CÓSMICO. Se hace necesario que en nosotros también nazca el Cristo-Sol (él debe nacer en nosotros).

En las Sagradas Escrituras se habla claramente de “BELÉN” y de un “ESTABLO” donde él nació. Ese “Establo de Belén” está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Precisamente, en este Establo Interior moran los ANIMALES DEL DESEO, todos esos Yoes pasionarios que cargamos en nuestra psiquis; eso es obvio.

“Belén” mismo, es un nombre esotérico. En tiempos en que el Gran Kabir Jesús vino al mundo, la aldea de Belén no existía. De manera que eso es completamente simbólico. “BEL” es una raíz Caldea que significa “TORRE DEL FUEGO”. De manera que, propiamente dicho, “Belén” es “Torre del Fuego”... ¿Quién podría ignorar que “Bel” es un término Caldeo que corresponde, precisamente, a la “Torre de Bel”, la “Torre del Fuego”? Así pues, “Belén” es simbólico completamente.

Cuando el Iniciado trabaja con el Fuego Sagrado, cuando el Iniciado elimina de su naturaleza íntima los agregados psíquicos, cuando de verdad está realizando la GRAN OBRA, indubitable-mente ha de pasar por la INICIACIÓN VENUSTA.

El descenso del Cristo al corazón del Hombre, es un acontecimiento cósmico-humano de gran trascendencia. Tal evento corresponde, en verdad, a la Iniciación Venusta.

Desafortunadamente, no se ha entendido realmente lo que es el Cristo. Muchos suponen que el Cristo, exclusivamente, fue Jesús de Nazareth y están equivocados. Jesús de Nazareth, como Hombre, o mejor dijéramos, JESHUÁ BEN PANDIRÁ, como Hombre, recibió la Iniciación Venusta, lo encarnó; mas él no es el único que haya recibido tal Iniciación. HERMES TRISMEGISTO, el tres veces grande Dios Ibis de Thot, también lo encarnó. JUAN EL BAUTISTA (a quien muchos consideraban como el Christus, el Ungido), incuestionablemente recibió la Iniciación Venusta, lo encarnó...

Los Gnósticos Bautistas aseguraban –en la Tierra Santa– que “el verdadero Mesías era Juan y que Jesús era tan sólo un Iniciado que había querido seguir a Juan”... Habían por esos días, disputas entre los Bautistas y los Gnósticos Esenios, y otros...

Así pues, que debemos entender al Cristo como es, no como una persona, no como un sujeto. El Cristo está más allá de la Personalidad, del Yo y de la Individualidad; el Cristo (en Esoterismo auténtico), es el LOGOS, el LOGOS SOLAR, representado por el Sol. Ahora comprenderemos porque los Incas adoraban el Sol; los Náhuatls le rendían culto al Sol, los Mayas lo mismo; los Egipcios idénticamente, etc.

No se trata de la adoración a un Sol físico, no; sino a lo que se oculta tras de ese símbolo físico. Obviamente, se adoraba era al Logos Solar, al Segundo Logos. Ese Logos Solar es UNIDAD MÚLTIPLE PERFECTA (“la variedad es unidad”)... En el Mundo del Cristo Cósmico, la Individualidad separada no existe; en el Señor, todos somos Uno.

Me viene a la memoria, en estos instantes, cierto experimento, dijéramos, esotérico, realizado hace ya muchos años. Entonces, sumergido en profunda Meditación, logré ciertamente el Samadhi, el Estado de Manteya, o Éxtasis, como se le denomina en el Esoterismo Occidental.

Deseaba yo, por aquella época, saber algo sobre el Bautismo de Jesús el Cristo (pues bien sabemos que Juan le bautizó).

Fue profundo el Estado de Abstracción, logré el perfecto DHARANA (o sea Concentración), el DHYANA (la Meditación), y al fin conseguí el SAMADHI (yo me atrevería a decir que fue un MAHA-SAMADHI, porque abandoné perfectamente los Cuerpos Físico, Astral, Mental, Causal, Búddhico y hasta el Átmico). Conseguí, pues, retrotraer mi Conciencia (en forma íntegra) hacia el Logos.

Así, pues, en ese ESTADO LOGOICO (como un “Dragón de Sabiduría”), hice la correspondiente investigación. De inmediato me vi en la Tierra Santa, dentro de un Templo; pero, cosa extraordinaria: me vi, a mí mismo, convertido en Juan el Bautista, con una vestidura sagrada. Vi cuando a Jesús lo traían con su vestidura blanca, su túnica blanca. Dirigiéndome a él, le dije:

– Jesús, desvístete de tu túnica, de tu vestidura, porque voy a bautizarte. Después, saqué de entre un recipiente un poco de aceite (de ese de olivos), le conduje al interior del Santuario, lo ungí con aceite, le eché agua, recité los mantrams o ritos... Posteriormente ya, el Maestro se sentó en su silla, aparte. Yo guardé todo nuevamente, lo puse en su lugar, y di por terminada la ceremonia...

Pero yo me vi, a mí mismo, convertido en Juan. Claro, una vez pasado el Éxtasis, o Samadhi, me dije: “¿Pero como va a ser posible que yo sea Juan El Bautista? ¡Ni remotamente, yo no soy Juan el Bautista!” Me quede bastante perplejo, y dije: “Voy a hacer, ahora, otra concentración, pero ahora no me voy a concentrar en Juan, voy a concentrarme en Jesús de Nazareth”. Entonces escogí, como motivo de la concentración, al Gran Maestro Jesús.

El trabajo fue largo, dispendioso; la concentración se fue haciendo cada vez más profunda. Pronto pasé del Dharana (Concentración) al Dhyana (Meditación); y del Dhyana pasé, posterior-mente, al Samadhi, o sea, al Éxtasis. Un nuevo esfuerzo supremo, me permitió desvestirme de los Cuerpos Físico, Astral, Mental, Causal, Búddhico, Átmico, hasta retrotraer mi Conciencia, o absorberla en el Mundo del Logos Solar.

Y en tal estado, queriendo saber sobre el Cristo-Jesús, me vi a mí mismo convertido en el Cristo-Jesús, haciendo milagros y maravillas en la Tierra Santa: curando los enfermos, dando la vista a los ciegos, etc., etc., etc. Y por último me vi vestido con la vestidura sagrada, llegando ante Juan, en aquél Templo. Entonces Juan se dirige mí, me dice:

– Jesús, quítate tu vestidura, porque voy a bautizarte. Se cambiaron los papeles: ya no me vi convertido en Juan, sino en Jesús, y recibí el bautismo de Juan, tal como lo he dicho... Pasado el Samadhi, regresando al cuerpo físico, vine perfectamente a evidenciar, con toda claridad, que en el Mundo del Cristo Cósmico todos somos Uno.

Si hubiera querido meditar en cualquiera de ustedes, allá en el Mundo del Logos, me hubiera visto convertido en cualquiera de ustedes, viviendo la vida de ustedes. Y es que allí no hay Individualidad, ni Personalidad, ni Yo. Allí todos somos El Cristo, allí todos somos Juan, allí todos somos el Buddha, allí todos somos Uno; en el Mundo del Logos, no existe la Individualidad separada.

El Logos es Unidad Múltiple Perfecta, es una Energía que bulle y palpita en todo lo creado, que subyace en el fondo de todo átomo, de todo electrón, de todo protón, se expresa –vivamente– a través de cualquier Hombre que esté debidamente preparado.

Bien, he hecho está aclaración-síntesis con el objeto de especificar mejor el acontecimiento de Belén.

Cuando un Hombre está debidamente preparado, pasa por la Iniciación Venusta (pero debe estar debidamente preparado, aclaro), y en la Iniciación Venusta consigue la encarnación del Cristo Cósmico, en sí mismo, dentro de su propia naturaleza.

Inútilmente habría nacido Jesús en Belén, si no naciera en nuestro corazón también. Inútilmente habría muerto y resucitado en la Tierra Santa, si no muere y resucita en nosotros también (ésa es la naturaleza del SALVATOR-SALVANDUS).

El Cristo Íntimo debe salvarnos, pero salvarnos desde adentro a todos nosotros. Quienes aguardan la venida de Jesús de Nazareth para un remoto futuro, están equivocados. El Cristo debe venir ahora, desde dentro; la segunda venida del Señor es desde adentro, desde el fondo mismo de la Conciencia. Por eso está escrito lo que él dijo: “Si oyeres a alguien diciendo «en la plaza pública está el Cristo», no creáis. Y si os dijeran: «Está allí en el Templo, predicando», no creáis”... Porque es que el Señor no vendrá esta vez desde afuera, sino desde adentro; vendrá desde el fondo mismo de nuestro corazón, si nosotros nos preparamos.

Pablo lo aclara, diciendo: “De su virtud tomamos todos gracia por gracia”... Entonces, hay documentación... Si uno se estudia cuidadosamente a Pablo de Tarso, veremos que rara vez alude (él) al CRISTO HISTÓRICO. Cada vez que Pablo de Tarso habla sobre Jesucristo, se refiere al JESUCRISTO INTERIOR, al Jesucristo Íntimo, que debe surgir desde en el fondo de nuestro Espíritu, de nuestra Alma.

