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Catecismo Gnóstico: Capitulo b5.- La Música

LA MÚSICA

La música viene de los Mundos Superiores. La música tiene el poder de despertar la conciencia en los mundos superiores. La música es el verbo de DIOS.

Es mejor cultivar el arte de la música, que perder el tiempo en el batallar de los razonamientos.

La música es la palabra de Dios.

La verdadera música es la música clásica. La música afro-cubana (Guarachas, porros, mambos, cumbias, etc.) sólo sirve para despertar las bajas pasiones animales. Escuchemos siempre con devoción a Beethoven, Liszt, Schubert, Haydn, Mozart, Tchaikovsky, Strauss, Handel, etc.

Catecismo Gnóstico: Capitulo b7.- La Trinidad

LA TRINIDAD

Cuando el Padre se une a la Madre, nace el Hijo.

El Padre muy amado; el Hijo muy adorado; el Espíritu Santo muy sabio resplandecen dentro de nuestro corazón.

Cuando un hombre y una mujer se unen, pueden convertirte en Dioses. Así es como la TRINIDAD se hace carne en nosotros. Así es como nuestra Conciencia se Cristifica.

Catecismo Gnóstico: Capitulo b8.- Simplicidad

SIMPLICIDAD

Debemos ser simples para ser sabios. Debemos acabar con toda clase de racionamientos. Debemos acabar con toda clase de deseos, emociones, pasiones, odios, egoísmos, violencia, ansias de acumulación, intelectualismo, prejuicios sociales, etc. Debemos tener mente de niño, debemos ser puros y sencillos.

Debemos amar a la mujer intensamente, y alimentarnos diariamente con el pan de la meditación.

Sólo así logramos el despertar de la conciencia Crística. Sólo así nos convertimos en Dioses

Catecismo Gnóstico: Capitulo b9.- El Amor Mágico

EL AMOR MÁGICO

Yo he conocido hombres que hacían milagros y maravillas; esos hombres en su mayor parte eran analfabetas. Cuando yo conocía sus secretos, me asombraba al ver que todo su poder residía en oraciones sencillas, aparentemente sin importancia.

Sin embargo, esos hombres hacían milagros y maravillas que hombres de cuarenta y cincuenta años de estudio espiritualistas, no eran capaces de realizar.

Todo el poder de esos hombres sencillos y analfabetas estaba en la fe.

Conocí un hombre que se transformaba el rostro y se hacia invisible. A ese hombre no le entraba la bala ni el cuchillo. Ese hombre tenia toda su fe en el ángel Gabriel. El hombre me comunicó su secreto. La clave era muy sencilla.