• Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El Cristo Social: Capitulo 27.- A-Himsa

A-HIMSA

A-Himsa es el pensamiento puro de la india, “La no-violencia”. El A-Himsa está realmente inspirado por el amor universal. “Himsa” significa querer matar, querer perjudicar, etc. “A-Himsa”, es pues, el renunciamiento a toda intención de muerte o de daño ocasionado por la violencia.

A-Himsa es lo contrario del egoísmo. A-Himsa es altruismo y amor absoluto. A-Himsa es recta acción.

El Mahatma Gandhi hizo del A-Himsa el báculo de su doctrina política. Nosotros seguimos las huellas del Mahatma Gandhi. Gandhi definió la política del A-Himsa así:

“La no-violencia no consiste en renunciar a toda lucha real contra el mal. La no-violencia tal como yo la concibo..., entabla, al revés, una campaña más activa y más real contra el mal que la ley del talión, cuya naturaleza misma da por resultado el desarrollo de la perversidad. Yo levanto frente a lo inmoral una oposición mental, y por consiguiente, moral. Trato de enmohecer la espada del tirano, no cruzándola con un acero mejor afilado, sino defraudando su esperanza al no ofrecer ninguna resistencia física. Él encontrará en mí una resistencia del alma que escapará a su asalto. Esta resistencia primeramente lo cegará y enseguida lo obligará a doblegarse. Y el hecho de doblegarse no humillará al agresor, sino que lo dignificará. Este podría llegar a ser un estado ideal. Y lo es”.

Las masas proletarias deben unirse totalmente si quieren de verdad vencer a los tiranos del capitalismo y del comunismo, las masas trabajadoras deben aprender a combatir, no existe arma más poderosa que la mente bien encausada.

Los tiranos tienen armas atómicas, cohetes teledirigidos, bombas lacrimógenas para acabar con las manifestaciones obreras, etc., pero las clases obreras tienen la sartén de la comida cogida por el mango, las clases burguesas no podrían vivir sin comer, y el campesino es quien alimenta a los poderosos, las clases burguesas no podrían vivir sin zapatos, sin ropa, sin servicios técnicos, etc., y el obrero es quien fabrica todo eso y quien presta todos esos servicios.

Los paros totales o parciales son definitivos, los obreros tienen en sus manos todos los resortes del poder, lo importante es la unión obrera, la confederación de sindicatos, etc., la unión hace la fuerza. Es necesario que los Gnósticos hagan labor en todos los sindicatos con el propósito de unir las clases obreras.

Los tiranos quieren dividir para destruir y esclavizar; pueblo desunido será destruido dividir para gobernar y esclavizar, es el lema de los tiranos; el egoísmo, la traición, la falta de compañerismo, ha dividido a los trabajadores.

El ego, el yo, el mi mismo, es quien desune, traiciona y establece la anarquía entre los trabajadores. El yo no fue creado por dios, ni por el espíritu, ni por la materia; El yo fue creado por nuestra propia mente y dejará de existir cuando lo hayamos comprendido totalmente en todos los niveles de la mente. Sólo a través de la recta acción, recta meditación, recta fe, recta voluntad, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta memoria, podemos disolver el yo, es urgente comprender a fondo todo esto, si realmente queremos la muerte mística.

No se debe confundir la personalidad con el yo. Realmente la personalidad se forma durante los siete años de la infancia y el yo es el error que se perpetúa de siglo en siglo fortificándose cada vez más con la mecánica de la Recurrencia. La personalidad es energética. Nace con los hábitos, costumbres, ideas, etc., durante la infancia se fortifica con las experiencias de la vida y lentamente se va desintegrando después de la muerte.

La personalidad no se reencarna, la personalidad no es el cuerpo físico. El ego utiliza a la personalidad como instrumento de acción. El personalismo resulta de esa mezcla de ego y personalidad. El culto a la personalidad fue inventado por el ego, por el yo. Realmente el personalismo engendra dictaduras, egoísmos, odios, violencias, etc., todo eso es rechazado por el A-Himsa.

El personalismo daña totalmente las organizaciones de los trabajadores. El personalismo produce anarquía y confusión. El personalismo arruina moralmente los sindicatos obreros.

En cada retorno, el ego fabrica una nueva personalidad. Cada personalidad es diferente.

La personalidad no es el cuerpo vital.

Es urgente saber vivir, cuando el yo se disuelve adviene a nosotros la Gran Realidad, la felicidad verdadera, aquello que no tiene nombre.

Distíngase entre el Ser y el yo, el hombre actual sólo tiene el yo, es un yo y nada más que un yo de tipo pluralizado. El hombre es un ser no logrado, es urgente lograr el Ser, es necesario saber que el Ser es felicidad sin límites; podemos llamar al ser, alma, espíritu, etc., pero él no es el yo. Resulta absurdo decir que el Ser es el yo superior, el yo divino, etc., el Ser siendo de tipo universal y cósmico no puede tener sabor de yo, de ego de mi mismo, no tratemos de divinizar al yo (Satán)

El A-Himsa es no-violencia en pensamiento, palabra y obra; el A-Himsa es respeto a las ideas ajenas, respeto a todas las religiones, escuelas, sectas, organizaciones, etc.

Sería imposible la unión total de las clases trabajadoras sin la doctrina del A-Himsa. Es urgente que los obreros aprendan a respetarse mutuamente; es urgente que los obreros acaben con todo tipo de violencia, sólo así es posible la unión total.

No esperemos que el yo evolucione porque el yo no se perfecciona jamás; El Diablo siempre es Diablo y jamás se perfecciona, necesitamos una total Revolución de la Conciencia. Cuando el yo se disuelve hay Revolución de la Conciencia. Ese es el único tipo de revolución que nosotros aceptamos.

En ese tipo de revolución se basa la doctrina del A-Himsa.

Conforme morimos de instante en instante la concordia entre los hombres se va desarrollando lentamente; Conforme morimos de instante en instante, el sentido de cooperación va desplazando totalmente al sentido de competencia; conforme morimos de instante en instante, la buena voluntad va desplazando a la mala voluntad poco a poco.

Los hombres de buena voluntad aceptan el A-Himsa; Resulta imposible iniciar un nuevo orden excluyendo la doctrina de la no-violencia.

Las religiones deben empezar por dar el buen ejemplo; las religiones deben cultivar el A-Himsa; resulta absurdo que las religiones se combatan entre sí mutuamente; todas las religiones tienen los mismos principios, todas las religiones adoran la Gran Realidad, aquello que no tiene nombre; todas las religiones son perlas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad. Las religiones tienen la misión de conservar los valores eternos.

El A-Himsa debe cultivarse en los hogares siguiendo la senda del matrimonio perfecto. Sólo con la no-violencia en pensamiento, palabra y obra, puede reinar la felicidad en los hogares.

El A-Himsa debe ser fundamento del diario vivir, en la oficina, en el taller, en el campo, en la fábrica, en el hogar, etc., debemos vivir la doctrina de la no-violencia.