En tanto un Hombre no lo haya encarnado, no puede decirse que posee la Vida Eterna. Sólo él puede sacar a nuestra Alma del Hades, sólo él puede, verdaderamente, darnos vida, y dárnosla en abundancia. Así pues, debemos ser menos dogmáticos y aprender a pensar en el Cristo Íntimo ¡Eso es grandioso!

Todo el simbolismo relacionado con el nacimiento de Jesús, es ALQUIMISTA Y KABALISTA. Se dice que “TRES REYES MAGOS vinieron a adorarle, guiados por una Estrella”... Ese pedazo no se

podría entender, francamente, si no se supiera Alquimia, porque es Alquimista. ¿Cuál es esa Estrella, y cuáles son esos Reyes Magos? Yo le digo a ustedes que esa Estrella no es otra que la del SELLO DE SALOMÓN, la Estrella de seis puntas, símbolo del Logos Solar...

Obviamente, el triángulo superior representa a Aquél, representa el AZUFRE, es decir, el FUEGO. Y el inferior, ¿qué representa en Alquimia? El MERCURIO, el AGUA. Pero, ¿a qué clase de “agua” se refieren los Alquimistas? Dicen ellos: “Al Agua que no moja, al Número Radical Metálico”, en otros términos, al “EXIOHEHAI” al ESPERMA SAGRADO.

Indubitablemente, mediante la transmutación de las Secreciones Sexuales se elabora esa Agua extraordinaria, las AGUAS PURAS DE AMRITA, el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA.

Bien vale la pena que nosotros meditemos en el Sello de Salomón. Ahí tienen ustedes el triángulo superior, representación vívida del Azufre; y al inferior, representación vívida del Mercurio. Quiere decir que el FUEGO SAGRADO, el Fuego del Espíritu Santo, debe (en nosotros), fecundar a la MATERIA CAÓTICA, para que surja la vida; debe fecundar al Mercurio de la Filosofía Secreta.

Indubitablemente, resulta un poco difícil entender la cuestión de la Estrella de Belén, si no apelamos al Sello de Salomón y a la Alquimia.

Repito: El Mercurio es el Alma Metálica del Esperma Sagrado; el Azufre es el Fuego Sagrado del Kundalini en el ser humano. Entendido eso, podemos aclarar algo más: debe el Azufre fecundar al Mercurio; porque con el Mercurio, fecundado por el Azufre, podemos fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. De manera que si no entendiéramos esto, no entenderíamos tampoco el Sello de Salomón ni la Estrella, pues, que apareció a los Reyes Magos.

Aquí tenemos, para mejor explicación los tres Mercurios:

Primero: Esto es lo que los Alquimistas denominan “AZOGUE EN BRUTO”, o sea el ESPERMA SAGRADO, propiamente dicho.

Este segundo Mercurio es, precisamente, el ALMA METÁLICA del primero. Mediante la transmutación del Esperma, se convierte ésta en Energía. A esa ENERGÍA SEXUAL se le denomina “Alma Metálica del Esperma”.

Y la tercera es la más importante. Es precisamente, el famoso... ...es un poco complicadito y difícil de entender, pero si ustedes ponen atención podrán, siquiera, forjarse una idea. Me piden que les explique lo que es la Navidad, y tengo que explicarla como es, o no explicarla...

Incuestionablemente, lo primero que tenemos es el Azogue en bruto, el Esperma Sagrado. Segundo, la Energía Sexual, resultado de transmutación del Esperma. Tercero, el Mercurio ya fecundado por el Azufre, o en otros términos, la Energía Sexual ya fecundada por el Fuego Sagrado, mezcla, pues, de ENERGÍA Y FUEGO que sube por la Espina Dorsal, para llevarnos a la Autorrealización Íntima del Ser. Este tercer Mercurio es el “ARCHÉ” de los Griegos. De Manera que en el Arché, hay SAL, hay AZUFRE, hay MERCURIO; eso es obvio.

Allá arriba, en el Macrocosmos, la NEBULOSA, por ejemplo, está compuesta de Sal, Azufre, Mercurio (allí hay Arché, es el Arché de los Griegos), de allí salen las Unidades Cósmicas. Aquí abajo, nosotros necesitamos fabricar el Arché, ¿cómo? Mediante la transmutación. Y de ese Arché, que será un compuesto de Sal, de Azufre, de Mercurio, nacerán los CUERPOS EXISTENCIALES SUPERIORES DEL SER.

Si alguien posee los Cuerpos Astral, Mental y Causal, se convierte en un HOMBRE de verdad (eso es obvio), y recibe sus PRINCIPIOS ANÍMICOS Y ESPIRITUALES.

Claro, en principio no tememos sino el Azogue en bruto, que hay que transmutarlo; es decir, las Secreciones Sexuales que hay transmutarlas, sublimarlas, convertirlas en Energía. Esa Energía se denomina “Mercurio”, “Alma Metálica del Esperma”. Esa Energía sube por los cordones espermáticos hasta el cerebro.

Posteriormente, esa Energía une sus Polos Positivo y Negativo en el coxis, cerca del TRIBENI, y entonces surge el Fuego. El Fuego hace fecunda a tal Energía; el Fuego, mezclado con tal Energía, sube por la médula espinal hasta el cerebro.

El excedente de tal Mercurio, fecundado por el Azufre, viene a cristalizar en los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Primero se formará el Cuerpo Astral; segundo se formará el Cuerpo de la Mente, y tercero, se formará el Cuerpo Causal. Cuando alguien posee los Cuerpos Astral,

Mental y Causal, recibe sus Principios Anímicos y Espirituales, es decir, se convierte en un Hombre, en un Hombre de verdad.

Así pues, eso es indispensable. Pero crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, es una cosa, y llevarlos a la PERFECCIÓN, es otra cosa diferente.

Incuestionablemente, la Sal, el Azufre y el Mercurio son la base de todo. Donde quiera haya Materia, hay Sal; toda Materia se reduce a la Sal, y toda Sal puede ser convertida en Oro.

Así pues, los Cuerpos Existenciales Superiores de Ser, vienen a ser una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. La Sal de cualquiera de esos Cuerpos, mediante la acción combinada del Azufre y del Mercurio, se convierte en Oro.

Convertir tales Cuerpos en Oro, en VEHÍCULOS FINOS DE ORO, sería lo indicado, y ésa es la Gran Obra. Pero no se podría realizar tal prodigio, si no recibiera uno una AYUDA EXTRA. Esa ayuda maravillosa consiste en LA NAVIDAD DEL CORAZÓN. Debe nacer el Cristo en el corazón del Hombre, para que se pueda realizar esa gigantesca labor, cual es la de transformar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, en Vehículos de Oro puro.

Ahora bien, situémonos en cualquier vehículo de éstos: el CUERPO ASTRAL. Imaginemos a una persona que tiene un Cuerpo Astral (uno sabe que tiene un Cuerpo Astral cuando puede usarlo, cuando puede moverse con él, consciente y positivamente; cuando puede viajar de un planeta a otro con el mismo)... Imaginemos una persona que tiene ese Cuerpo Astral, pero que está trabajando para convertirlo en un Vehículo de Oro puro, es decir, que quiere perfeccionarlo. No podrá hacerlo, sin eliminar el MERCURIO SECO, es decir, los Yoes, y el AZUFRE ARSENICADO, es decir, los átomos sanguinolientos de la lujuria.

Obviamente necesitará ayuda, y si consigue eliminar el Mercurio Seco y el Azufre Arsenicado, o Azufre Venenoso, entonces su Cuerpo Astral se convertirá en un Vehículo de Oro.

Mas la labor es difícil. Afortunadamente el Cristo Íntimo interviene, y ayuda a eliminar todo ese Mercurio Seco y ese Azufre Venenoso o Arsenicado; y al fin, como resultado de su trabajo, el vehículo se convierte en un CUERPO DE ORO.

Mas antes de convertir ese Cuerpo Astral en un Vehículo de Oro precioso, forzosamente tendrá que pasar por varias etapas. La primera está simbolizada por el COLOR NEGRO, por el CUERVO NEGRO, por la HOZ, por SATURNO. ¿Por qué? Porque el Iniciado habrá de entrar en un franco trabajo de MUERTE: tendrá que eliminar, destruir, desintegrar todos los elementos inhumanos que lleva en su Cuerpo Astral (y eso es muerte, podredumbre), hasta conseguir el COLOR BLANCO, que es fundamental.

Obviamente, ese Color Blanco está representado por la PALOMA BLANCA. A los Iniciados de Egipto se les ponía el KA, o sea la Vestidura de Lino Blanco, para representar, pues, la Castidad, la Pureza.

Después, el tercer símbolo es el ÁGUILA AMARILLA (recibe, el Iniciado, el derecho a usar la Túnica Amarilla).

Y en el cuarto, en la cuarta fase del trabajo, el Iniciado, pues, recibe la PÚRPURA. Cuando recibe la Púrpura, ya su Cuerpo Astral ha quedado convertido en un Vehículo de Oro puro de la mejor calidad. Pero el Jefe de todo ese trabajo Alquimista es, precisamente, el CRISTO ÍNTIMO.

Los sabios dicen que “la Sal, el Azufre y el Mercurio, son los instrumentos pasivos de la Gran Obra”. “Y lo más importante (dicen ellos) es el MAGNÉS INTERIOR”. Ese “Magnés”, citado por Paracelso, no es otra cosa sino el Cristo Íntimo, el Señor, él debe realizar, en verdad, toda la Gran Obra.

He citado como ejemplo el Cuerpo Astral, pero idéntica labor hay que hacer con cada uno de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Tal labor, sin el Magnés Interior de la Alquimia, sería algo más que imposible.

Por eso es que, incuestionablemente, al comenzar uno en la Gran Obra, debe encarnar al Cristo Íntimo. Él nace en el “ESTABLO” de nuestro propio cuerpo (ahí dentro tenemos todos los ANIMALES DEL DESEO y de las pasiones inferiores); él tiene que crecer, desarrollarse a través del ascenso de los grados; convertirse en un HOMBRE ENTRE LOS HOMBRES; hacerse cargo de todos nuestros procesos mentales, volitivos, sexuales, emocionales, etc., etc., etc...

Pasar como un cualquiera entre cualquieras. Siendo el Cristo un Ser tan perfecto, que no es pecador, sin embargo tiene que vivir como pecador entre pecadores, desconocido entre los desconocidos; ésa es la cruda realidad de los hechos. Pero va creciendo, y se va desarrollando, a medida que va eliminando, en sí mismo, los elementos indeseables que llevamos dentro.

Es tanta su integración con nosotros mismos, que se echa toda la responsabilidad sobre sus hombros; se ha convertido en un pecador como nosotros (siendo que él no es pecador), sintiendo, en carne y hueso, las tentaciones, viviendo como cualquiera, y así, poco a poco, a medida que va eliminando los elementos indeseables de nuestra psiquis (no como algo ajeno, sino como propio del él), se va desarrollando y desenvolviendo en el interior de sí mismos, eso es precisamente lo maravilloso.

Si no fuera así, sería imposible, pues, realizar la Gran Obra. Él es el que tiene que eliminar todo ese Mercurio Seco y todo ese Azufre Venenoso, para que los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser puedan convertirse en Vehículos de Oro puro (Oro de la mejor calidad, claro está que sí).

Los Tres Reyes Magos que vinieron a adorar al Niño, representan los colores de la Gran Obra. El primer color es el Negro, cuando estamos perfeccionando un cuerpo, repito, está simbolizado eso con el Cuervo Negro de la Muerte. Es la Obra de Saturno, simbolizada por aquél REY MAGO de color NEGRO. Porque entonces estamos pasando por una MUERTE: la muerte de todos nuestros deseos y pasiones, etc., etc., en el Mundo Astral.

La Paloma Blanca sigue después; es decir, el momento en que ya, habiendo desintegrado todos los Yoes del Mundo Astral, tenemos el derecho a usar la Túnica de Lino Blanco, la Túnica del Ka Egipcio, o la Túnica de Isis; es claro que está representada, como dije, por la Paloma Blanca. Ése es el segundo de los Reyes, el REY BLANCO.

Y si se ha avanzado mucho (hacia la perfección del Cuerpo Astral) aparecería el color Amarillo en el mismo, y el derecho a usar la Túnica Amarilla. Es entonces cuando aparece el Águila Amarilla, y esto nos recuerda al tercero de los Reyes Magos, el de RAZA AMARILLA.

Por último, la CORONA DE LA OBRA es la PÚRPURA. Cuando un cuerpo (sea el Astral, el Mental o el Causal, etc.) ya es de Oro puro, se recibe la Púrpura de los Reyes, porque se ha triunfado. Es la Púrpura que todos los tres Reyes Magos (como Reyes) llevan sobre sus hombros.

De manera que ahí ven ustedes que los tres Reyes Magos no son, como muchos creen, tres personas, ¡No señor, son los colores fundamentales de la Gran Obra! Y el Jesucristo es íntimo, es de adentro.

“Jesús”, en Hebreo, es “JESHUÁ”, y “Jeshuá” es “SALVADOR”; y como Salvador, nuestro Jeshuá Particular tiene que nacer en este “establo” que llevamos dentro, para realizar la Gran Obra. Él es el Magnés Interior del Laboratorio Alquimista. El Gran Maestro debe surgir, pues, en el fondo de nuestra Alma, de nuestro Espíritu.

Lo más duro, pues, para el Cristo Íntimo, cuando ha nacido en el corazón del Hombre, es precisamente eso del Drama Cósmico, su VIACRUCIS.

En el Evangelio aparecen las multitudes, pidiendo la crucifixión del Señor. Esas “MULTITUDES” no son de ayer, de un remoto pasado (como suponen las gentes), de algo que sucedió hace 1975 años. ¡No, señores, esas “multitudes” están dentro de nosotros mismos, son nuestros famosos Yoes! Pues, dentro de cada persona habitan miles de personas: el “Yo odio” el “Yo tengo celos”, el “Yo tengo envidia”, el “Yo soy codicioso”..., es decir, cuantos defectos tenemos, y cada defecto es un Yo diferente.

(Estoy hablando aquí, de esta manera y de este modo, sencillamente porque veo que los hermanos que están aquí en su mayoría son ya de la Institución, ¿no? Habrá algunos visitantes, pero si los visitantes no entienden, pues que me excusen. Pero, en realidad de verdad, como todos son de la Institución, puedo hablarles de este modo).

Es claro que esas Multitudes Interiores que tenemos, que son nuestros famosos Yoes, son los que gritan: “¡Crucifixia, crucifixia!”...

Y en cuanto a los TRES TRAIDORES, ya sabemos que en el Evangelio Crístico son: JUDAS, PILATOS Y CAIFÁS. ¿Quién es Judas? El Demonio del Deseo. ¿Quién es Pilatos? El Demonio de la Mente. ¿Quién es Caifás? El Demonio de la Mala Voluntad. Pero hay que aclarar un poquito, hay que especificar esto para que se vaya entendiendo.

Judas, el DEMONIO DEL DESEO, cambia al Cristo Íntimo por 30 monedas de plata. 3 + 0 = 3. Ésa es la adición kabalística. Es decir, lo cambia por cosas materiales: por la moneda, por los licores, por el lujo, por los placeres animales, etc., etc., etc..., lo vende...

Y en cuanto a Pilatos, es el DEMONIO DE LA MENTE. Ése siempre se lava las manos, nunca tiene la culpa (jamás), para todo encuentra una evasiva, una justificación; jamás se siente culpable. Realmente, todo defecto psicológico que nosotros poseemos en nuestro interior, vivimos siempre justificándolo, jamás nos creemos culpables.

Hay personas que me lo han dicho a mí: “Señor, yo creo que soy una persona, pues, buena. Yo no mato, yo no robo, yo soy caritativo, yo no soy envidioso” (es decir, un “dechado de virtudes”; perfectos, según ellos). “¡Ni modo (digo yo), ante tanta perfección, good bye!”...

De manera que miremos las cosas como son, en su crudo realismo. Ese Pilatos siempre se lava las manos, nunca se considera culpable. Y en cuanto a Caifás, yo francamente considero que es el más perverso de todos...

Piensen ustedes en lo que es CAIFÁS. El Cristo Íntimo nombra, muchas veces, a un Sacerdote, a un Maestro, un Iniciado para que guíe a sus ovejas, las apaciente; le entrega el mando y lo pone al frente de una congregación, y el tal Sacerdote, o el tal Maestro, etc., o el Iniciado, en vez de guiar a su pueblo sabiamente, vende los Sacramentos, prostituye el Altar, fornica con las devotas, etc., etc., etc.

Conclusión: Traiciona al Cristo Íntimo (eso hace Caifás). ¿Es doloroso eso?... ¡Claro, es horrible, es una traición, de lo más sucia que hay! Y no hay duda que son muchas las Religiones que en el mundo se han prostituido, eso es obvio; son muchos los Sacerdotes que han traicionado al Cristo Íntimo. No me refiero a tal o cual secta, no, sino a todas las Religiones del mundo.

Es posible, pues, que Grupos Esotéricos dirigidos por verdaderos Iniciados han sido, éstos Iniciados, muchas veces traidores: han traicionado al Cristo Íntimo; y todo esto es doloroso, infinitamente doloroso. Caifás, pues, es de lo más sucio que hay. Estos Tres Traidores llevan al Cristo Íntimo, pues, al suplicio.

Piensen, por un momento, al Cristo Íntimo en el fondo de cada uno de ustedes, al dueño de todos sus procesos mentales y emocionales, luchando por salvar a cualquiera de ustedes, sufriendo horriblemente; sus propios Yoes (de ustedes) protestando contra él, blasfemándole, poniéndole la corona de espinas, azotándolo. Bueno, ésa es la cruda realidad de los hechos: el Drama Cósmico, vivido internamente.

Al fin, el Señor Íntimo tiene que subir al Calvario, eso es obvio, y baja al Sepulcro (CON SU MUERTE, MATA A LA MUERTE. Es lo último que él hace). Posteriormente, RESUCITA en el Iniciado y el Iniciado resucita en él; entonces la Gran Obra se ha realizado (¡Consummatum Est!).

Así han surgido, a través de los siglos, Maestros Resurrectos. Pensemos en un HERMES TRISMEGISTO, pensemos en un MORIA (Gran Maestro de la Fuerza, del Tíbet); pensemos en el CONDE CAGLIOSTRO, quien todavía vive, o en SAN GERMAIN, que en el año 1939 visitara a Europa otra vez. Este San Germain trabajó activamente, durante los siglos XVII, XVIII, XIX, etc., y sin embargo, físicamente sigue existiendo, es un Maestro Resurrecto. ¿Por qué son Resurrecto esos Maestros? Porque gracias al Cristo Íntimo, lograron ellos la Resurrección.

De manera que sin el Cristo Íntimo, la Resurrección no sería posible. Aquellos que suponen que por el solo hecho de morirse físicamente una persona, ya tiene derecho a la “Resurrección de los Muertos”, pues, en verdad son gentes dignas de compasión, y “no solamente ignoran (hablando esta vez en el estilo socrático), sino lo que es peor: ignoran que ignoran”...

La RESURRECCIÓN es algo que hay que trabajarla, y trabajarla aquí y ahora. Y hay que Resucitar así: en carne y hueso, y a lo vivo. La INMORTALIDAD hay que conseguirla ahora mismo, personalmente. Ésa es la forma como se debe considerar, pues, el Misterio Crístico.

Todo el Drama Cósmico, en sí mismo, es extraordinario, maravilloso, y se inicia en verdad con la Navidad del Corazón. Lo que continúa después, en relación con el Drama, es formidable: que tiene que huir a Egipto, que Herodes manda matar todos los “Niños”, y él tiene que huir; todo, todo eso simbólico, completamente simbólico.

Se dice que “Jesús, que José, que María (por ahí en un Evangelio Apócrifo), hubieron de huir a Egipto, y que entonces permanecieron varios días viviendo debajo de una HIGUERA”, y que “de esa Higuera salía un manantial de agua purísima”... Todo eso hay que entenderlo; esa Higuera representa siempre al SEXO. “Que se alimentaban de los frutos de esa Higuera”... Son los frutos del ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL. “El agua que corría (purísima), que salía de esa Higuera”... Es nada menos que el MERCURIO DE LA FILOSOFÍA SECRETA.

Hasta del DEGOLLAMIENTO DE LOS INOCENTES, mucho se ha escrito mucho sobre eso... Nicolás Flamel dejó grabado, pues, en las puertas allá, del cementerio de París, escenas sobre el “degollamiento de los inocentes”. Pero ¿qué es esto del “degollamiento de los inocentes”? ¡Simbólico también, y alquimista..., alquimista!...

Todo Iniciado tiene que pasar por el “degollamiento”. Pero, ¿qué es lo que tiene que degollar, en uno, el Cristo Íntimo? Pues, sencillamente, debe degollar el Ego, el Yo, el sí mismo.

Y la sangre esa, que emana pues del degollamiento, es el Fuego, es el FUEGO SAGRADO, con el que tiene el Iniciado que purificarse, limpiarse, blanquearse. Todo eso es esotérico, en gran manera; nada de eso se puede tomar a la letra muerta.

Luego vienen los fenómenos milagrosos del Gran Maestro: ¡Que CAMINABA SOBRE LAS AGUAS! Sí, sobre las Aguas de la Vida tiene que caminar siempre el Cristo Íntimo, ABRIR LA VISTA de los que no ven, predicando la Palabra, para que vean la Luz; ABRIRLE LOS OÍDOS a los que no tienen oídos, para que escuchen la Palabra (cuando el Señor ha crecido en el Iniciado, tiene que tomar la palabra y explicarles a otros lo que es el Camino); LIMPIAR A LOS LEPROSOS (todo el mundo está “leproso”, todo el mundo; no hay nadie que no esté “leproso”; esa “lepra” es el Ego, el Yo pluralizado; ésa es la “Epidemia” que todo el mundo lleva adentro; La “lepra” de la cual debemos ser limpios). Todos están “paralíticos”, no caminan todavía por la Senda de la Autorrealización. Es que el Hijo del Hombre debe, pues, SANAR A LOS PARALÍTICOS, para que éstos echen a andar, rumbo hacia la Montaña del Ser.

Hay que entender el Evangelio en una forma más íntima, más profunda. Eso no corresponde a un remoto pasado, eso es para vivirlo dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Si nosotros vamos empezando a madurar un poquito, sabremos apreciar mejor el mensaje que el Gran Kabir Jesús trajo a la Tierra...

En todo caso, necesitamos pasar por TRES PURIFICACIONES, a base de HIERRO y FUEGO. Los TRES CLAVOS de la Cruz, significan eso, y la palabra INRI dice demasiado (ya sabemos que INRI, esotéricamente, es el Fuego). Necesitamos pasar por las Tres Purificaciones, a base de Hierro y Fuego, antes de conseguir la Resurrección. De lo contrario, no sería posible lograr la Resurrección.

El que resucita, se transforma radicalmente, se convierte en un DIOS-HOMBRE, en un Hierofante de la talla de un Buddha, o de un Hermes, o de un Quetzalcóatl, etc. Pero hay que hacer la Gran Obra.

Realmente, no se podrían entender los Cuatro Evangelios, si uno no estudia la Alquimia y la Kábala, porque son alquimistas y kabalistas; eso es obvio.

Los Judíos tienen tres Libros Sagrados. El primero es el CUERPO DE LA DOCTRINA, es decir, la BIBLIA. El segundo es el ALMA DE LA DOCTRINA: el TALMUD, donde está, pues, el alma nacional Judía; y el tercero es el ESPIRITU DE LA DOCTRINA, el ZOHAR, donde está toda la Kábala de los Rabinos.

“La Biblia”, el Cuerpo de la Doctrina, está en clave. Si queremos nosotros estudiar Biblia compaginando versículos, procedemos en forma ignorante, empírica y absurda. Prueba de eso es que todas las Sectas Muertas que se han nutrido, hasta la fecha actual, con la Biblia interpretada en forma empírica, no han podido ponerse de acuerdo. Si existen miles de sectas basadas en la Biblia, quiere decir que ninguna la ha comprendido... ...están allí las clave para interpretación del primer texto. Sólo con el tercer libro, que es el del “Zohar” (escrito por Simeón Ben Jochai, el Gran Rabino Iluminado), hallamos la clave para interpretar la Biblia.

Entonces es necesario abrir, pues, “El Zohar”. Y si queremos saber algo sobre el Cristo, sobre el Hijo del Hombre, debemos estudiar el Árbol de la Vida. ¿Cómo podríamos saber algo sobre el HIJO DEL HOMBRE, si no estudiamos el Árbol de la Vida en “El Zohar”? ¡Pues, no es posible! Cuando uno estudia el Árbol de la Vida, tiene que ahondar en los DIEZ SEPHIROTES de la Kábala hebraica.

Esta vez voy a hablar yo de los Diez Sephirotes, no de arriba hacia abajo, sino a enfocarlos de abajo para arriba (como me decía en cierta ocasión a mí el Conde San Germain: “Ahora nos toca a nosotros, en estos tiempos, trabajar de abajo para arriba”... Y es verdad; no nos queda más remedio, porque la Humanidad está demasiado materializada). De manera que voy a empezar a hablarles a ustedes sobre el Árbol de la Vida, desde abajo para arriba, no de arriba para abajo...

El primer Sephiroth, pues es MALKUTH. Pero este Malkuth, propiamente dicho, es el MUNDO FÍSICO (éste, en que nosotros vivimos), el Mundo Tridimensional de Euclides; eso es obvio.

Los científicos pueden conocer la mecánica de los fenómenos, pero, ¿qué saben ellos sobre el FONDO VITAL? ¡Absolutamente nada, pero nada!

Tomemos un cuerpo físico cualquiera. Descubrimos que está compuesto por órganos (por eso es un organismo). Los órganos, a su vez, están compuestos de células, las células por moléculas, las moléculas de átomos, y si fraccionamos cualquier átomo, liberamos energía.

Los científicos pueden jugar, dijéramos, con la biomecánica de los fenómenos, pero no pueden crear vida (¡imposible!). Si nosotros ponemos, sobre la mesa de un laboratorio, las sustancias químicas con las que están compuestos los gametos masculino y femenino (es decir, zoospermos y óvulos), y les decimos a los científicos que fabriquen tales gametos, no niego que puedan hacerlos, fabricarlos (es posible que con poderosos microscopios, los hagan), pero lo que sí estamos absolutamente seguros, es de que jamás van ellos, con esos gametos artificiales, a crear un organismos humano.

Se han hecho, se han creado cohetes que viajan a la Luna, aviones supersónicos que han roto la barrera del sonido, pero no han sido los científicos capaces de crear una simple semilla vegetal artificial, con posibilidades de germinación...

Don Alfonso Herrera, el gran sabio mexicano, aquél que creara la Teoría de la Plasmogenia, fabricó la célula artificial, pero fue una célula que nunca tuvo vida, una célula muerta.

Se pueden pasar semillas, por ejemplo, de café, de una tierra a otra tierra. ¡Correcto! También se pueden pasar “semillas” de una persona a otra persona, hacer, dijéramos, inseminaciones artificiales. Todo esto es posible; pero se está jugando ahí con lo que la Naturaleza hizo. Porque, vamos a ver si son capaces, los científicos, de fabricar esas “semillas”, con posibilidades de convertirse en algo vivo (eso nunca se ha visto, jamás se verá).

Conclusión: La vida es algo diferente; el organismo humano necesita de un NEXUS FORMATIVUS (como lo dijera Don Emmanuel Kant, el filósofo de Königsberg) para su sostenimiento. Ese tal “Nexus Formativus” es el CUERPO VITAL o LINGA SHARIRA de los Indostanes; el ASIENTO VITAL de la célula viva, el YESOD de la Kábala hebraica.

Así como nuestro cuerpo físico tiene (para su mantenimiento, su sostenimiento, su conservación) su Cuerpo Vital, así también lo tienen las plantas y cualquier organismo que tenga vida; y en general, lo tiene todo el planeta Tierra. De manera que todo el mundo terráqueo tiene su propia vitalidad, su Fundamento Vital, su Yesod. En ese Yesod del mundo terráqueo, está la vida de nuestro mundo.

Ahondando un poquito más, podríamos citar nosotros la cuestión de la QUINTA COORDENADA. Obviamente, más allá del Mundo Vital existe el MUNDO ASTRAL. En el Mundo Astral viven los desencarnados, después de que abandonan el cuerpo físico; en el Mundo Astral encontramos a las columnas de Ángeles y de Demonios...

El Mago puede aprender a trabajar en el Mundo Astral, si ésa es su voluntad. Nosotros enseñamos sistemas, mediante los cuales es posible entrar en el Mundo Astral a voluntad. Ese Mundo Astral es, precisamente, el HOD kabalístico.

Más allá del Mundo Astral, encontramos el MUNDO DE LA MENTE CÓSMICA, el famoso NETZACH de los Hebreos. La Tierra tiene su Mente: la Mente Cósmica, o la Mente Planetaria, está en todo lo que es, ha sido y será. Nuestra propia mente es una fracción de la Mente Planetaria, eso es obvio. Que a esa Mente Planetaria o Mundo Mental, se le denomine Netzach, nada tiene de raro, es cuestión de nombre, pero el Mundo de la Mente ha sido ampliamente estudiado por todas las Escuelas de Regeneración.

Continuando, pues, en este análisis del Árbol de la Vida, entramos en el Mundo de las Causas Naturales, el MUNDO CAUSAL. Obviamente, el Mundo Causal es realmente el TEMPLO DE LA FRATERNIDAD DE LA LUZ INTERIOR (no levantado jamás por manos humanas).

En el Mundo Causal, encontramos nosotros las distintas corrientes de Causación Cósmica:

“Todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto”; toda causa se transforma en efecto y el efecto, a su vez, se convierte en causa de un nuevo efecto. Así pues, las causas y los efectos están debidamente encadenados.

En el Mundo Casual, propiamente dicho, está ese principio del hombre conocido como “ALMA HUMANA” (se le ha denominado “TIPHERETH”, y esto es bastante interesante). El Alma Humana, en sí, es masculina, el Alma Espiritual es femenina. Pero en el Mundo de Tiphereth encontramos al Alma Humana, lo que tenemos de humano.

Cuando el Cristo viene a darnos ayuda (el Cristo Íntimo), obviamente habrá, pues, de surgir en nosotros desde Tiphereth, es decir, en el Mundo Causal, puesto que en el Mundo Causal están las causas de nuestros errores y él tiene que eliminar las causas de nuestros errores.

Para que el Cristo Cósmico pueda nacer en nosotros, se necesita que SE HUMANICE (pues él es una Fuerza Cósmica, Universal, latente en todo átomo del Infinito). Pero para que se humanice, ha de penetrar en el vientre de la DIVINA MADRE KUNDALINI. Es decir..., ¿cómo podría entenderse esto?

Dentro de nosotros está nuestro Padre que está en secreto, también está nuestra Divina Madre Kundalini. Al desdoblarse, pues, el ETERNO MASCULINO DIVINO, en el ETERNO FEMENINO, surge la Madre Divina. Ella recibe en su vientre al Logos (cuando él desciende desde su elevada Esfera) y nace de ella; por eso se dice de ella que “es Virgen antes del parto, en el parto y después del parto”. Y es de ella que debe nacer ese NIÑO-JESÚS, ese Jesucristo Íntimo, o Jeshuá particular que ha de venir a salvarnos...

Él surge, pues, en el Alma Humana. Cuando alguien recibe la INICIACIÓN DE TIPHERETH, él viene pues a expresarse en el Alma Humana, en el Mundo Causal. Surge de hecho, desde allí, para poder eliminar las causas de los errores, que están allí.

Mucho más allá del Mundo de Tiphereth, o Mundo de las Causas Naturales, está GEBURAH, que es el Mundo, dijéramos, del ALMA ESPIRITUAL (en Buddhismo riguroso, se le llamaría el “MUNDO BÚDDHICO” o “INTUICIONAL”; también se le llama, pues, “el Mundo del Alma Espíritu”).

¿Qué es, pues, el BUDDHI? En el Buddhi está nuestra ALMA-ESPÍRITU, la WALKIRIA, la Reina de los Jinas (GINEBRA), aquélla que a Lanzarote escanciara el vino, entre las copas iniciáticas de Sukra y de Manti...

Recordemos nosotros al Dante, cuando habla de las DOS ALMAS: de la que trabaja, y esa otra que se contempla en un espejo (y que brilla, y todo)... De manera que son dos Almas: la una, Masculina, y la otra, femenina.

A Geburah también se le denomina el “MUNDO DEL RIGOR”, de “LA LEY”, de “LA JUSTICIA”, mucho más allá de ese Sephiroth, encontramos pues al séptimo de los Sephiroths: es “GEDULAH” (se le dice también “CHESED”). Este Chesed es el MUNDO DEL ÍNTIMO, el MUNDO DE ATMAN, el Inefable.

El “Testamento de la Sabiduría” antigua dice: “Antes de que la falsa aurora apareciera sobre la Tierra, aquéllos que sobrevivieron al huracán y a la tormenta alabaron al Íntimo, y a ellos se les aparecieron los Heraldos de la Aurora”... El Íntimo es Atman, el Inefable: Chesed.

Así, pues, estos Siete Sephiroths son, dijéramos, la MANIFESTACIÓN. Mucho más allá de estos Siete Sephiroths Inferiores, vienen los Sephiroths Superiores...

BINAH: ¿pero qué es “Binah”? Binah es el ESPÍRITU SANTO (sí, el Espíritu Santo en cada uno de nos). El MUNDO DEL ESPÍRITU SANTO es formidable, maravilloso, extraordinario. Y más allá del Mundo del Espíritu Santo, está el MUNDO DE CHOKMAH, o sea, el MUNDO DEL LOGOS, del Cristo Cósmico; y muchísimo más allá está el MUNDO DE KETHER, o sea el MUNDO DEL ANCIANO DE LOS DÍAS, nuestro Padre que está en secreto.

Cada uno de nosotros tiene su Padre particular, individual. “Hay tantos Padres dentro del Cielo, cuanta gente en la Tierra” (y aun más). Cada uno de nosotros tiene el suyo. Obviamente, nadie será capaz de ver al Padre, ni de platicarle cara a cara, sin “morir”.

Es decir, primero tiene que MORIR EL EGO (no el cuerpo, sino el Ego), para tener luego la dicha de ver al Padre y de platicar con él debidamente. De lo contrario, no sería posible. O por lo menos, si no ha alcanzado todavía (el Iniciado) a morir totalmente, por lo menos debe haber

muerto siquiera en un 90%, para poder tener la dicha de ver al Padre y de platicar con él, cara a cara, personalmente. El es la Bondad de las bondades, lo Oculto de lo oculto, la Misericordia de las misericordias...

Así, pues, éste es el Árbol de la Vida, los Diez Sephirotes de la Kábala hebraica. El HIJO DEL HOMBRE está en el Sephiroth Tiphereth; ahí es donde está el Hijo del Hombre.

Si miramos a Tiphereth, vemos que es el quinto de los Sephiroths, es decir, está entre la mitad de los Sephiroths (de los arriba y de los de abajo). Él tiene, como Hijo del Hombre que es..., en el Alma Humana tendrá que expresarse, y tendrá que reunir a los Sephirotes de abajo y a los de arriba, integrarlos en sí mismo para transformarse realmente en el ADAM-KADMON, es decir, en el ADAM CELESTE, en el ADAM SOLAR.

Cuando eso se haga estaremos perfectos, convertidos en Dioses terriblemente divinos, más allá del bien y del mal. Pero sin el Cristo (que viene a manifestarse en Tiphereth) no sería posible llegar a tan tremendas alturas. El Señor es, pues, fundamental para la Gran Obra; él es el Magnés Interior de la Alquimia...

Comprendiendo, pues, el Árbol de la Vida, sabemos lo que es también el Hijo del Hombre, tal como figura en la Biblia. Pero no podríamos saber qué es el Hijo del Hombre, si nosotros no estudiamos el Árbol de la Vida en “El Zohar”.

Por ejemplo, se habla en las Sagradas Escrituras, por ahí (parece que en San Lucas..., no recuerdo exactamente en que punto, pero se habla del Hijo del Hombre), dice: “Aquél que negare al Hijo del Hombre, ése es ANTICRISTO”...

Obviamente que así es. Porque el que niega al Hijo del Hombre (que está aquí en Tiphereth), o sea, al Alma Humana (que lo niega en su expresión como al Alma Humana), aquel materialista que niega al Alma Humana, que priva al ser humano de la posibilidad de tener Alma Humana; aquél, como un Carlos Marx, que con su Dialéctica Materialista le quita a la humanidad los Valores Eternos, obviamente que se convierte en Anticristo; porque si el Cristo se expresa a través de Tiphereth, el que se manifiesta en contra de Tiphereth, del Alma Humana o Principio Causal, quien niegue ese Alma (el Materialista), es Anticristo.

De manera que el Anticristo de la falsa Ciencia... ...actualmente vive sobre la faz de la Tierra. Todos esos científicos Ateos, enemigos del Eterno, Anticristo son, en un ciento por ciento, porque niegan al Hijo del Hombre...

Reflexionemos en todas estas cuestiones, mis queridos hermanos, para que vayamos entendiendo lo que el Cristo Íntimo y la Navidad del Corazón...

BUDDHA y JESÚS, o Buddha y el Cristo, SE COMPLEMENTAN dentro de nosotros mismos... Les narraba yo a ustedes, alguna vez el caso (un caso insólito), de que alguna fui por ahí, dentro de un Templo Budista, en el Japón, y hable algo adentro, ante la congregación, sobre el Cristo. Se produjo, naturalmente, un rumor de todos los monjes.

Estaba yo en pleno Monasterio Budista; de hecho, los monjes se dirijieron al Maestro y le contaron que un hombre estaba hablando a favor del Cristo. Yo esperaba que aquel monje viniera furioso contra mí, con palos y quién sabe qué más, ¿no? Pero afortunadamente nada sucedió... Me dijo:

– ¿Cómo es que usted, aquí, en un Templo Budista, habla a favor del Cristo... ? Y le respondo:

– Con el profundo respeto que esta congregación merece, me permito decirles que el Cristo y el Buddha se complementan... Pues, entonces vi con asombro, que aquel Maestro asintió así..., y dijo:

– Así es; Cristo y Buddha se complementan. Lo afirmó, ante todos los monjes.

Luego me habló con un Koan, para darme a entender que el Cristo y el Buddha son dos factores íntimos que uno lleva en su interior. Hizo traer un hilo, con en el cual me ligó, primero, el dedo pulgar derecho, y después, el dedo pulgar izquierdo. Yo entendí el Koan, porque estoy acostumbrado a la Dialéctica de la Conciencia. Quiso decirme, con eso, que “Cristo y Buddha están ligados dentro de nosotros mismos, son dos aspectos de nuestro mismo Ser”...

Y esto se los puedo a ustedes explicar, mejor dicho, explicar a la luz, precisamente, del Árbol de la Vida: el Buddha, naturalmente, está formado por estos dos Principios: CHESED y GEBURAH. En lenguaje rigurosamente filosófico, diríamos: ATMAN-BUDDHI (ése es el BUDDHA INTERIOR).

Y en cuanto al Cristo, veámoslo aquí, en CHOKMAH. En fin, de manera que el Cristo, a través de BINAH (que es el Sexo), viene a quedar conectado con el Buddha, que es Chesed-Geburah (parte de nuestro propio Ser: Cristo y Buddha).

Entonces, el porvenir esotérico y religioso de la humanidad del mañana, tendrá, indudablemente, lo mejor del ESOTERISMO CRÍSTICO y lo mejor del ESOTERISMO Budista, es decir, el Esoterismo Budista y el Esoterismo Crístico tienen que integrarse, fusionarse (son dos partes de nuestro propio Ser).

Gautama, el Buddha Sakyamuni, vino a enseñarnos, realmente la Doctrina de Chesed y Geburah, es decir, la Doctrina del Íntimo, la Doctrina del Buddha Interior.

Y en cuanto a Jeshuá Ben Pandirá, vino a enseñarnos la Doctrina del Cristo (Chokmah es el Cristo), vino a enseñarnos la Doctrina del Alma Humana, la Doctrina de Tiphereth, la Doctrina del Cristo Íntimo, la Doctrina del Chrestos Íntimo.

Gautama nos trajo la Doctrina del Buddha Íntimo, y Jesús de Nazareth nos trajo la Doctrina del Cristo Íntimo. Cada uno de ellos trajo algún mensaje de nuestro propio Ser. Así pues, Cristo y Buddha se complementan, están dentro de nosotros mismos; eso es obvio.

Entendidas estas cuestiones, mis queridos hermanos, bien vale la pena, pues, trabajar por llegar uno, algún día, a recibir la INICIACIÓN VENUSTA, es decir, la INICIACIÓN DE TIPHERETH, la NAVIDAD DEL CORAZÓN...

Ahora, me voy a limitar a contestar preguntas. Cada uno de ustedes puede preguntar con la más entera libertad. Lo que no hayan entendido, pregunten y yo les voy a explicar; a ver...

Discípulo.

Maestro.

D.

M. Pues, la gente suma y resta tanto, ¿no? Pero, realmente, si cogen este... ...1 + 0 + 0 le da 1, el nombre del ETERNO DIOS VIVIENTE y DESCONOCIDO...

Obviamente, no podemos nosotros representar a Dios de cualquier manera. Hay dos unidades: la primera es la Unidad Inmanifestada; la llamaríamos nosotros así: “AELOHIM”, la Divinidad Incognoscible, el Omnimisericordioso, la Infinitud que todo lo sustenta. No se puede burilar, no se puede simbolizar, no se puede alegorizar, ni hacer imagen de él.

A él se refirió Moisés, cuando dijo que “no podíamos usar imágenes, ni símbolos”, pero fue para simbolizarlo a él, ¿cómo vamos a simbolizar a la Divinidad Inmanifestada, Incognoscible, de qué modo, de qué manera, si es incognoscible?

Pero a la Segunda Unidad si se le puede alegorizar..... “ELOHIM”, es la Segunda Unidad. Elohim no es un sujeto, como creen muchos, es el Ejército de la Palabra, el Ejército de la Voz, es una palabra...

D.

M. Pues son, dijéramos, cuestiones de tipos meramente intelectual, porque en realidad de verdad, el verdadero NOMBRE SECRETO de la Divinidad lo tiene cada cual en su interior profundo. Y en ese caso no sería un nombre sino millones y millones, pues CADA CUAL TIENE EL SUYO, y el... ...de la Divinidad...

Por ejemplo, Dios hay que buscarlo dentro de nuestro interior. Por ejemplo, mi nombre secreto, mi nombre interior profundo “Samael Aun Weor”, lo uso y es único que uso; mi nombre profano no lo uso, ¿por qué? Porque quien está cumpliendo la misión, o quien está entregando las Enseñanzas a la humanidad es mi Dios Interior profundo. De modo que él es quien tiene derecho, pues, a firmar los libros con su nombre (mi humilde persona, nada vale).

Pero bien... ...el Ejército de la Voz. Aelohim es el Incognoscible, Elohim, el Ejército de la Palabra. Está bien, pero, “Elohim”, en sí mismo, es una palabra pluralizada; es una palabra, dijéramos, femenina pluralizada, con un terminal masculino. Significa “DIOSAS Y DIOSES”...

Una Religión sin Diosas, por ejemplo, es una Religión que está a mitad del Ateísmo Materialismo, puesto que ha suprimido la mitad de la Religión.

“Diosas y Dioses” eso significa “Elohim”; o mejor dijéramos, “Elojim”, porque la “H” se pronuncia como “J”. Estos Elohim (como quiera que tienen sus dos Principios: su Alma Espiritual, que es femenina y su Alma Humana, que es masculina) son Divinos Andróginos, son Diosas y Dioses a la vez: el Ejército de la Creación, el DEMIURGO ARQUITECTO...

Bien, y en cuanto Aelohim es diferente. Aelohim es el Innominado... Pero todo lo surge, lo que viene a la existencia surge de Elohim, o sea, la Unidad Creadora, y surge por conjugaciones definitivas del Azufre y del Mercurio. Por eso se dice que “el Sol es su Padre, que la Luna es su Madre, que el viento le llevó en su vientre y que la tierra fue su nodriza”...

Bien, de manera que, entonces, distingamos entre Aelohim y Elohim. En el Mundo de Elohim cada cual tiene su Nombre Esotérico, y Elohim, o sea el Ejército de la Palabra, al fin, al llegar a la Noche Cósmica tendrá que absorberse en el seno del Eterno Padre Cósmico: Aelohim... ¿Hay alguna otra pregunta?

D. El Absoluto crea la Dualidad... ¿Cómo se crea ahí la Trinidad?

M. Bueno, el Absoluto en sí mismo, o sea, Aelohim, el Eterno Padre Cósmico Común, no es el que viene a crear la Dualidad. No negamos que él no medite en la creación de un Cosmos. Puede meditar en ello, pero hasta ahí. Pero, QUIEN VIENE YA A CREAR LA DUALIDAD ES LA SEGUNDA UNIDAD; Elohim, o la Unidad Manifestada va a crear, dijéramos, por conjugación del Azufre y el Mercurio. Entonces, del Azufre y del Mercurio deviene todo lo que es, ha sido y será. Ese Azufre y ese Mercurio, en sí mismo, ya es la Dualidad; creada, naturalmente, de la Segunda Unidad, no de la Primera Unidad...

D. ¿Y la Trinidad emana de la...?

En cuanto a LA TRINIDAD, propiamente dicha, pues, total, VIENE A HACERSE MANIFIESTA YA CON LA SEGUNDA UNIDAD. Porque más allá del Anciano de los Días (el Viejo de los Siglos, Kether, que es el décimo de los Sephiroths), encontramos nosotros al AIN SOPH AUR, que es el Sagrado Sol Absoluto, y muchísimo más allá del Ain Soph Aur, encontramos nosotros al AIN SOPH, que es, dijéramos, el Segundo Círculo del Absoluto, y mucho más allá está el AIN, el Absoluto Inmanifestado.

Pero, realmente, lo que hay más allá de Ain, lo que se esconde tras Ain, o sea el Eterno Padre Cósmico Común, no podría jamás crear la Trinidad, ¿no? Se desdobla durante la manifestación del Ain Soph Aur.

Del Ain deviene el desdoblamiento del Ain Soph, y luego vendrá el Ain Soph Aur; entonces aparece el Sagrado Sol Absoluto. Y del Sagrado Sol Absoluto emana el SANTÍSIMO OKIDANOCK, Omnipresente, Omnipenetrante, Omnisciente (el Santísimo Okidanock, es también mencionado por la Blavatsky, con el nombre de “El Gran Aliento”). DEL GRAN ALIENTO, a su vez, SURGE LA TRINIDAD, el SANTO TRIAMAZIKAMNO, o sea, el Santo Afirmar, el Santo Negar, y el Santo Conciliar.

El Santísimo Okidanock, aunque penetre en los Mundos, no queda involucrado en los mismos, y para poder crear tiene que desdoblarse en sus tres Elementos fundamentales, que son el Santo Afirmar, el Santo Negar, y el Santo Conciliar. Así es como surge la Trimurti: Kether, Chokmah y Binah (Padre, Hijo y Espíritu Santo; Positivo, Negativo, Neutro).

Pero esa Trinidad emana es del Santísimo Okidanock. El Santísimo Okidanock emana del Sagrado Sol Absoluto. Y no emana directamente de la Unidad Inmanifestada, sino de la Unidad ya Manifestada. Así hay que entenderlo... ¿Alguna otra pregunta hermanos? A ver...

D.

M. Pero tú estas partiendo de un Dios Antropomorfo; ese Dios del que tú estas partiendo no existe. ¿A cuál Dios te refieres, a ese monigote, que pintan algunas sectas muertas? Eso no tiene existencia, eso es una fantasía nuestra...

Pensemos nosotros, en la Unidad Manifestada, es el Ejército de la Palabra; el Ejército de la Palabra..., tú misma formas parte de ese ejército: la parte superior tuya del Árbol de la Vida (que es el Kether de la Kábala hebraica, o Partícula Ígnea y Divinal), es un fragmento, pues, de la Gran Unidad Manifestada, que no es un individuo y ni tiene cabeza, ni pies, sino el Océano, lo Esencial con el Espacio, la Vida libre en su movimiento, Esa Unidad Manifestada a su vez deviene de la Inmanifestada. La Inmanifestada no tiene fin, ¿tú le podrías poner un fin al Espacio? Pues es el Espacio mismo ¿dónde vas a marcar un fin al espacio?...

De manera que sí pensamos así, lo entenderás mejor. Pero sí me hablas de un Dios allá, un caballero con una barba hasta aquí, hasta el ombligo, sentado en un trono de blasfemia, lanzando rayos y truenos contra todo este triste hormiguero humano, pues, francamente, no te lo acepto.

A ese sí, con relación a ese sí podrías decir: “¿Quién hizo ese monigote?” Pues claro está, al conocerlo ¿no? A un tiranuleo así habría que agarrarlo de acá de la barba, ¿no? Eso no existe. Eso es una fantasía. Hay que empezar por comprender que nosotros somos tan solo (en el fondo, allá, en lo más profundo de nuestro Ser), somos partículas del Gran Océano de la Vida Universal; y esto es todo.

Así sí se debe entender a Dios, de ese modo, no de forma antropomórfica. El antropomorfismo ese, ha causado muchos daños: muchos Rusos (esos astronautas Rusos, precisamente, como llegaron allá en el espacio en sus famosos cohetes... ...los famosos cohetes rusos), dijeron: “Donde está Dios, no lo hemos encontrado por aquí, por ninguna parte”. Por qué. Porque se le enseñó a la humanidad esa idolatría, se les enseñó que Dios es un caballero por allá, sentado en trono de tiranía, lo cual es falso... ¿Alguna otra pregunta, hermanos?

D. Habló de los Tres Reyes Magos; que reflejaban tres aspectos, tres partes de la Obra. Volveré a recordarlos: dijo primero el Negro, ¿verdad?, luego el Blanco y luego el Amarillo, y después estaba la Corona de Púrpura...

M. ¡El Manto de los Reyes!

D. El manto, es que Nicolás Flamel, nada más habla de tres colores: del Negro, del Blanco y del Rojo...

M. Si dijo eso que lo diga; Sendivogius dice otra cosa, y en cuanto a Raimundo Lulio, otra; yo por mi parte acepto los cuatro colores fundamentales, por experiencia directa. Porque el primero es el Negro, que corresponde a Saturno, la Muerte. Cuando uno está eliminando, por ejemplo, supongamos del Cuerpo Astral, eliminando lo que no sirve de ese cuerpo (el Mercurio Seco, los Yoes). El segundo color es el Blanco, cuando ya uno ha logrado blanquear ese cuerpo (por haber eliminado los Yoes). El tercero, el Amarillo, ya recibe uno la Túnica Amarilla (ya da esperanzas, está para terminar la Gran Obra). Y cuarto, es la Púrpura, cuando ya aquel Cuerpo Astral se ha convertido en un Vehículo de Oro puro. Así pues LOS COLORES FUNDAMENTALES, dígalo Nicolás Flamel o no lo diga, SON LOS CUATRO: Negro, Blanco, Amarillo y Rojo...

D. ¿También serán las Cuatro Rosas Herméticas?

M. Bueno, también se les puede simbolizar con CUATRO ROSAS HERMÉTICAS, así es. Se les podría simbolizar también con el TRÉBOL DE CUATRO HOJAS. Pero obviamente en el Evangelio está muy bien simbolizado con los Tres Reyes Magos, por último llevan ellos la Púrpura, ahí está el Cuarto Color. ¡La Púrpura de los Reyes!..

Y al fin y al cabo, en síntesis, toda la Gran Obra que un Hombre tiene que realizar para llegar de verdad a poseer la Piedra Filosofal, pasa por esos Cuatro Colores. Se alegorizan siempre con el CUERVO NEGRO de Saturno, que es la Muerte, con la PALOMA BLANCA del Espíritu Santo, con el ÁGUILA AMARILLA, y con el FAISÁN ROJO...

D.

M. ¿Cómo?

D. ¿Y esos nombres de los Sephiroths son en hebreos o qué?

M. ¡Ahí están, EN HEBREO! Son los mismos Mundos o Regiones de que hablan los Teósofos, de que hablan las Escuelas Pseudo-Rosacrucistas, de que hablan las Escuelas Yoguistas, de que hablan las Escuelas de Japón, etc., etc., Lamas, etc... Pero aquí están ya, a la luz del Árbol de la Vida...

Hay dos Árboles en nosotros: EL ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL, que es el SEXO, y el otro, este ÁRBOL, que es el DE LA VIDA; y ambos árboles hasta comparten sus raíces...

De manera que uno no podría subir por estas gradas del Árbol de la Vida, por estas ramas del Gran Árbol, sino trabajara de verdad disolviendo el Ego y, en general, con el Árbol del Sexo (que es el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal). Son los dos Árboles, ambos comparten sus raíces; son los dos grandes Árboles... ¿Algún otro tiene algo que preguntar? A ver habla, pues, Rebeca...

D. ¿Qué simbolismo puede tener el Jaguar?

M. ¿El Jaguar?

D. Sí...

M. ¿El Tigre?

D. Sí...

M. Pues, TIENE UN SIMBOLISMO MUY PRECIOSO: el LUCIFER-XOLOTL. Lucifer, es precioso Lucifer, porque... ...bueno, si LUCIFER ES UNA REFLEXIÓN DEL LOGOS dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Hay viene también la cuestión del antropomorfismo. Muchos piensan..., así como pintan a un Dios allá, terrible en un trono de tiranía, también nos ponen un Diablo espantoso, sentado allá en un trono infernal, con tenedor grandote aquí en la diestra, unas alas horribles, dominando el mundo..., bueno, eso..., eso está equivocado. Porque la cruda realidad de los hechos es que toda luz produce su sombra.

Veamos el Sol (el Sol nos da la vida). En este momento nosotros estamos del lado oscuro, y el Sol está alumbrando el otro lado de la Tierra. De día el Sol alumbra una parte, por el otro lado está en oscuridad, por contraste. Por contraste, en este momento estamos nosotros aquí de noche, y en Japón están de día, por contraste...

En pleno mediodía se forman las sombras debajo de los árboles. Si nosotros levantamos una mano, así por ejemplo, ¿qué cosa vemos aquí?

D.

M. ¿Ah?

D.

M. No es muy bonito, pero es raro...

D. [Risas].

M. ¡Véanlo, obsérvenlo Es el Diablo! De manera aquí es el mismo simbolismo: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas distintas en un solo Dios. Pero, reflejado en la pared, ¿cómo les parece?

D.

M. Claro, es el Diablo. De manera que LUCIFER NO ES MÁS QUE LA SOMBRA DE DIOS, la Sombra del Logos Íntimo dentro de nosotros mismos; mejor dicho, nuestro Logos Interior Profundo, el Cristo Íntimo proyecta su Sombra dentro de nosotros; y esa Sombra es útil, la necesitamos...

Léanse ustedes “La Divina Comedia” del Dante, y verán ustedes como Virgilio y el Dante bajaban por la Escalera de Lucifer. Cada pelo del cuerpo de Lucifer parecía una viga, por ahí iban bajando y por ahí subían ellos también, hasta llegar arriba donde está “El Gólgota”; eso es simbólico: “Lucifer es escalera para bajar. Lucifer es escalera para subir”... El Cristo se disfraza de Lucifer para servirnos de escalera y sacarnos del Abismo, llevarnos a la Luz.

De manera que hay que mirar a Lucifer ahora desde un punto de vista nuevo. Este Lucifer, realmente, no es más que la Reflexión del Logos dentro de nosotros mismos, su Sombra, y útil además: da el impulso sexual.

Ese impulso es rebelde de por sí, de tipo luciférico. Mas si uno es capaz de controlar ese impulso animal, entonces transmuta el Esperma en Energía, comienza la Gran Obra, y le gana una batalla a Lucifer...

Cada vez que uno logra, pues, dominar el impulso, animal, sube un peldaño por la Escala de Lucifer; y así, va uno subiendo de peldaño en peldaño, hasta que sale arriba, Autorrealizado y Perfecto... De manera que Lucifer le sirve a uno de escalera para subir, y viceversa, si uno quiere bajar, no le queda más remedio que bajar por la Escalera de Lucifer...

D.

En cuanto al Tigre (Xolotl-Lucifer), es el símbolo, precisamente, del LUCIFER NAHUA; y así hay que saberlo entender. Los CABALLEROS TIGRES son hombres que estaban luchando, precisamente, por su Autorrealización, luchando contra el Ego animal. Originalmente, los Caballeros Tigres fueron Iniciados. ¿Alguna otra pregunta, hermanos? A ver...

D. Yo no le entendí bien acerca del simbolismo de la Estrella...

M. Pues, el simbolismo de la Estrella está claro y vivo. Obviamente, este triángulo representa al AZUFRE y el otro al MERCURIO..., este triángulo representa al Mercurio... Incuestionablemente, el Azufre es el Fuego Sagrado que uno tiene que despertar en su organismo; y el Mercurio, está formado por la transmutación de las Secreciones Sexuales, éstas se convierten en Energía, y esa Energía es el Mercurio.

Y toda la Gran Obra hay que hacerla a base de Azufre y de Mercurio. Sin el Azufre y el Mercurio no se consigue realizar la Gran Obra. Ésa es la cruda realidad de los hechos... Ahora...

D. ¡Maestro!, perdone que le interrumpa; es que hay algunos que están en el Movimiento y otros extraños, así pues, no saben lo que es el Arcano...

M. ¿Sí? Bueno, tendríamos que explicarles, y tendrían que estudiar las obras, y pasar por sucesivas explicaciones para poder llegar a entender esto...

D. Yo más o menos lo entiendo...

M. ¿Ah?

D. Yo más o menos lo entiendo...

M. ¿Cómo?

D. Yo más o menos lo entiendo...

M. Pues, mejor. Aquí vemos, pues, que la ESTRELLA DE SALOMÓN habla por sí sola, tiene seis puntas que son masculinas, y las seis hondas entradas entre punta y punta, son femeninas. Total se descomponen doce rayos. Esos doce rayos, a su vez, vienen a cristalizar en las DOCE CONSTELACIONES DEL ZODIACO. Es el símbolo del Logos, la Estrella de Salomón Rey; y la misma Piedra Filosofal, viene a ser una mezcla, pues, del Azufre y el Mercurio, y Sal (es salina); y en sí misma contiene al Azufre y al Mercurio. De manera que todo el trabajo de la Gran Obra se fundamenta en el Azufre y en el Mercurio.

Los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser hay que crearlos, y se crean mediante Transmutación Sexual: Transmutando y Sublimando la Energía Creadora viene uno a dar origen al Mercurio, de la Filosofía Secreta. Ese Mercurio, a su vez, integrado con el Azufre, sirve de fundamento para crear los Cuerpos Astral, Mental y Causal.

Quien llegue a poseer tales cuerpos, recibe sus Principios Anímicos y Espirituales, y se convierten en un Hombre verdadero.

Ahora, llevar tales vehículos a la Perfección, es posible con la ayuda del Magnés Interior, es decir con la ayuda del Cristo Íntimo. Para recibir es ayuda extra, se hace necesario pasar por la Iniciación Venusta, o sea, la Iniciación de Tiphereth. Quien no pasa, quien no recibe la Iniciación Venusta, pues tampoco puede encarnar al Cristo Íntimo. Lo fundamental en la vida es llegar uno a encarnarlo.

Escrito está: “Al que sabe la palabra da poder; nadie la pronunció, nadie la pronunciará, sino solamente aquél que lo tiene encarnado”... ¿Alguna otra pregunta, hermanos?

D. ¿Como se logra saber, o empezar a conocer la Iniciación?

M. Para llegar a la Iniciación Venusta, pues tiene uno que PASAR ANTES por las Iniciaciones Superiores. Tiene uno que haber pasado por todas las Cinco Grandes Iniciaciones del Fuego. Sólo quien ha pasado por las CINCO GRANDES INICIACIONES DEL FUEGO, logra, al fin y al cabo, recibir la Iniciación Venusta. Es muy exigente; pero, obviamente que si uno se lo propone, a la larga puede lograrlo. En todo caso, esto se va realizando de forma graduativa. Tiene uno que empezar por el principio: por ser un BUEN DISCÍPULO, antes de poder aspirar a ser un MAESTRO ¿Alguna otra pregunta, hermanos? A ver, que no quede ninguno con las dudas...

Bueno, creo ya no hay más preguntas, ¿no? Eso sí, los que tengan que preguntar, pregunten, antes de que cerremos aquí.

Bueno, damos por terminada esta plática. Y quedan invitados como siempre a seguir aquí asistiendo, concurriendo, para recibir las Enseñanzas Esotéricas. Quienes no hayan venido antes, de hecho, están invitados a nuestros estudios. Bien vale la pena conocer el Camino que ha de llevarle a uno a la Autorrealización Íntima del Ser.

A nosotros lo único que nos interesa es la Autorrealización Íntima del Ser, nada más nos interesa; aquí no buscamos nada más dentro de cada cual: ¡la Autorrealización y vamos es a eso! El que quiera Autorrealizarse, estudie a fondo, pues, todo el Cuerpo de Doctrina, y entre por la práctica.

Bueno, hemos terminado pues, con esta plática. ¡Paz Inverencial!